¿Qué Es La Pastoral Juvenil?
AriadnaSmile2 de Septiembre de 2013
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¿Qué es la Pastoral Juvenil?
La Pastoral Juvenil es la acción organizada de la Iglesia para acompañar a los jóvenes a descubrir, seguir y comprometerse con Jesucristo y su mensaje para que, transformados en hombres nuevos, e integrando su fe y su vida, se conviertan en protagonistas de la construcción de la Civilización del Amor.
La Pastoral Juvenil es un proceso, un camino. Es la articulación de todas las acciones que la iglesia particular realiza por la evangelización de los jóvenes.
“Evangelizar no es para nadie un acto individual y aislado, sino un acto profundamente eclesial” . La evangelización de los jóvenes es pues, un desafío para toda la Iglesia. No puede considerarse sólo como una “cosa de los jóvenes”. Toda ella se compromete para que, con su apoyo y orientación, los jóvenes puedan crecer y desarrollarse como personas; puedan conocer a Jesús, aceptarlo, seguirlo e integrarse en la comunidad eclesial y puedan ser promotores y gestores del cambio en América Latina. Es una apuesta para que, desde ellos y con ellos, se pueda ir construyendo la Civilización del Amor.
Características.
Como propuesta e invitación, la evangelización no puede estar al margen del momento histórico y de la situación real que viven sus destinatarios. El punto de partida de la pastoral juvenil es el propio joven, asumido en su realidad personal, cultural y social. La pastoral juvenil no inventa a los jóvenes: los encuentra como son y donde están...
La acción evangelizadora no se realiza por medio de acciones aisladas, sino a través de un proceso, es decir, de un conjunto de dinamismos que llevan al joven a abrirse, a buscar respuesta a sus inquietudes, a valorar lo que construye su persona, a madurar motivaciones personales profundas y a concretar su proyecto de vida y su opción vocacional.
Este proceso evangelizador se vive de forma participativa en pequeños grupos o comunidades en las que los jóvenes comparten fe y vida, alegrías y tristezas, reflexión y acción, ilusiones y preocupaciones, la oración, la fiesta, las inquietudes, todo lo que son y quieren ser, lo que viven, lo que creen, lo que sienten, lo que esperan.
En este proceso, tiene un lugar privilegiado la presentación atractiva y motivadora de Jesucristo “camino, verdad y vida” (Jn 14,6) como respuesta a sus ansias de realización personal y a sus búsquedas de sentido de la vida. En el encuentro con Jesús vivo, los jóvenes se evangelizan, es decir, descubren, viven, testimonian y anuncian su estilo de vida y aprenden a ver la realidad y los hechos de todos los días como signos de una historia de amor que relaciona a Dios con los hombres como hijos y a los hombres entre sí como hermanos. En esta experiencia, encuentran el llamado a una nueva manera de ser, de pensar, de actuar, de vivir y de amar; a un orden nuevo, a una renovada comprensión del hombre, del mundo y de la historia.
El estilo de vida de Jesús se hace estilo de vida de los jóvenes. Su seguimiento se convierte en un discipulado y en una misión de entrega y servicio para hacer realidad la Civilización del Amor. Es el llamado de unos jóvenes a otros jóvenes, a través del anuncio y del testimonio, para servir a la vida; alentarla, cuidarla y respetarla; defenderla y organizarla en formas de convivencia que sean praxis de verdad, justicia, paz y amor que hagan presente a Dios como “padre de todos”. Es vivir en comunión y participación; es ir realizando la liberación integral del hombre y de la sociedad; es vivir el trabajo, el estudio, la profesión, la vida entera con vocación de servicio comunitario y solidario.
El proceso se realiza desde los jóvenes y con los jóvenes. Ellos son punto de partida y sujetos activos de sus propios procesos y están llamados a ser los primeros e inmediatos evangelizadores de los otros jóvenes. Este protagonismo es elemento fundamental de
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