EL NUEVO PERFIL DEL MAESTRO DEL SIGLO XXI

EL NUEVO PERFIL DEL MAESTRO DEL SIGLO XXI

En México, como en el resto del mundo, las exigencias en todo ámbito se encuentran a la orden del día. Una de ellas es la exigencia de una educación digna, de calidad, en la cual se debe de enfatizar en formar a un individuo capaz y apto para desenvolverse en sociedad, adaptarse a tu entorno y manejar adecuadamente situaciones que se le presenten. A esto, el plan de estudio 2011 lo denomina competencias para la vida.

Sin embargo esto no lograría concretizarse por un sinfín de factores que influyen en el proceso. Uno de ellos, sino el más importante uno de los principales, es el hecho de que en las aulas no se cuentan con personal netamente capacitados para desempeñar su labor como docente.

Aunado a esto, todo docente debe contar con cierto perfil para poder encontrarse frente a un grupo. El Plan 1997 de la Licenciatura de Educación Primaria de escuelas normales nos da a conocer los cinco rasgos con los cuales debe contar un maestro al momento de egresar de la licenciatura: habilidades intelectuales específicas, dominio de los contenidos de enseñanza, competencias didácticas, identidad profesional y ética, y capacidad de percepción y respuesta a las condiciones de sus alumnos y del entorno de la escuela.

No obstante, el egresar de dicha institución educativa no asegura el hecho de ser un buen maestro o que tenga las competencias para impartir conocimientos, ni mucho menos brindar educación de calidad. Es por ello que en la actualidad se pone en duda si es únicamente tarea de las escuelas normales el formar maestros con dicho perfil para atender a la sociedad mexicana.

Es por eso que actualmente se han creado nuevas instituciones formadoras de docentes privadas, a consecuencia de la transformación que ha tenido el normalísimo en los últimos años, ya que su plan y programas no se encuentran a la vanguardia y no cumplen con las expectativas que pide la sociedad, “ahora ya no se trata de crear los perfiles del ciudadano de una entidad nacional, de ideologizar a las masas de inmigrantes o de redimir a los grupos sociales desfavorecidos”. (Savín, 2003).

El docente del presente siglo debe formarse bajo una perspectiva etiquetada por el cambio, adaptación, ética y el manejo de la tecnología. Es aquí donde la educación basada por competencias adquiere una posición relevante y primordial. El maestro está obligado a transmitir enseñanza que esta pegada la escuela con la vida real.

La educación de este milenio se separa de una educación netamente memorística y teórica, y se encarrila hacia el funcionalismo y dinamismo, con lo cual se debe movilizar los saberes, echar mano de sus competencias. Las competencias son las capacidades específicas para hacer algo en contextos diferenciados. (Frade 2009).

Para que lo anterior llegue a establecerse, el maestro ya no puede ser únicamente maestro dentro del aula, dejando por un lado su vida personal, sino que debe de formar parte de un todo, para poder ser tomado desde una perspectiva ética, donde se mezclen tanto la vida personal, social y/o profesional.

Hoy en día se exige a un maestro que cuente con una verdadera vocación para enseñar, que sienta amor por su profesión, solamente de esa manera logrará comprometerse para enseñar a sus educandos de la manera más apropiada y responsable. Así guiará al alumno hacia una educación humana y enfocada a crear sociedades más óptimas y productivas.

El doctor en sociología y antropología Philippe Perrenoud es uno de los personajes contemporáneos que le ha dado relevancia al rasgo de perfil

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