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PERFIL DEL MAESTRO DE JOSÍAS “KIDS”


Enviado por   •  9 de Junio de 2022  •  Apuntes  •  2.238 Palabras (9 Páginas)  •  62 Visitas

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JOSÍAS “KIDS”

UNA GENERACIÓN PARA CRISTO

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VISIÓN

Los niños pertenecientes al Templo Adulam viven conforme al carácter de Cristo, desarrollándose como agentes activos en la evangelización de su generación con el único fin de alcanzarlos para Cristo.

MISIÓN

Servir a nuestro Señor y Salvador Jesucristo por medio de la enseñanza de los adolescentes y preadolescentes, desarrollando en ellos la hermandad, adoración, dones, llamado y carácter de Cristo.

FUNDAMENTACIÓN

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”

Deuteronomio 6:6-7

         

«El mayor regalo que puede recibir una iglesia es tener un grupo de familias que asuman la vida con tanta seriedad cristiana que estén dispuestas a alterar por completo su estilo de vida para criar discípulos para Jesucristo».

         Abraham Kuyper

         «Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, —dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón y las escribiré en su mente».
Hebreos 10:16


PERFIL DEL MAESTRO DE JOSÍAS “KIDS”

Los y las participantes deberán regir su carácter y a la vez su actuar bajo los conceptos bíblicos que se presentan a continuación:

El Líder/Siervo

1 Timoteo 3:1-7

La intención de la Palabra de Dios es purificarnos en nuestras motivaciones al estar en la obra.

Se necesitan ciertos rasgos para ejecutar el trabajo y no sólo al momento de ser nombrado, sino que se cultiven a lo largo de la vida.

Hablamos de rasgos, porque más que ser “requisitos” en el sentido actual del término, se trata de rasgos del carácter lo cuales nos hablan de la esencia de una persona. Debemos hacer la diferencia, porque en la actualidad se busca producir resultados sin importar importar lo que haya en el corazón del que ejerce la obra. Vivimos en el mundo de los indicadores externos y cuantitativos. No interesa que la realidad sea otra, las cifras hablan.

Encontramos entonces, no un perfil “ideal” que nadie pueda alcanzar, sino el carácter básico que todo líder/siervo de Dios debe tener como esencia de su ser.

Estos rasgos están condensados en cuatro características básicas y en tres más específicas.

1. La integridad.

Es la nota distintiva de todo cristiano y fundamentalmente de un líder/siervo.

La base de la integridad es el agradar al Señor y a partir de allí se es íntegro en todo, porque no se puede ser sólo en algunas cosas y en otras no. Es un rasgo que define la existencia total.

Por fidelidad al Señor, el líder/siervo busca ser fiel a sus compromisos, tanto familiar como con los demás.

La integridad permite que seamos irreprochables. Irreprochable no es sólo quien vive con limpia conciencia.

Hay dos lados en este asunto de la integridad, por un lado, la búsqueda de santidad y de fidelidad al Señor y a todos nuestros compromisos y por otro, ser conscientes de nosotros mismos y responder a los reproches de nuestra conciencia.

Estamos hablando aquí de una ética en la intimidad y no sólo de la vitrina, que se expresa cuando hay público.

2. La honestidad.

Si somos honestos, no buscaremos ganancias indebidas en el ejercicio de nuestra función. Quien empieza a buscar, está procediendo deshonestamente.

También es un rasgo que se expresa en todos los planos de la vida: con nosotros, nuestra familia, y la obra.

Es muy raro alguien que está muy bien en un lado y muy mal en otro. La honestidad le lleva al líder/siervo a gobernar bien su casa y la organización, algo nada fácil pero necesario.

Quien se queda sólo con uno, no se queda en verdad con ninguno de los dos.

¿Qué es  lo que en verdad valoramos?

¿Por qué desvaloramos la piedad?

¿Por qué se deja de apetecer las ganancias honestas que genera el ejercicio de la piedad?

También podemos ser deshonestos en el hogar y esperar cosechar allí reconocimiento, miedo sumiso, respeto y amor sin esfuerzo, y convertir así a nuestra casa en un espacio de poder a veces absoluto.

Además de las ganancias deshonestas en el plano económico, podemos encontrar otras “ganancias deshonestas”: poder, comodidad, seguridad y satisfacción emocional indebida.

Alguien ha dicho que el poder corrompe… de manera que el poder absoluto corrompe absolutamente. La sed de poder, con las ansias de protagonismo y popularidad que la acompañan, es sutil, engañosa y no siempre aparece tal como es.

Cuando nos damos cuenta de que algo así nos está pasando, la salida no es el remordimiento, sino el arrepentimiento.

3. La Sabiduría.

Ella es la que sustenta la “aptitud para enseñar”.

En la Segunda carta a Timoteo encontramos una descripción del anti-modelo del líder/siervo: aquel que responde a la curiosidad irresponsable de los oyentes que se amontonan para ser adormecidos y entretenidos, porque lo que tienen es “comezón de oír” y no interés en la verdad (2 Timoteo 4:1-4). Cuando se responde a esta necesidad, entonces su función se reduce a “rascar detrás de las orejas” al discípulo.

La aptitud para enseñar se refiere a la cualidad de “saber” por la que el líder/siervo tiene que ser sabio. La sabiduría produce mucho fruto y no permite que nos quedemos sólo con las buenas intenciones, ya que le da aptitud para provocar transformaciones en la vida de las personas.

4. La Mesura.

Con éste término queremos señalar el sentido de equilibrio en el uso de las palabras, en la reacción frente a los disgustos o conflictos y en el disfrute. El carácter de la mesura no nos libra de enfrentar las situaciones difíciles, provocando en nosotros una conducta evasiva, sino que nos da el equilibrio para reaccionar. Entonces, no corremos frente a la confrontación, sino que rechazamos el pleito. No nos abstenemos del disfrute, sino que nos limitamos para participar en la justa medida, con dominio propio. Jesús comía y tomaba vino con gusto, pero sin exceso. Podemos afirmar que cualquiera haya sido la bebida, Jesús la disfrutaba. Se requiere mesura no sólo con respecto al vino, sino a cualquier fuente de disfrute; todo lo delicioso, si se toma en exceso, causa daño.

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