ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Sistematica Triunidad De CRISTO

2354782820 de Junio de 2014

5.095 Palabras (21 Páginas)262 Visitas

Página 1 de 21

Atributos de semejanza a Cristo y triunidad

ATRIBUTOS DE SEMEJANZA A CRISTO

Juan 1:1-3

1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

1:2 Este era en el principio con Dios.

1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

Juan 14:1-14

14:1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

14:4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.

14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?

14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.

14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

14:11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Juan 10

10:1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.

10:2 Más el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.

10:3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.

10:4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

10:5 Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.

10:6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.

10:7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

10:8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.

10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.

10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.

10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.

10:13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.

10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,

10:15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.

10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

10:19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.

10:20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?

10:21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?

10:22 Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno,

10:23 y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.

10:24 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.

10:25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;

10:26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.

10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

10:28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

10:29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

10:30 Yo y el Padre uno somos.

10:31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.

10:32 Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?

10:33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.

10:34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?

10:35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),

10:36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?

10:37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.

10:38 Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.

10:39 Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos.

10:40 Y se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juan; y se quedó allí.

10:41 Y muchos venían a él, y decían: Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de éste, era verdad.

10:42 Y muchos creyeron en él allí.

Juan 11

11:1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.

11:2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.)

11:3 Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.

11:4 Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

11:5 Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.

11:6 Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.

11:7 Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez.

11:8 Le dijeron los discípulos: Rabí, ahora procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?

11:9 Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo;

11:10 pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.

11:11 Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.

11:12 Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.

11:13 Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.

11:14 Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;

11:15 y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.

11:16 Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.

11:17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.

11:18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;

11:19 y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano.

11:20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.

11:21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.

11:22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.

11:23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.

11:24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.

11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

11:26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

11:27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

11:28 Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama.

11:29 Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.

11:30 Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado.

11:31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (28 Kb)
Leer 20 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com