Porqué Seguir La Senda De La Hospitalidad

Estas caminado a altas horas de la noche por una calle solitaria, en una zona desconocida ¿Cómo te sientes? Sin duda puede ser una experiencia espantosa hoy día. De hecho, la necesidad de sentir que se nos ama y se nos necesita forma parte integral de la naturaleza humana; a nadie le gusta que lo traten como a un extraño o un intruso.

Pero hoy vivimos en una sociedad hedonista, en la que los hombres buscan con afán su propio placer y diversión. La gente se vuelve recelosa y se suscitan divisiones raciales, étnicas, sociales y económicas.

Por lo contrario la hospitalidad es una virtud proverbial en los países orientales. En la India, las familias pueden incluso pasar hambre con tal de dar de comer a un huésped inesperado.

¿Cuál derrotero deberiamos seguir? En Romanos 12:13 nos insta a seguir la senda de la hospitalidad ¿Pero porque debemos hacerlo?

Analicemos el primer motivo cuando Pablo y Bernabé recordaron lo siguiente a los idólatras de la ciudad de Listra (Hechos 14:17.)

Jehová satisface las necesidades de la gente, incluso de los que no lo conocen, que le son extraños. Jehová es verdaderamente el ejemplo perfecto de hospitalidad en múltiples sentidos. No pasa por alto a los humildes; muestra genuino interés y preocupación por los extraños, aun por sus enemigos, y no espera recompensa alguna. El ejemplo de Jehova nos debe impulsar a seguir en la senda de la hospitalidad.

Un segundo motivo que por el cual debemos ser hospitalarios lo encontramos en Hechos 20:35. Donde Jesús menciono ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’”.

La generosidad nos hace felices ¿no es una buena razón para ser hospitalarios?

Tercer motivo lo encontramos en el ejemplo de Lidia, probablemente una prosélita judía que vivía en Filipos, la principal ciudad del distrito de Macedonia. Cierto sábado, el apóstol Pablo y sus compañeros de viaje hallaron a Lidia y a otras mujeres reunidas junto a un río a las afueras de Filipos.¿Cómo reacciono Lidia?” (Hechos 16:15).

Lidia ‘sencillamente los obligo a aceptar’ su muestra de hospitalidad. Ella sin duda resulto bendecida con conversaciones edificantes y compañerismo espiritual de Pablo, Lucas y otros. ¿no podríamos nosotros recibir la misma bendición al mostrar hospitalidad con nuestros hermanos?

La importancia de ejercitar la hospitalidad, sobre todo sus siervos, se ve en el trato que Jehová dio a los israelitas cuando olvidaron dichas cualidades. Cuando la nación fue hospitalaria y obediente a Jehová, prosperó y gozó de riqueza material y espiritual; pero cuando se absorbió completamente en sus intereses personales y egoístas y se abstuvo de practicar estas virtudes con los necesitados, Jehová la condenó, y finalmente ejecutó la sentencia contra ella.

Es muy importante, pues, que nos examinemos

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