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Teologia 1 - Resumen


Enviado por   •  14 de Junio de 2014  •  9.571 Palabras (39 Páginas)  •  234 Visitas

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Teología

Etimológicamente, es el estudio o tratado de Dios. Lo que se piensa acerca de Él. Es decir, es una elucubración (pensamiento) acerca de Dios y de los misterios que El ha querido revelar.

Según el estatus epistemológico, es una Ciencia, ya que como toda ciencia tiene un objeto material, un objeto formal y un método.

El objeto material de la Teología es Dios. No nos referimos a algo tangible, sino que es una expresión filosófica. No podemos saber todo de Dios, sino que sólo sabemos algo; 1ro porque es infinito y 2do porque tenemos razón limitada. Según ST, de Dios “se sabe más de lo que no es, que lo que es”. Dios no existe, ES. No existe ya que la existencia implica una limitación, es decir, un principio y un fin. Las existencia la tenemos las personas. “Yo soy el que Soy” quiere decir que no recibe la existencia de nadie a diferencia de nosotros que nos remontamos a los primeros seres humanos.

El objeto formal de la Teología es el estudio de Dios a la luz de la Fe. De Dios podemos hablar desde el punto de vista de la Fe pero también desde el punto de vista de la razón. “Puede hacerse teología sin tener fe” Aristóteles. La Fe de la Iglesia está fundamentada en la Sagrada escritura porque todo lo que creemos está allí y debemos dar explicaciones de todo aquello que creemos. La dignidad humana de la persona se fundamenta en Dios. Nuestra Fe debe ser ilustrada, es decir, fundamentada en alguien que sabe.

El método de la Teología es el razonamiento: “la fe que busca entender”. (Fides quarens intelectum). Es un método que no es cuantificable. Se produce una contradicción en esta frase ya que uno cree o no, no necesita entendimiento par hacerlo; la fe es “ciega” es decir que uno cree oscuramente sin pensar (fe en sentido Luterano). La Fe en el sentido cristiano busca llegar a la Intelección, es decir, una comprensión del misterio. Sin embargo la razón humana es limitada por eso NUNCA podemos llegar a comprender ENTERAMENTE a Dios y su misterio, sino que siempre estamos al límite. Si lográramos comprender a Dios, El cabría en el pensamiento humano y dejaría de SER Dios. El entender del hombre llega hasta un cierto punto.

El hombre es capaz de Dios:

El deseo de Dios CATIC 27-30

El deseo de Dios esta inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por y para Dios y Dios no cesa de atraer el hombre hacia sí y solo en Dios encontrara el hombre la verdad que no deja de buscar.

La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento, es conservado siempre por amor y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su creador.

De múltiples maneras el hombre ha expresado su búsqueda de Dios por medio de sus creencias y comportamientos religiosos. Estas formas de expresión son tan universales que se puede llamar al hombre un ser religioso. Pero esta unión íntima y vital que se da entre el hombre y Dios, puede ser rechazada o desconocida; por diversos orígenes como lo son la rebelión, ignorancia o indiferencia hacia la religión.

EL hombre puede olvidar o rechazar a Dios, pero Él no cesa de buscar a los hombres para que encuentren esta dicha. Esta búsqueda exige al hombre todo su esfuerzo de inteligencia, voluntad, “corazón recto” y también la enseñanza del testimonio de otros sobre esta búsqueda.

Las vías de acceso al conocimiento de Dios CATIC 31-35

Llamado a conocer y amar a Dios, el hombre descubre ciertas “vías” para acceder al conocimiento de Dios; de la existencia de una realidad que es la causa primera y el fin último de todo y que todos llaman “Dios”. Son llamadas también “pruebas de la existencia de Dios”, no en el sentido de las pruebas propias de las ciencias naturales, sino en el sentido de argumentos convergentes y convincentes que nos permiten llegar a verdaderas certezas. Estas vías tienen como punto de partida la Creación: el mundo material y la persona humana.

El mundo: a partir del movimiento y del devenir, de la contingencia, del orden y de la belleza del mundo se puede conocer a Dios como origen y fin del universo. Dice San Pablo “porque lo invisible es Dios, desde la creación del mundo se deja ver a la inteligencia a través de sus obras”.

El hombre: con su apertura a la verdad y moral, con su libertad y conciencia, con su aspiración al infinito y la dicha, el hombre se interroga sobre la existencia de Dios; así percibe los signos de su alma espiritual. El mundo y el hombre atestiguan que no tienen en ellos mismos no su primer principio ni su fin último, sino que participan de Aquel que tiene el ser en si, sin origen ni fin.

Las facultades del hombre lo hacen capaz de conocer la existencia de Dios, pero para q pueda entrar en su intimidad, Dios se revela ante el y le da la gracia de poder acoger la fe de esa revelación.

Cómo hablar de Dios:

Como nuestro conocimiento de Dios es limitado, nuestro lenguaje también lo es. No podemos nombrar a Dios sino a partir de las criaturas y según nuestro humano modo limitado de conocer y pensar.

Todas las criaturas poseen una cierta semejanza con Dios, muy especialmente el hombre que es creado a imagen y semejanza de Dios. La perfección de las criaturas reflejan la infinita perfección de Dios. Por eso podemos nombrar a Dios a partir de las perfecciones de sus criaturas, porque la grandeza y hermosura de sus criaturas llega por analogía a contemplar a su Autor.

Dios trasciende toda criatura. No debemos confundir a Dios que: está por encima de todo nombre y más allá de todo entendimiento, es invisible y fuera de todo alcance, con nuestras representaciones humanas.

Al hablar así de Dios, nuestro lenguaje se expresa ciertamente de modo humana, pero capta realmente a Dios mismo, sin poder, expresarlo en su infinita simplicidad. Porque nosotras podemos captar de Dios solo lo que no es y como los seres se sitúan en relación con Él.

La Revelación de Dios

A Dios podemos estudiarlo a través de la Revelación. Aparece lo que es la Fe. La Fe es una propuesta que Dios le hace al hombre, pero también es una respuesta del hombre a Dios.

El hombre tiene VOLUNTAD (facultad superior únicamente del hombre), por lo que también tiene LIBERTAD para decidir se creer o no creer. O sea, Dios nos ofrece la Fe, pero somos nosotros los que tenemos la decisión por nosotros mismos de creer o no creer en Él.

Fe y Razón están unidas. Antes, en la filosofía de Santo Tomás el centro estaba en la Fe, pero luego los demás filósofos se centraron más en la razón.

CATIC 51 -La Revelación de Dios- “Dispuso Dios en su bondad y sabiduría revelarse a sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se hacen partícipes de la naturaleza divina” Dios se revela para que el hombre sea partícipe de la naturaleza divina. Cuando viene Jesús, Dios nos hace partícipes de la naturaleza divina. Que seamos partícipes de su naturaleza no quiere decir que seamos Dios como Él, ya que nosotros tenemos naturaleza humana; sino que significa estar en GRACIA, es decir, que la vida divina está en nosotros pero no como dioses.

Dios se revela para que los hombres lleguen al mismo Dios a través del Espíritu Santo. De un modo analógico somos parte de la naturaleza divina, pero no porque seamos Dios, sino porque somos parte de su naturaleza divina a través de la Gracia.

Cuando uno rompe la caridad, pierde la Gracia y la amistad con Dios. Se recupera a través del sacramento de la confesión.

CATIC 52 Dios, que “habita una luz inaccesible”, quiere comunicar su propia vida divina a los hombres libremente creados por él, para hacer de ellos, en su Hijo único, hijos adoptivos. Al revelarse a sí mismo, Dios quiere hacer la los hombres capaces de responderle, de conocerle y de amarle más allá de lo que ellos serían capaces por sus propias fuerzas.

CATIC 53 El designio divino de la revelación se realiza a la vez “mediante acciones y palabras”, íntimamente ligadas entre sí y que se esclarecen mutuamente. Este designio comporta una “pedagogía divina” particular: Dios se comunica gradualmente al hombre, lo prepara por etapas para acoger la Revelación sobrenatural que hace de sí mismo y que culminará en la Persona y la misión del Verbo encarnado en Jesucristo.

Esta pedagogía divina se refiere a que El Verbo de Dios ha habitado en el hombre y se ha hecho Hijo del hombre para acostumbrar al hombre a comprender a Dios y para acostumbrar a Dios a habitar en el hombre, según la voluntad del Padre.

Decimos que el designio de la Rev. Div. se realiza mediante:

- Acciones como por ejemplo, cuando Dios se presenta en la zarza hirviente, cuando ayuda a los judíos a salir de la esclavitud.

- Palabras como por ejemplo, los Mandamientos, “yo soy el que soy”, cuando habla por medio de los profetas.

Ambas se esclarecen mutuamente para ayudar al hombre a comprender la revelación de Dios.

Las palabras y acciones del AT nos revelan a Dios. Se revela por etapas al pueblo hasta que por último se revela totalmente a través de Jesús. Decimos que el AT es una sombra de la realidad del NT, donde se da la plenitud. Dios se revela paulatina, lentamente. No puede hacerlo de golpe, porque sino el hombre no lo entendería. Y aún así no entendió.

Fuentes de la Revelación Divina:

- Biblia o Sagrada Escritura. Llamamos Revelación Divina a lo que está dentro de la Biblia. Dios se revela a través de ella. El autor PRINCIPAL de la Biblia es Dios, pero además están los autores humanos. Llevó 2000 años hacerla y que Dios se revele a nosotros.

- Tradición de la Iglesia. Es un organismo viviente. Hay cosas que no están contenidas en la Biblia y que nosotros como creyentes, por tradición las creemos. Ej. que María fue llevada al cielo en cuerpo y alma. No está en la Biblia. Esta creencia se basa en los autores de los primeros tiempos que eran los profetas, es decir, los primero cristianos, los padres de la Iglesia que constituyeron el principio de la Tradición de la Iglesia.

¿Para qué se revela Dios? Dios se revela para que el hombre pueda conocerlo y para evitarle ese arduo camino, lo ayuda.

¿Por qué? Porque nos AMA. Cada uno de nosotros es objeto particular del amor de Dios.

¿Cómo? (Catia 51) Se revela a través de Cristo. Para que los hombres puedan ser parte de la naturaleza divina, es decir, formar parte de un todo que es Dios, sin ser Él.

Etapas de la Revelación:

CATIC 54 “Dios, creándolo todo y conservándolo por su Verbo, da a los hombres testimonio perenne (eterno) de sí en las cosas creadas, y, queriendo abrir el camino de la salvación sobrenatural, se manifestó, además, personalmente a nuestro primeros padres ya desde el principio”. Los invitó a una comunión íntima con Él resvistíendolos de gracia y de una justicia resplandeciente.

Toda la creación es un testimonio de Dios, de que Él existe. Nuestros primeros padres fueron Adán y Eva. Que existieron es una metáfora para que entendamos pero no es absolutamente todo así. Es una simbolización. No existieron como Adán y Eva, pero si existió una primera pareja humana. Dios crea inicialmente células. Luego estas pudieron ir evolucionando y cuando Dios lo creyó conveniente le infundió el alma y allí comenzaron a ser seres humanos, no homínidos.

CATIC 55 Esta revelación no fue interrumpida por el pecado de nuestros primeros padres. Dios, en efecto, “después de su caída alentó en ellos la esperanza de la salvación con la promesa de la redención y tuvo incesante cuidado con el género humano, para dar la vida eterna a todos los que buscan la salvación con la perseverancia en las buenas obras”.

CATIC 56.57.58 LA ALIANZA CON NOÉ.

Una vez rota la unidad del género humano por el pecado, Dios decide desde el comienzo salvar a la humanidad a través de una serie de etapas. La alianza con Noé después del diluvio expresa el principio de la Economía de las “naciones”, es decir, con los hombres agrupados, “según sus países, cada uno según su lengua y según sus clanes”. Dios selló con Noé una alianza ente Él y todos los seres vivientes. Esta alianza durará tanto como dure el mundo, es decir, permanece mientras dure el tiempo de las “naciones”, hasta la proclamación universal del Evangelio.

CATIC 59.60.61 DIOS ELIGE A ABRAHAM. Para reunir a la humanidad dispersa, Dios elige a Abraham llamándolo “fuera de su tierra, de su patria y de su casa” para hacer de él “Abraham”, es decir, el “padre de una multitud de naciones” y le dice “En ti serán benditas todas las naciones de la tierra”. El pueblo de Abraham será el pueblo de la elección, llamado a preparar la reunión de todos los hijos de Dios en la unidad de la Iglesia. Los patriarcas, los profetas y otros personajes del AT han sido y serán siempre venerados como santos en todas las tradiciones litúrgicas de la Iglesia.

Dios eligió a Abraham y selló una alianza con él y sus descendientes. De él forma a su pueblo, al que reveló su ley por medio de Moisés. Lo preparó por los profetas para acoger la salvación destinada a toda la humanidad.

CATIC 62.6364DIOS FORMA A SU PUEBLO ISRAEL. Después de la etapa de los patriarcas, Dios constituyó a Israel como su pueblo, salvándolo de la esclavitud de Egipto. Estableció con él la alianza de Sinaí y le dio por medio de Moisés su Ley, para que lo reconociese y le sirviera como al único Dios vivo y verdadero, Padre providente y juez justo, y para que esperase al Salvador prometido. Israel es el pueblo sacerdotal de Dios, el que lleva el nombre del Señor. El pueblo de los hermanos mayores en la fe de Abraham. Por los profetas, Dios forma a su pueblo en la esperanza de la salvación, en la espera de una Alianza nueva y eterna destinada a todos los hombres y que será grabada en los corazones. Una salvación que incluirá a todas las naciones. Serán sobre todo, los pobres y humildes del Señor los que mantengan esta esperanza.

CATIC 65.66.67 CRISTO JESÚS MEDIADOR Y PLENITUS DE TODA LA REVELACIÓN. Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la Palabra única, perfecta e insuperable del Padre. En él lo dice todo, no habrá otra palabra más que ésta. La economía cristiana, por ser alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Seño Jesucristo. Sin embargo, aunque la Revelación esté acabada, no está completamente explicitada; corresponderá a la Fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos. Es decir, que Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, en que ha establecido su alianza para siempre. El Hijo es la Palabra definitiva del Padre, de manera que no habrá ya otra Revelación después de Él.

Los primero patriarcas que existieron 3000 AC, no sabían quién era Dios porque Dios no se había revelado. Es en una zarza ardiente cuando Dios se le revela a Moisés en el desierto y le dice “YO SOY EL QUE SOY” que es la ESCENCIA DIVINA. Dios no puede ser nombrado, porque se lo estaría limitando. Los patriarcas lo denominaban como “Él”, significa Dios, Eus, Zeus (divinidad en griego).

La transmisión de la Revelación Divina

CATIC 76 La transmisión del Evangelio, según el mandato del Señor, se hizo de 2 maneras:

- Oralmente: los apóstoles con su predicación, sus ejemplos, sus instituciones, transmitieron de palabra lo que habían aprendido de las obras y las palabras de Cristo y lo que el ES les enseñó.

- Por escrito: los mismo apóstoles y otros de su generación pusieron por escrito el mensaje de la salvación inspirados por el ES.

CATIC 77.78.79 Para que el Evangelio se conservara siempre vivo y entero en la Iglesia, los apóstoles nombraron como sucesores a los obispos dejándoles a su cargo el magisterio. En efecto, la predicación apostólica, se ha de conservar por transmisión continua hasta el fin de los tiempos. Esta transmisión viva, llevada a cabo en el ES, es llamada TRADICIÓN en cuanto es distinta de la Sagrada Escritura, aunque estrechamente ligada a ella. Por la Tradición, la Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que es y lo que cree.

La tradición es todo aquello que profesamos como cristianes que comenzó con los padres apostólicos, es decir, los apóstoles, quienes fueron los primeros maestros.

CATIC 80 La Trad. y la SE están íntimamente unidas, porque surgiendo ambas de la misma fuente, se funden en cierto modo y tienden a un mismo fin. Las dos hacen presenta en la Iglesia el misterio de Cristo que ha prometido estar con los suyos para siempre hasta el fin del mundo.

CATIC 81.82 La Sagrada Escritura es la palabra de Dios, en cuento a que está escrita por inspiración del ES”

La Tradición recibe la palabra de Dios, encomendada por Cristo y el ES a los apóstoles, y la transfiere íntegra a los sucesores; para que ellos, iluminados por el Espíritu de la verdad, la conserven, la expongan y la difundan fielmente en su predicación.

Todo lo que nos viene revelado por Dios, es a través de los apóstoles y sucesores.

Hay elementos que no están en la Biblia pero por creencias de Fe los consideramos válidos y creemos en ellos. La Tradición completa algo que no está explícitamente escrito en la SE. Algo que está implícito. La Tradición es la Fe de la Iglesia.

No hay oposición entre la tradición y la SE, porque las dos tienen una fuente en común que es Dios. Y como Él es perfecto no puede hacer dos cosas distintas.

Magisterio de la Iglesia:

CATIC 85  El oficio de interpretar la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado al Magisterio vivo de la iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo, es decir, a los obispos en comunión con el sucesor de Pedro, el obispo de Roma.

CATIC 85El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar solamente lo transmitido, pues por mandato divino y con la asistencia del ES, lo escucha devotamente, lo custodia cuidadosamente, lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído.

CATIC 87Los fieles, recordando la palabra de Cristo a sus apóstoles “El que a vosotros escucha, a mi me escucha”, reciben con docilidad las enseñanzas y directrices que sus pastores les dan de diferentes formas.

Magíster (maestro) nombre que se le daba a Dios. El Magisterio ES la tarea de la enseñanza y del cuidado de la doctrina. Está a cargo de las siguientes personas:

No habría ninguna pirámide si no existiera el pueblo, que es la base de la misma. El pueblo es muy importante porque es al que hay que educar y enseñar. El MI (magisterio de la iglesia) no está dentro del pueblo de Dios. Lo ejercen el Papa, Romano Pontífice; los Obispos o Arzobispado en comunión con el Papa y los clérigos que son quienes nos participan de Dios. Son llamados curas aquellas personas que tienen a su cargo el cuidado de una parte del pueblo.

Lo que le compete al MI está contenido en el pto 85, que es interpretar válidamente la Palabra de Dios tanto oral como escrita en nombre de Jesucristo.

El primer Exegeta, es decir, el primero que ejerce el MI es el mismo Jesús cuando les habla a los discípulos.

CATIC 88/95El MI ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas, es decir, cuando propone una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe, verdades contenidas en el Revelación divina o verdades que tiene con éstas un vínculo necesario. Los dogmas son luces en el camino de nuestra fe, lo iluminan y lo hacen seguro. Existe un orden o jerarquía de las verdades de la doctrina católica, puesto que es diversa su conexión con el fundamento de la fe cristiana. En virtud de su sentido sobrenatural de la fe, todo el pueblo de Dios no cesa de acoger el don de la Revelación divina, de penetrarla más profundamente y de vivirla de modo más pleno.

La Tradición, la SE y el MI, están unidos y ligados, de modo que ninguno puede subsistir sin los otros; los tres, cada uno según su carácter y bajo la acción del único ES, contribuyen eficazmente a la salvación de las almas.

Notas de la Iglesia:

La Iglesia es:

- Una: porque Cristo fundó una sola Iglesia. Se lo dijo por primera vez a Pedro “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.

- “CASTA MERETRIX”: (prostituta). Los miembros de la Iglesia somos pecadores.

- Santa

- Católica: Quiere decir que es universal. Está en el mundo entero, extendida por todo el mismo.

- Apostólica: porque fue fundada con los apóstoles por Cristo.

El MI está unido a la 1º nota de la Iglesia. Porque el MI hace a la unidad de la Iglesia. No se pueden contradecir entre ellos. La unidad también hace al MI.

Tesoros de la Iglesia:

- Sacramentos: Son 7: Comunión, Confirmación, Confesión, Matrimonio, Bautismo, Unción de los Enfermos y Eucaristía. El principal es la Eucaristía. Es el centro y la cumbre de toda la vida cristiana. Todos los sacramentos están ordenados a la Eucaristía. Cuando llegamos al cielo no hay necesidad de Eucaristía porque estamos en comunión plena con Dios.

- Sagrada escritura: Biblia.

La Sagrada Escritura: CATIC 101 SS.

En la SE, la Iglesia encuentra sin cesar su alimento y su fuerza, porque en ella, no recibe solamente una palabra humana, sino lo que es realmente: “la PALABRA DE DIOS”. En los libros sagrados, el Padre que están en el cielo sale armoniosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos.

- Dios es el autor de la Se. Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la SE, se consignaron por medio del ES.

- Dios ha inspirado a los autores humanos de los libros sagrados. En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y solo lo que Dios quería.

- Los libros inspirados enseñan la verdad. Como todo lo que afirman los autores inspirados lo afirma el ES, decimos que la SE enseñan sólidamente, fielmente y sin error, la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra.

Sin embargo la fe cristiana no es una fe de libro, sino que es la religión de la Palabra de Dios. Para que las escrituras no queden en letra muerta, es preciso que Cristo, Palabra eterna del Dios vivo, por el ES, nos abra el espíritu a la inteligencia de las mismas.

1- Para descubrir la intención de los autores sagrados, es preciso tener en cuenta las condiciones de su tiempo y de su cultura, los “géneros literario” usados en aquella época, las maneras de sentir, de hablar y narrar de aquel tiempo. La SE se ha de leer e interpretar con el mismo Espíritu con que fue escrita. El Concilio Vaticano II señala 3 criterios para la correcta interpretación de la SE:

2- Prestar una gran atención al contenido y a la unidad de todo la Escritura. Por muy diferentes que sean los libros que la componen, la SE es una en razón de la unidad del designio de Dios.

3- Leer la SE en la “Tradición viva de toda la Iglesia”. Según el refrán de los Padres “la SE está más en el corazón de la Iglesia que en la materialidad de los libros escritos”. Ya que la Iglesia encierra en su Tradición la memoria viva de la Palabra de Dios y el ES le da la interpretación espiritual de la Escritura.

4- Estar atento a la “analogía de la Fe”. Entendemos por esta a la cohesión (conexión-unión) de las verdades de la fe entre sí y en el proyecto total de la Revelación.

Según la antigua tradición se pueden distinguir 2 sentidos de la SE:

- Sentido literal: es el sentido significado por las palabras de la Escritura y descubierto por la exégesis que sigue la justa interpretación.

- Sentido espiritual: gracias a la unidad del designio de Dios, no solo el texto de le escritura, sino también las realidades y los acontecimientos de que hablar pueden ser signos.

o Sentido alegórico: podemos adquirir una comprensión más profunda de los acontecimientos reconociendo su significación en Cristo; así, el paso del mar Rojo es un signo de la victoria de Cristo y por ello del Bautismo.

o Sentido moral: los acontecimientos narrados en el SE pueden conducirnos a un obrar justo. Fueron escritos para nuestra “instrucción”.

o Sentido analógico: podemos ver realidades y acontecimientos en su significación eterna que nos conduce hace nuestra Patria. Así la Iglesia en la tierra es signo de Jerusalén.

“La letra nos enseña los hechos; la alegoría lo que has de creer; el sentido moral lo que has de hacer y la analogía a dónde has de tender”.

El Canon de las escrituras es analista integral de los escritos que constituyen la SE. Son: para el AT son 46 escritos y para el NT 27 escritos.

El antiguo Testamento: CATIC 121 SS.

Es una parte de la SE de la cual no se puede prescindir. Son libros divinamente inspirados y conservan un valor permanente, ya que la Antigua Alianza no ha sido revocada. El fin principal de la economía antigua era preparar la venida de Cristo, redentor universal. El AT da testimonio de toda la divina pedagogía del amor salvífico de Dios: contienen enseñanzas sublimes sobre Dios y una sabiduría salvadora acerca del hombre. Encierran tesoros de oración y esconden el misterio de nuestra salvación”. Veneramos el AT como verdadera Palabra de Dios.

El nuevo testamento: CATIC 124 SS.

La palabra de Dios, que es fuerza de Dios para la salvación del que cree, se encuentra y despliega su fuerza de modo privilegiado en el NT. Estos escritos nos ofrecen la verdad definitiva de la Revelación divina. Su objeto central es Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, sus obras, sus enseñanzas, su pasión y su glorificación, así como los comienzos de su Iglesia bajo la acción del ES.

Los Evangelios son el corazón del todas las escrituras del NT por ser testimonio principal de la vida y doctrina de la Palabra hecha carne, nuestro salvador.

Etapas en la formación del evangelio:

1- Vida y enseñanza de Cristo. Los evangelios comunican fielmente lo que Jesús, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la salvación de ellos, hasta el día en que fue levantado al cielo.

2- Tradición oral que venía de los apóstoles. Los apóstoles después de la ascensión del Señor predicaron a sus oyentes lo que Él había dicho y obrado, amaestrados por lo conocimientos gloriosos de Cristo y por la luz del ES.

3- Los Evangelios como escritos. Los autores sagrados escribieron 4 evangelios, escogiendo algunas cosas de las muchas que ya se transmitían de palabra o por escrito, sintetizando algunas, o explicando otras atendiendo a la condición de la Iglesia, conservando por fin la forma de proclamación, de manera que siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de Jesús.

Los Evangelios son: San Lucas, San Mateo, San Marcos y San Juan.

SM, SJ, SL, son evangelios sinópticos, es decir, son evangelios que se pueden comparar y veremos que dicen esencialmente lo mismo con algunas pequeñas variaciones, porque tienen una fuente común que es Cristo.

El 1º que aparee es el evangelio según San Mateo, después Lucas y Marcos lo toman como ejemplo.

El Evangelio según San Juan no pertenece a los sinópticos. Relata cosas distintas. Esto ocurre debido a que Juan era el discípulo amado de Cristo, entonces Él le diría cosas que a los otros discípulos no. Se compone en el año 60 AC y está dirigido a una comunidad de origen griego. Comienza diciendo “En el principio era el verbo y el verbo era Dios y estaba junto a Dios”.

El Evangelio de Mateo está dividido en 5 partes, escrito en un arameo primitivo para que algunos judíos que se habían convertido en cristianos lo entendieran.

La Iglesia esclarece la unidad del plan divino en los 3 Testamentos gracias a la tipología. Esta, reconoce en las obras de Dios en la Antigua Alianza, prefiguraciones de lo que Dios realizó en la plenitud de los tiempos en la persona de su Hijo encarnado. La unidad de los Testamentos se deriva de la unidad del plan de Dios y de su Revelación. El AT prepara el NT mientras que éste da cumplimiento al AT; los dos se esclarecen mutuamente; los dos son verdadera Palabra de Dios.

CATIC 131.132.133 La SE sirve para conocer y predicar la Palabra de Dios, para respaldar nuestra fe. Constituye el sustento y vigor de la Iglesia; la firmeza de fe para los hijos de Dios, el alimento del alma y la fuente de vida espiritual. Debe ser el alma de la teología. Incluye la predicación pastoral, la catequesis, toda la instrucción cristiana y en puesto privilegiado, la homilía, recibe de la palabra de la SE alimento saludable y por ella da frutos de santidad.

Respuesta del hombre a Dios:

CATIC 142-143Por su revelación: Dios habla a los hombres como a amigos, movido pro su gran amor y mora con ellos para invitarlos a la comunión consigo y en ella recibirlos. La respuesta adecuada a esta invitación es la Fe.

Por la fe: el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser, el hombre da su asentimiento a Dios que se revela. La SE llama a “obediencia de la fe” A esta respuesta del hombre a Dios que se revela.

CATIC 144.149La obediencia a la Fe.

Obedecer en la fe, significa someterse libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma.

Abraham es el modelos que nos propone la SE: “por la fe Abraham obedeció y salio para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba”. Por la fe vivió como extranjero y peregrino en la Tierra prometida. Por la fe, a Sara le otorgó el concebir al hijo de la promesa. Por la fe, finalmente Abraham ofreció a su único hijo en sacrificio. Gracias a esta “fe poderosa” Abraham vino a ser el padre de todos los creyentes. La Carta a los Hebreos, proclama el elogio de la fe ejemplar del los antiguos e insiste particularmente en la fe de Abraham.

La Virgen María realiza de la manera más perfecta la obediencia de la fe. En la fe, María acogió el anuncio y la promesa que le traía el ángel Gabriel, creyendo que “nada es imposible para Dios” y dando su asentimiento “he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”. Durante toda su ida y hasta una última prueba, cuando su hijo Jesús murió en la cruz, su fe no vaciló. María nunca ceso de creer en el “cumplimiento” de la palabra de Dios. Por todo ello, la iglesia venera en María la realización más pura de fe.

CATIC 150 La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo inseparable del asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que Él dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura, o sea, en una persona humana. La fe entonces comprende una adhesión de la inteligencia y de la voluntad a la Revelación que Dios ha hecho de sí mismo mediante sus obras y sus palabras. “Creer entraña una doble referencia: a la persona y a la verdad; a la verdad por confianza en la persona que la atestigua.

CATIC 151Para el cristiano, creer en Dios es inseparablemente creer en Aquel el Él ha enviado, es decir, su Hijo amado, Jesús.

CATIC 152No se puede creer en Jesús sin tener parte en su Espíritu. Es el ES quién revela a los hombres quién es Jesús. Nadia conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios. Sólo Dios conoce a Dios enteramente. Nosotros creemos en el ES porque es Dios.

La Iglesia no deja de confesar su Fe en un SOLO Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. . Por eso, no debemos creer en otro que no sea Dios: Padre, Hijo y ES.

Las características de la Fe: CATIC 153 SS.

1- La fe es una gracia: La fe es un Don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él. Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior de ES que dirige el corazón hacia Dios. Es un don, algo que se da gratuitamente. Algo que se tiene o no se tiene y también se puede perder. Para que no ocurra esto, la fe debe actualizarse. Hay veces que la fe esta en potencia y no en acto, por eso hay que actualizarla y renovarla. Dios nos infunde la fe cuando, donde y como quiere.

2- La fe es un acto humano: solo el hombre puede creer. Es un acto de la razón y la voluntad. El hombre solo puede alabar, adorar y seguir a Dios. En la fe, la inteligencia y la voluntad divina cooperan con la gracia, ya que: solo es posible creer por la Gracia y los auxilios interiores del ES, pero por nuestra inteligencia y voluntad “presentamos por la fe la sumisión plena de nuestra inteligencia y de nuestra voluntad al Dios que revela”.

Acto del hombreson aquellos que tenemos en común con otras especies. Por ej. Respirar, hacer la digestión, que nuestro corazón lata, etc.

Acto humano es un acto VOLUNTARIO, por lo tanto, LIBRE.

3- Está relacionada con la inteligencia.

FACULTADES (potencias superiores)

ACTOS

OBJETOS

Inteligencia: conoce la esencia de las cosas materiales. Emite juicios que pueden ser o no conformes con la realidad. Para alcanzar la verdad, la inteligencia hace un acto propio. Este acto propio de la inteligencia es ENTENDER. ESENCIA de todas las cosas materiales. Es decir, lo que la cosa efectivamente es y no otra.

Alcanzar la verdad.

Voluntad El acto propio de la voluntad es el “QUERER”. Pero decimos “volición” que viene del verbo latín y significa querer. BIEN en general. Muchas veces el mal se nos presenta como bien y por eso lo elegimos, ya que el hombre siempre tiende necesariamente al bien.

Bien Sensible (porque lo puedo tocar, percibir mediante los sentidos) puede ser:

Arduo: apetito o tendencia IRRASCIBLE, demanda esfuerzo. Es arduo porque cuesta.

Deleitable: apetito o tendencia CONCUPSCIBLE, la concupiscencia que me hace ir hacia el bien.

Justo medio: en el medio está la virtud entre un exceso y un defecto. El equilibrio esta en el medio.

Virtud: fuerza. Disposición para obrar bien siempre y con facilidad.

La Fe es un acto humano y como tal, está relacionado con la voluntad y la inteligencia; ya que por la inteligencia conocemos y luego por la voluntad queremos, es decir queremos creer.

El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas se nos

presenten como algo verdadero e inteligible a la luz de nuestra razón natural. Para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que las auxilios interiores del ES fueran acompañados por las pruebas exteriores de su revelación. Los milagros de Cristo y de los santos, las profecías, la santidad de la Iglesia son motivos de credibilidad que muestran que el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu.

La fe es CIERTA, más que todo conocimiento humanos, ya que se funda en al Palabra misma de Dios. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón humana y a la experiencia humana, pero le certeza de la luz divina es mayor que la de la luz de la razón natural.

La fe “trata de comprender”. La gracia de la fe “abre los ojos del corazón” para una inteligencia viva de los contenidos de la Revelación, es decir, del conjunto del designio de Dios y de los misterios de la fe, de su conexión entre sí y con Cristo. Par que la inteligencia de la Revelación sea más profunda, el mismo ES perfecciona constantemente por medio de sus dones a la fe. Según San Agustín “creo para comprender y comprendo para creer”

Fe y ciencia. A Pesar que la fe esté por encima de la razón, nunca puede haber desacuerdo entre ellas, porque las realidades de razón y las de fe tienen su origen en el mismo Dios.

No hay oposición entre fe y razón porque si la hubiese, tendríamos 2 verdades, la de la fe y la de la ciencia, y no pueden existir 2 cosas distintas que sean verdad al mismo tiempo y que provengan de la misma fuente, que es Dios. La fe no se comprueba a través de los sentidos o a través de la razón, sino que llega hasta un cierto punto. Nada más. La razón no puede seguir avanzando para comprender la fe, tiene un límite.

4- La fe es libre

El hombre, al creer, debe responderle voluntariamente a Dios; nadie está obligado contra su voluntad a abrazar la fe, es decir, a creer. Por eso decimos que el acto de fe es voluntario.

La libertad es la capacidad para elegir que tenemos los hombres. Es un ejercicio, porque debe ejercerla, es decir, debo elegir y; es pura o simple, es decir, uno nace libre (capacidad no elegida).

Se dice también que es la “intimidad de todo vínculo”. Porque hay libertad moral y física. Entonces decimos que la libertad implica no estar ligado ni limitado por nada.

Es una “propiedad de la voluntad”.

La virtud siempre busca el bien porque la virtud es aquello que necesariamente nos hace obrar bien. Bien y virtud, son términos equivalentes que se convierten uno al otro. La virtud es un bien y el bien es una virtud.

La fe se propone, pero nunca se impone. Es decir, el hombre no está obligado a creer por eso la fe es un acto voluntario.

La conciencia es el juicio práctico que me permite conocer y distinguir ente el bien y el mal. Significa conocimiento de algo.

Hay juicios de conciencia teóricos como por ej. “Jesús es hombre y es Dios” y hay juicios de conciencia prácticos que nacen de la sensibilidad como por ej. “hace frió”. Los juicios son aquellas afirmaciones o negaciones que lo que hacen es formar al hombre y a medida que se forma el hombre, también se va formando su conciencia.

La fe es un acto libre y CONCIENTE y la conciencia queda vincula a Dios.

5- La fe es necesaria.

Creer en Cristo Jesús y en Aquel que lo envió para salvarnos, es necesario para obtener esa salvación. Porque sin la fe es imposible agradar a Dios y llegar a participar en la condición de sus hijos, nadie es justificado sin ella y nadie, a no ser que haya perseverado su fe hasta el fin, obtendrá la vida eterna.

La fe, entonces, es necesaria para salvarse y alcanzar el cielo.

Nadie puede vivir sin fe “cuando no se cree en Dios, se cree en cualquier cosa”. La vida de una persona sin fe no tiene sentido, pero el que tiene fe sabe que después de esta vida, existe algo mejor.

6- La Fe debe ser perseverante.

La fe es un don gratuito que Dios hace al hombre. Este don podemos perderlo. Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la Palabra de Dios; debemos pedir al Señor que la aumente; debemos actuar por la caridad y ser sostenidos por la esperanza.

La perseverancia es la fe. Sin embargo hubo casos en los cuales hacemos excepciones:

- Judas. Estuvo siempre con Cristo, pero en un momento la traicionó.

- El ladrón que fue crucificado con Jesús. Nunca estuvo con Cristo, robaba y mataba, tenía una mala vida. Tuvo fe y se ganó un lugar en el cielo porque en el final de su vida perseveró.

7- La fe es el comienzo de la vida eterna.

La fe es un gusto anticipado de lo que no hará bienaventurados en la vida futura. Pero muchas veces la fe puede ser puesta a prueba en el mundo en el que vivimos, de sufrimiento y dolor. Es allí cuando debemos volver hacia los verdaderos testigos de la fe como Abraham y la Virgen María.

El sujeto eclesial de la Fe

La fe no es un acto asilado. El creyente ha recibido la fe de otro y así debe transmitirla a otro también. Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de los creyentes. Yo no puede creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener al fe de los otros.

“Creo” es la fe de la Iglesia profesada por cada creyente, principalmente es su bautismo. “Creemos” es la fe de la Iglesia condesada por los obispos reunidos en el Concilio o por la asamblea litúrgica de los creyentes. “creo” es también la Iglesia, nuestra Madres, que responde a Dios por su fe y nos enseña a decir, “yo creo”.

La Iglesia es la primera que cree y así conduce, alimenta y sostiene mi fe. Por medio de la Iglesia recibimos la fe y la nueva vida en Cristo por el bautismo. En el ritual romano el ministro pregunta al catecúmeno: Qué pides a la Iglesia? Y la respuesta es: la fe; Qué te da la fe?, La vida eterna. La salvación viene solo de Dios, pero como recibimos la vida de la fe a través de la Iglesia, ésta es nuestra Madre, educadora de la fe. Desde siglos, a través de muchas lenguas, culturas, pueblos y naciones, la Iglesia no cesa de confesar su única fe, recibida de un solo Señor, transmitida por un solo bautismo, enraizada en la convicción de que todos los hombres no tienen más que un solo Dios y Padre.

Los símbolos de la fe: CATIC 185 SS.

La profesión de la fe cristiana

Profesar es decir con los labios lo que se tiene en el corazón y en la mente. Se llaman también símbolos de la fe que es un objeto partido que se presenta como señal para darse a conocer.

Se llama “CREDO” porque comienza con esa palabra. Es un resumen de todo lo que creemos los cristianos.

Quién dice YO CREO, dice YO ME ADHIERO A LO QUE NOSOTROS CREEMOS. La comunión en la fe necesita un lenguaje común a la fe normativo para todos y que nos una en la misma confesión de fe.

La Iglesia expreso y transmitió su propia fe en formulas breves y normativas para todos, pero quiso también recoger lo esencial de su fe en resúmenes orgánicos y articulados destinados sobre todo a los candidatos del bautismo. Resumen la fe q profesan los cristianos, se llama Credo por razón de q en ellas la primera palabra es normalmente “creo”.

El símbolo de la fe es un signo de identificación y de comunión entre los creyentes. El “símbolo de la fe” es la recopilación de las principales verdades de la fe. La unidad de la fe es el símbolo de la catolicidad. Se nos presenta a través de formulas normativas para todos y en forma breve que de no existir cada uno creería lo que quisiera y se desvirtuaría todo lo que conocemos. Son aquellas formas a través de las cuales, nosotros, los cristianos profesamos la fe.

El cielo NO es un lugar. Es un estado, un modo de ser de estar. Es un estado propio del alma o del espíritu. (De los ángeles o Dios).

La primera “profesión de fe” se hace en el bautismo. El “símbolo de la fe” es ante todo el símbolo bautismal. Puesto q el bautismo es dado “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

El símbolo de la fe se divide en 3 partes “primero habla de la primera persona divina y de la obra admirable de la Creación; a continuación, de la segunda Persona divina y del misterio de la redención de los hombres; finalmente la tercer Persona divina, fuente y principio de nuestra santificación”. Estas 3 partes son distintas aunque estén ligadas entre si. Según una comparación empleada con frecuencia por los primeros padres, las llamamos artículos. Según una antigua tradición se acostumbra a nombrar 12 artículos del Credo, simbolizando con el nº de los 12 apóstoles el conjunto de la fe cristiana.

Ninguno de los símbolos utilizados por la Iglesia a lo largo de su vida puede ser considerado inútil o superado, ya que nos ayudan a captar y profundizar hoy la fe de siempre a través de los diversos resúmenes que de ella han hecho.

Dos son los símbolos q ocupan un ligar muy particular en la vida de la Iglesia:

- Símbolo de los Apóstoles: es considerado como un resumen fiel de la fe de los Apóstoles. Su gran autoridad le viene de este hecho: “es el símbolo que guarda la Iglesia romana, la que fue sede de Pedro, el primero de los Apóstoles, y a la cual el llevo la doctrina común”.

- Símbolo Nicea-Constantinopla debe su gran autoridad al hecho de que es fruto de los dos primeros concilios ecuménicos. Sigue siendo hoy el símbolo común a todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente.

Recitar el Credo con fe es entrar en comunión con Dios Padre, Hijo y ES, es entrar también en comunión con toda la Iglesia que nos transmite la fe.

La revelación progresiva del nombre de Dios:

El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe. Solo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Nombrar es nominar, definir y esto significa limitar. Por lo tanto no podemos decir que Dios tenga nombre.

Al designar a Dios con el nombre de “Padre”, el lenguaje de la fe indica principalmente 2 aspectos: que Dios es origen primero de todo y autoridad trascendente y que es al mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para sus hijos. Esta ternura paternal de Dios puede ser expresada también mediante la imagen de la maternidad. Dios transciende la distinción humana de los sexos. No es hombre ni es mujer, es Dios. Trasciende también la paternidad y la maternidad humanas, aunque sea su origen y medida. Nadie es padre como lo es Dios. Jesús ha revelado que Dios es “Padre! En un sentido nuevo: es eternamente Padres en relación a su Hijo Única, que recíprocamente sólo es Hijo en relación a su Padre. La Iglesia manifestó que el Hijo es CONSUBSTANCIAL al Padre, es decir, un solo Dios con Él. Consubstancial quiere decir que tiene la misma naturaleza. Si el Padre tiene naturaleza divina, por lo tanto su Hijo también.

El Espíritu Santo es enviado a los apóstoles y a la Iglesia tanto por el Padre en nombre del Hijo, como por el Hijo en persona, una vez que vuelve junto al Padre. El envió de la persona del ES tras la glorificación de Jesús, revela en plenitud el misterio de la Santísima Trinidad. El ES que es la tercera persona de la ST, es Dios, uno e igual al Padre y al Hijo, de la misma substancia y también de la misma naturaleza. Por eso, no se dice que es solo el Espíritu del Padre, sino a la vez el Espíritu del Padre y del Hijo. “El ES tiene su esencia y su ser a la vez del Padre y del Hijo y procede eternamente tanto del Uno como del Otro como de un solo Principio y por una sola espiración”.

La Iglesia utiliza el término “substancia”, “naturaleza” o “esencia” para designar el ser divino en su unidad; el término “persona” o “hipóstasis” para designar al Padre, al Hijo y al ES en su distinción real entre sí; el término “relación” para designar el hecho de que su distinción reside en la referencia de cada uno a los otros.

A Dios se lo nombraba antiguamente como:

- Él (no es el artículo)

- ELOHIM

- YAVÉ “yo soy” “yo existo”

- JESÚS: Dios salva NT

- PADRE AT

- Espíritu Santo NT Espíritu de la verdad.

Dios está siempre junto a su pueblo, para salvarnos.

Para Dios no hay pasado, presente ni futuro. Hay un eterno presente. Para nosotros si hay un tiempo, una dimensión.

Dios siempre quiere que nos salvemos pero somos tan imagen y semejanza de Él que tenemos plena sabiduría, que tenemos plena libertad para elegir nuestro camino.

Debemos INTENTAR cumplir el bien y vivir según las enseñanzas de Dios.

Dios revela lentamente su nombre. Permanece escondido porque es un Dios desconocido. Esto ocurre debido a que Dios debe ser descubierto por la fe del hombre.

Dios es MISERICORDIOSO, es decir, pobre de corazón y CLEMENTE, es decir, que tiene consideración, piedad y compasión.

El objeto de la inteligencia es CONOCER la verdad, es decir, la esencia de todas las cosas sensibles.

Para esto, se ayuda de:

A- Los sentidos externos

- Vista

- Tacto

- Gusto

- Oído

- Olfato

B- Los sentidos internos:

- Imaginación

- Memoria (recordamos)

- Sentido común (une todos los datos de los otros sentidos)

- Cogitativa (piensa). Es una facultad que tenemos en común con los irracionales, en ellos, se llama estimativa, instinto de conservación. En nosotros está unida a la razón. Nos permite discernir entre el bien y el mal con el golpe de inteligencia llamado intuición que permite captar como por ej. “El todo es mayor que la parte”.

Primero conocemos lo verdadero antes que lo falso.

¿Dios es lo primero conocido? FALSO. Porque la inteligencia se va ejercitando y Dios es uno de los pensamientos más elevados del hombre. El primer ser conocido por nosotros es el objeto lividinal que es nuestra mamá que es lo primero que se nos presenta cuando somos bebés.

Pero como el objeto de la inteligencia es conocer la verdad, se le da a Dios el nombre de VERDAD, elevada a su máxima potencia. “Yo Soy el que Soy, la Verdad y la Vida”.

Si Dios nos revelaría algo falso, 1ro no sería Dios y 2do no conoceríamos finalmente la verdad. Se nos mostrara algo falso, introduciríamos en Dios el error y ya no sería Dios. Dios es la inspiración para la inteligencia del hombre.

Dios es AMOR. (1RA CARTA DE JUAN 4,8). El objeto de la voluntad es querer y el hombre siempre quiere el BIEN.

Consecuencias:

- Si Dios es verdad y el hombre busca la verdad, entonces el hombre deberá VIVIR EN LA VERDAD.

- Reconocer la dignidad de todos los hombres porque cualquier hombre es imagen y semejanza de Dios. Porque la inteligencia y la voluntad son facultades que también Dios posee. Entonces, todo hombre tiene dignidad humana.

- Vivir en la caridad según las enseñanzas del Señor. Ser paciente, humilde, servicial, todo soportarlo, no alegrarse de la injusticia, no ser envidioso, etc.

- Confiar en Dios. Porque si Dios nos ama, todo lo que recibimos viene de Él y nada que venga de Él puede ser malo. Dios no quiere el mal sino que permite cosas para que nuestro amor por una persona o por alguna cosa en particular crezca.

¿Existe algo real? Si existe, ¿lo podemos conocer?

Si existe. Lo podemos conocer porque si no lo conoceríamos no podríamos comunicar al otro lo que conocemos.

Relativismos: cada uno de nosotros ve la realidad de distinta forma, como nos parece a cada uno. Si caemos en el relativismo, donde no hay ningún tipo de normativa universal, no habría ninguna verdad absoluta. Lo relativo es opuesto a lo subjetivo. La vida para el relativismo es algo oscilante, relativo, no ABSOLUTO.

Hay un subjetivismo individual y social. Cae el concepto de PERSONA substancia individual de naturaleza racional (ST).

Los valores son ideales humanos que están en contra del relativismo. La globalización, el consumismo y demás problemas graves que se presentan en la sociedad hoy, hacen que se produzca el relativismo.

El dogma de la Santísima Trinidad:

- La trinidad es una. No confesamos 3 dioses sino un solo Dios en 3 personas: “la Trinidad Substancial”. Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios. El Padre es lo mismo que el Hijo, el Hijo lo mismo que el Padre y el Padre y el Hijo lo mismo que el ES, es decir, un solo Dios por naturaleza. Cada una de las 3 personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina.

- Las personas divinas son realmente distintas entre sí. El que es Hijo no es Padre, el que es Padre no es Hijo ni el ES es Padre o Hijo. Son distintos ente sí por sus relaciones de origen: el Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado y el ES es quien procede. La Unidad divina es Trina.

- Las personas divinas son relativas unas a otras. Todo es uno (en ellos) donde no existe oposición de relación. A causa de esta unidad, el Padre está todo en el Hijo, todo el en ES; el Hijo está todo en el Padre, todo en el ES; el ES está todo en el Padre y todo en el Hijo. Es una sola Divinidad y Poder, que existe Uno en los Tres, y contiene los Tres de una manera distinta. Divinidad sin distinción de substancia o de naturaleza. Es infinita connaturalizad de los tres infinitos. Cada uno, considerando en sí mismo, es Dios todo entero, Dios los Tres considerados junto.

Las obras divinas y las misiones trinitarias:

Dios es amor: Padre, Hijo y ES. Dios quiere comunicar libremente la gloria de su vida bienaventurada. Tal es el designio benevolente (compasivo) que concibió antes de la creación del mundo en su Hijo amado, predestinándonos a la adopción filial en él, es decir, a reproducir la imagen de su Hijo gracias al Espíritu de adopción filial. Este designio es una gracia dada antes de todos los siglos. Se despliega en la obra de la creación, en toda la historia de la salvación después de la caída, en las misiones del Hijo y del Espíritu, cuya prolongación es la misión de la Iglesia.

Cada persona divina realiza la obra común según su propiedad personal. Así la Iglesia confiesa, siguiendo al NT: uno es Dios y Padres de quien proceden todas las cosas, un solo Señor Jesucristo por el cual son todas las cosas, y una en el ES en quien son todas las cosas.

Toda la economía divina da a conocer la propiedad de las personas divinas y su naturaleza única. Toda la vida cristiana es comunión con cada una de las personas divinas, sin separarlas de ningún modo. El que da gloria al Padre lo hace por el hijo en el ES; el que sigue a Cristo, lo hace porque el Padre lo hace y el ES lo mueve.

El fin último de la economía divina es el acceso de las criaturas a la unidad perfecta de la Bienaventurada Trinidad.

“Yo soy el que soy” (206-207)

Al revelar su nombre “yo soy el que soy” o “yo soy el que es” o también “yo soy el que yo soy”, Dios dice quien es y con que nombre se lo debe llamar. Este Nombre divino es misterioso como Dios es misterio. Es a la vez un Nombre revelado y como la resistencia a tomar un nombre propio; y por esto mismo expresa mejor a Dios como lo que El es, infinitamente por encima de todo lo que podemos comprender o decir: es el “Dios escondido”, su nombre es inefable y es el Dios que se acerca a los hombres.

Al revelar su nombre Dios revela también su fidelidad que es de siempre y para siempre, valedera para el pasado como para el porvenir.

Dios revela que es “rico en misericordia” llegando hasta dar a su propio Hijo. Jesús, dando su vida para librarnos del pecado, revelara que El mismo lleva el Nombre divino: “Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo soy”.

Dios es único, fuera de El no hay otros dioses, trasciende en el mundo y la historia. El es quien ha hecho el Cielo y la Tierra.

Resumen:

El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe. Solo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La encarnación del hijo de Dios nos revela a Dios como Padre eterno y q el Hijo es consustancial al Padre, por lo tanto, Dios es Padre e Hijo.

La misión del Espíritu Santo enviado por el Padre en nombre del Hijo y por el Hijo junto al Padre, nos revela q son Dios. El Espíritu Santo procede del Padre en cuanto fuente primera y por el don de este al Hijo, procede del Padre y el Hijo en comunión.

Por la gracia del bautismo somos llamados a participar en la vida de la Bienaventurada Trinidad.

En la Trinidad no se confunde a las personas ni se separan las substancias; una persona es el Padre, otra el Hijo, otra el Espíritu Santo, pero de ellos 3 se da una divinidad. Estas personas divinas inseparables en su ser lo son también en su obrar, pero cada uno manifiesta lo q es dentro de la Trinidad, y sobre todo en sus misiones divinas de la encarnación del Hijo y del don del Espíritu Santo.

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