Realidad

En el siguiente ensayo voy a hablar de que es lo real, algo que puede parecer muy simple, pero que en filosofía es un tema muy controversial, siendo un problema tratar de encontrar un concepto correcto para la magnitud que implica tal palabra, llegando a relacionarlo con el ser en plenitud, siendo la manera primaria del ser.

Para empezar ¿Qué es lo real? una respuesta sencilla que nuestra mente formula de inmediato ante tal cuestionamiento y basándonos en el sentido común es, todo lo que existe, lo verdadero, aquellas situaciones de la vida diaria que mantienen relaciones entre sí. Pero el tratar de darle un concepto aproximado se vuelve algo complicado y abstracto, como dijo Sylvia Plath (2003) “La realidad es relativa, depende de con qué lente la mires”.

Arriesgándome un poco digo que también es lo que percibimos con los sentidos, aquello que nos han inculcado según el pensamiento masivo de la sociedad, de lo que es realidad, todo lo que entienden, lo que es comprobable, mientras lo que no sea lógico y no haya manera de probar que pueda existir, se considera inexistente, no parte de la realidad.

Por ejemplo el internet, los videojuegos, para algunos forman parte de una realidad, una virtual a la cual no podemos tocar, oler o sentir, sino solo ver y entrar a través de la computadora o consola, sin embargo por el hecho de haber sido creada ya se le considera como una parte de la realidad, tanto en el mundo físico como en el virtual. En cambio las religiones no son muy aceptadas por algunas personas ya que no hay algo que lo compruebe, aunque haya gente que ciegamente sigue sus enseñanzas.

En mi entorno, con respecto a lo social, pienso que las personas, e incluso yo llego a hacerlo en ocasiones, nos dejamos influenciar por los medios de comunicación, por los discursos, por lo que la mayoría de gente cree que es correcto para ser aceptados, ya que se nos ha inculcado el seguirles para ser aceptados en esa realidad.

“Hay que seleccionar, focalizar en lo real, pero saber que focalizamos y seleccionamos... Recorto lo que me interesa de una realidad y difumina el resto. Lo importante es saber permanentemente acordarse de que simplificamos por razones prácticas, heurísticas, y no para extraer la quintaesencia de la realidad” (Morin, Edgar). La mayoría de la gente así vive el día a día, disfrazando su realidad, lo que pasa a su alrededor, dejando que políticos y religiosos les digan lo que deben creer y lo que no. Esta es la forma más fácil de vivir para uno mismo, pero no nos damos cuenta que el objetivo de que nosotros aceptemos esto es enriquecer a algunos, darles poder y quien tiene poder es el que manda. Y a pesar de que haya grupos de personas que no acepten estas ideas y quieran abrirles los ojos a los demás, se encuentran con el gran obstáculo del desinterés, tanto en los adultos, porque ya han sido formados de cierta manera y en los jóvenes, ya que las opresiones a las que son sometidos por sus predecesores les obligan a hacerse a un lado de todo la situación política y económica de su entorno, creyendo que al ser diferentes de los demás crean su propia realidad, una en la que no pueden ser juzgados y se identifican en pequeños grupos, donde son escuchados y comparten un mismo ideal.

“Todo depende de cómo vemos las cosas y no de cómo son en realidad” ( Carl Jung). Y es que por cada persona en el mundo existe una realidad, todos se encuentran conviviendo en la misma, pero cada uno tiene su forma de entenderla, enfrentarla y dominarla.

“Tengo que conocer a la otra persona y a mí mismo objetivamente, para poder ver su realidad, o, más bien, para dejar de lado las ilusiones, mi imagen irracionalmente deformada de ella” ( Erich Fromm). Y es cierto que todos creemos tener la razón sobre la situación que vivimos y el cómo tratar de mejorarla, la infinidades de realidades que existen está ahí, no las podemos ver, pero

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