Realidad

A lo largo de la vida cristiana existe una palabra que a lo largo de este caminar utilizamos, pero que la mayoría de nosotros carecemos de entendimiento, simplemente clamor es una palabra cargada de una realidad espiritual, en la relación del Padre celestial con sus hijos.

Probablemente te preguntes a que realidad me refiero, me refiero a aquella que pablo expreso en su carta a la iglesia de roma; aquella que dice: que nuestro espíritu clama ¡Abba! ¡Padre! pero vallamos más afondo en la palabra clamor (rom8:15).

Para entenderla palabra clamor ay que ver donde se dijo antes y un pasajes que explica la palabra es marcos 10:46-52 donde vemos como un hombre llamado Bartimeo, el cual era un mendigo que era ciego, entendió que era momento de clamar, pero ¿qué es clamor?

Clamor en los versículos anteriores en la traducción original en griego la palabra es - krazō - que significa graznar como cuervo. Y tú te podrás preguntar por qué como cuervo, pero en salmos 147:9 dice El da a la bestia su mantenimiento, Y a los hijos de los cuervos que claman.

En esta generación en la que miles están bajo un velo de maldad, es necesario que se levante una generación que muera al yo, que sea bautizada en angustia y que clame por el avivamiento que esta generación necesita, de lo contrario, así como dijo A. W. Tozer, “hasta que el liderazgo espiritual no sea tomado por hombres que se nieguen a sí mismos, tenemos que esperar un deterioro de vida del cristiano popular, hasta que el espíritu santo, contristado se retire totalmente, así como la SHEKINA se retiró del templo.”

Un bautismo en la angustia, según David Wilkerson, es aquello que esta generación necesita, una angustia por traer a los perdidos a los pies de cristo, ese clamor por dar hijos espirituales, pero en una generación esterilizada por el pecado, por la idolatría del yo, donde la apatía es la principal característica de esta generación, solo un clamor como el que realizo Raquel es lo que puede traer ese avivamiento, y que podamos evangelizar como una vez dijo David Brainerd, “dejo que el fuego de DIOS me queme y la gente viene a mí a verme arder”, y de qué forma ardía ese hombre de DIOS que trastorno 3 reinos, que tan fuerte era su clamor que por los pieles rojas que duraba días enteros clamando por ellos. Y como su vida fue un parte aguas en la vida de otros grandes hombres de DIOS como Payson, McCheyne, William Carey, Jonathan Edwards y John Wesley.

No hay duda alguna que el clamor con el padre produce un avivamiento, produce ese fuego en el que ardemos, ese fuego que trae consigo esos dolores de parto, que producen vida. Cuanto nos falta para llegar a clamar como clamo Raquel entendiendo que el producir vida era para aquello que había sido llamada, entendió que sin fruto seria cortada y echada al fuego y clamo de tal forma por poder dar fruto.

Clamor… la medicina

...