Resumen de a trampa de Satanás

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 Autor Liliana Maita

La trampa de Satanás

En este libro podemos observar como el enemigo busca destruir relaciones utilizando el arma de la ofensa en los primeros capítulos habla de que cuando más cercanos estamos a un persona mayor puede ser la ofensa, que la mayoría de las ofensas provienen de seres a quien amamos (Familiares, amigos, líderes y personas  con la que compartimos nuestro día a día y tenemos fuertes vínculos)

Uno de los primeros pasos que debemos reconocer es que fuimos ofendidos para poder actuar sobre ello orar y poder perdonar a la persona que nos ha ofendido ya que si creemos que todo está bien no cambiaremos nada seguiremos actuando igual y no es lo la actitud que debemos asumir  porque de  la forma en la que enfrentemos la ofensa determinara nuestro futuro, no debemos tener expectativas de cómo queremos que los demás actúen sino recibir como bendición los gestos que las personas tengan hacia nosotros, ya que mientas más alta es la expectativa más alta es la caída, debemos actuar en el amor de Dios predicando con hechos y no con palabras brindando amor incondicional a quienes nos rodean, fácil es amar a quien nos ama difícil es amar a quien nos ha herido.

Mantenernos libres de ofensa hace que permanezcamos en la voluntad de Dios, en la vida todo es un proceso y Dios permite muchas veces que pasemos por determinadas situaciones en la que nos sentiremos ofendidos  para que en medio de esto  seamos fortalecidos como un árbol cuyas raíces están arraigadas al suelo, por eso debemos tomar ciertas actitudes que permitirán que estos procesos nos lleven a madurar como son dejarnos llevar por nuestros líderes que son quienes Dios ha puesto en la tierra para guiarnos, el padre nos coloca donde quiere que estemos si resistimos arruinamos los planes del enemigo y dejaremos a Dios actuar de esta manera no nos convertiremos en  vagabundos espirituales que buscan estar donde los líderes y otras  personas aprueban sus caprichos y no dan paso a la verdad y a demás esto no permitirá que veamos nuestras propias fallas nos hará huir de la realidad tendremos tendencia a culpar a los demás  nos sanaremos las heridas y esta situación será algo que nos mantendrá atados y nos perseguirá a través de cualquier relación que queramos establecer ya que es imposible tener una relación sana  con una persona que ha dejados relaciones anteriores amargada u ofendida por tanto es importante sanar  nuestro corazón actuar con obediencia y confrontar con el amor de Dios las ofensas que se nos presenten.

El enemigo siempre querrá buscar espacios para destruirnos para zarandearnos y Dios permitirá que lo haga para que sepamos que debemos confiar solo en él y no en nuestras propias fuerzas para perdonar, confrontando la verdad.

Para evitar ser ofendidos nuestra confianza debe estar puesta en Dios así él nos ayudara a actuar con prudencia y nos ayudara a no ser piedra de tropiezo a otros hermanos, este libro nos lleva a saber que debemos actuar con humildad renunciando a nuestros derechos como lo hizo Jesús, que debemos ser edificadores que somos libres en cristo para servir y ayudar a otros no para afirmar nuestros derechos y creernos merecedores de todo.

Debemos aprender a perdonar no en nuestras propias fuerzas sino en el señor consultando a diario, escuchando su voz aprendiendo a oírle, buscándole verdaderamente, en nuestro corazón debemos decidir obedecer al espíritu santo sin importar el costo y de esta manera no tendremos que tomar decisiones bajo presión y dominados por nuestra carne sino que ya le decisión estará tomada y así seremos guiados hasta ello.

En resumen este libro nos insta a que debemos perdonar a quienes nos han ofendido y analizar si hemos ofendido a otras personas, pedirles disculpa, de esta manera podremos restaurar relaciones rotas y nuestro corazón no estará enfermo no debemos caer en la trampa del enemigo caer en amargura y saber que mientras nuestra relación con Dios sea más profunda y sincera, que si le abrimos nuestro corazón verdaderamente y lo dejamos entrar actuaremos con sabiduría cumpliendo con obediencia lo que nos demanden nuestros líderes (siempre y cuando sea bajo la verdad de la palabra) seremos fortalecidos y como arboles fuertes resistiremos las ofensas y sabremos cómo detectarlas y cómo reaccionar ante ellas como un entrenamiento preparados y así interceder en oración por aquellos que nos han ofendido.

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