Tema Finanzas con propósito en el matrimonio

ECONOMIA FAMILIAR

Tema No. 1

Finanzas con propósito en el matrimonio.

“Ninguno puede servir a dos señores, porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”

Mateo 6:24

INTRODUCCION

Como matrimonio se debe decidir cuáles son las metas financieras. Puede ser que la meta sea pagar sus deudas, comprar un auto, comprar una casa, estar preparados para tener hijo, incluso puede ser que el propósito como pareja sea pasar más tiempo juntos. Sin importar cual sea el objetivo financiero, es importante que se hable con la pareja y juntos lleguen a un acuerdo de cuáles van a ser las prioridades financieras en el matrimonio. Esto evitará confusiones y malos entendidos.

1.- ¿CUAL ES EL PROBLEMA?

Utilizar los bienes como instrumentos de amenaza, discusión o manipulación: extorsionar o manipular con los bienes familiares socava las relaciones sanas, además de transmitir el mensaje de que todo se puede comprar, modificar o reparar con recursos materiales (1 Timoteo 6:9).

Desequilibrio en el manejo de las finanzas: esto ocurre cuando no hay transparencia en la rendición de cuentas de cada cónyuge. Por ejemplo, cuando se apuesta el dinero de la familia ‘’nuestro dinero’’, malgastando el presupuesto familiar de manera imprudente y egoísta, en lugar de pagar la mensualidad de la casa (1 Pedro 3:8).

Decisiones aisladas: se transforma en un problema que afecta el matrimonio cuando no se realizan acuerdos sobre el manejo de las finanzas. Este problema puede venir desde el noviazgo, ya que previo al matrimonio no se conversaron detalles importantes sobre el manejo del dinero, pagos, y tareas individuales que ayudarían al hogar (Amós 3:3).

2.- CAUSAS DE LOS PROBLEMAS

Falta de acuerdos previos: los convenios de la administración de las finanzas en el hogar permiten dejar límites claros de cómo dirigirse a ellas.

Personalidad y comportamiento: si uno de los dos es impulsivo o tacaño hay problemas potenciales. Se deben reconocer las fortaleza y debilidades personales, esto ayudará a delegar tareas a cada uno y evitar presiones de difícil manejo (Proverbios 28:19).

Herencia familiar: aprendemos de dónde venimos. Esto hace que tendamos a querer aplicar los mismos principios con nuestra pareja. Si papá dominaba las finanzas, puede ser que la esposa espere eso, o bien que el esposo desee tener ese control. (Proverbio 19:14)

Uso del dinero sin planeación: es recomendable que se pongan límites de montos a gastar, es decir, si se debe adquirir algún artículo de montos significativos, se debe acordar en pareja (1 Timoteo 5:8).

3.- RECOMENDACIONES

Comprender que ambos son un equipo: esto genera confianza y respeto, además de garantizar una mejor comunicación.

Entender los problemas de fondo: en otras palabras, tener las razones reales por las que pienso que esto es MI CARRO o MI CASA o por qué quiero cuenta separadas.

Tener planes y proyectos de vida juntos: piense en realizar acuerdos sobre la pertenencia y la administración de los bienes que se poseen y que se van a adquirir.

Construir acuerdos sobre el uso del dinero como pareja (cuentas separadas o conjuntas): algunos expertos recomiendan que lo ideal es una cuenta corriente conjunta para gastos comunes y otra individual para cada miembro de la pareja.

Cuidar el uso del lenguaje respecto a decir que las cosas y planes son de ambos: no se debe hacer retrocesos verbales, por ejemplo al acusar al otro de descuido de ‘’mi casa’’ o ‘’mi carro’’.

APLICACIÓN TEOTERAPICA

Aunque estemos enfrentando una situación económica difícil, no hagamos ataques personales a nuestro cónyuge. En lugar de ello, busquemos juntos la manera de resolver el problema y averigüemos la dirección de Señor, en vez de dejar que las dificultades económicas dividan nuestro matrimonio.

ECONOMIA FAMILIAR

Tema No. 2

Bases financieras en el hogar.

“…se requiere se los administradores, que cada uno sea hallado fiel”

1 Corintios 4:2

INTRODUCCION

La clave para que hagamos la voluntad de Dios respecto a las finanzas en el matrimonio está en llegar a tener una comprensión adecuada de lo que es una sana mayordomía. Una definición de los que es un mayordomo sería: ‘’es quien maneja la propiedad de otro’’. Nosotros somos únicamente mayordomos, Dios puede escoger confiarnos tanto, o tan poco, según lo desee. Pero en ningún caso debemos asumir que somos propietarios.

Si la pareja puede aceptar este trabajo de mayordomos y manejar los recursos de Dios de acuerdo con su dirección, Dios continuará confiándoles aún más.

La manera como usted maneja los recursos que Dios le ha confiado (habilidades, talentos, posesiones, etc.), hablará respecto de su vida espiritual y de la realidad de Dios en usted (Lucas 16:10-13). ‘’Al que cuida bien lo que vale poco, también se le puede confiar lo que vale mucho. Y el que es deshonesto con lo de poco valor, también lo será con lo de mucho valor’’ (Lenguaje actual)

1.- TODA NUESTRA RIQUEZA MATERIAL PERTENECE A DIOS (1 Crónicas 29:11-16)

Dios trata únicamente a cada persona en particular, y por consiguiente no debemos juzgar al otro sobre cómo vive, cuánto dinero da, qué motivos tiene en su corazón, o cómo actúa. Nuestro único objetivo debe ser no poner tropiezo al otro, pues solo Dios es quien nos juzga (Romanos 14:10-13). De todos modos siempre será necesario fijarse metas y llevar a cabo el presupuesto familiar.

Si cada uno de los cónyuges sabe cuál es su papel en las finanzas, podrán caminar juntos sin tensiones ni problemas (Amós 3:3).

Ahora bien, si somos fieles a Dios con nuestras finanzas, esto demostrará nuestra disciplina interior y fiel entrega al Señor.

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