Teología de la Cruz en contraste con la teología de la gloria

ENSAYO

Teología de la Cruz en contraste con la teología de la gloria

Milton Tejeda Huatuco

INTRODUCCIÓN

Como sabemos la teología, etimológicamente hablando, remite a una palabra humana (“logos” que intenta comprender y explicar a “Theos”). Y si pretende ser “bíblica” y “cristiana”, tendrá que estar basada en la Escritura (Antiguo y Nuevo Testamento). De ésta deriva su autoridad. Ese es uno de los pilares inclaudicables de la Reforma (Sola Scriptura). Es la norma “normante”, verdadera regla de fe y conducta.

La Sola Escritura nos remite a la autoridad final del creyente. La Biblia, por tanto, a de evaluar esa tentación constante de los teólogos de la gloria, quienes quisieran más bien la norma de la SOLA LÓGICA. Si afirmamos SOLA ESCRITURA significa entonces que debemos desarrollar seriamente la disciplina de la teología bíblica.

1. TEOLOGÍA DE LA CRUZ

Comienzo con una importante cita del teólogo francés Jacques Dupuis, tomado de “Introducción a la Cristología”.

La persona, la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo son tan centrales al misterio cristiano que a veces se ha dicho –entiéndase bien- que el “cristianismo es Cristo”. [...] La teología cristiana, en consecuencia, será esencialmente cristocéntrica. [...] Colocar a Jesucristo en el centro del misterio cristiano no significa hacerle usurpar el lugar de Dios: Dios sigue siendo el fin de todas las cosas, así como su origen. Si Jesucristo, como mediador, está en el centro del plan de Dios para la humanidad, la razón es que Dios mismo le ha colocado allí en su eterno designio.

La teología de la cruz no debería ser entendida como una “logía” más, sino que se ha constituido en el principio hermenéutico de todo el edificio teológico, donde se condensa la esencia de la teología de Lutero. Esta noción es la llave maestra para abrir toda reflexión teológica. Por eso la teología de la cruz es un asunto fundamental. En las diversas expresiones evangélicas en relación con los luteranos tenemos opiniones distintas en lo que respecta a la eclesiología, pneumatología y la escatología, pero no así en asuntos cristológicos. Y es que la teología de la cruz de Cristo no es “negociable”. Pues “Solo la cruz es nuestra teología”, sin esta verdad fundamental no hay historia del cristianismo, ni de las iglesias cristianas, no hay redención, no hay absolutamente nada, así como lo expresa Giacomo Cassese: “Sin la cruz de Cristo todo lo que queda es el estiércol de la religión que enceguece al ser humano.” Por tanto, la teología de la cruz, es lo permanente válido, lo irrenunciable, lo que marca en toda teología digna de llevar ese nombre.    Adicionalmente, Daniel M. Deutschlander, sostiene la esencia de la teología de la cruz de la siguiente manera:

…con una teología de la cruz queremos decir una teología que está centrada en Cristo y en su cruz, en la obra de nuestra redención, quien murió por nosotros para salvarnos y luego resucitó para proclamar su triunfo para sobre la muerte y el infierno. Su cruz y resurrección son el principio, la mitad, el fin, el todo de nuestra teología, nuestra fe en esta vida y nuestra esperanza del cielo en la vida que viene.

Pues, en la cruz se encuentra la verdad más profunda de la Palabra de Dios, el mayor y extraordinario despliegue de la revelación de Dios no lo encontramos en la creación, ni lo encontramos en hechos portentosos o milagrosos, la más clara extraordinaria revelación de Dios lo encontramos en la cruz de Cristo, en su muerte vicaria a favor nuestro. No hay ningún otro lugar donde nosotros debemos mirar para poder conocer a Dios, en la cruz lo conocemos, nos hacemos uno con él en su muerte.  

...