Terrorismo, una nueva modalidad para alcanzar la paz.

Universidad de San Carlos de Guatemala[pic 1][pic 2]

Escuela de Ciencias de la Comunicación

154 Análisis comparativo de las sociedades

capitalista y socialistas.

Lic. Gustavo Morán

Ensayo:

Estado Islámico, eje del mal  

(Terrorismo, una nueva modalidad

para alcanzar la paz)

10mo. Semestre lic. nocturna                 Carné

Claudia Romelia Guzmán Muralles         200215467

Juan José Yumán                                 201217030

Wilson Enrique López Muralles                 201216780

Edy Salvador Cux Silvestre                201216687

Denisse María Fernández García         201217211

Wilmar Misael Puluc Cuchijay                 201221153

Karen Julissa Salazar de la Cruz         201221064

INTRODUCCIÓN

La vida trasciende y la historia continúa llenando sus páginas de hechos relevantes para este planeta. Es tan inevitable el cese de la vida misma cuando el hombre procura su perseverancia como fin último de la humanidad. Y es que desde que los primeros microorganismos colonizaron la tierra y la evolucionaron junto a ella, el intelecto también fue desarrollado. El hombre primitivo se organizó y decidió crear pequeños grupos de habitantes para formar una sociedad, que posteriormente conspiró para adquirir poder, dividir y conquistar pueblos, mantener sumisos los ideales a cambio de sus deseos. La historia también muestra los legados heredados entre poderíos que objetan mantener concentrado el poder y dominar a los débiles.

Aunque el tiempo circule aceleradamente y las materias se transformen; los ideales permanecen; es mucho más fácil derribar un montaña antes que un pensamiento. En pleno siglo XXI podemos hablar sobre las grandes catástrofes que han lacerado a millones de personas sobre el planeta, pero no nos referimos exactamente a los cataclismos naturales, sino a las pestes que el mismo hombre ha provocado siguiendo el olor de la codicia, el poder e inclusive la religión.

El papel de la religión se ha desenvuelto abruptamente en la actualidad, los adeptos mantienen las perspectivas religiosas de sus antepasados y buscan transmitirlas a los neófitos. Pero, la religión no busca sólo deslumbrar el espiritualismo en los seguidores, sino persigue consumar la creencias sin importar el camino a seguir para llegar al trono. Bien lo decía Karl Marx: ¨la religión es el opio del pueblo¨. Y aunque los ¨profetas y enviados del cielo¨ hayan abandonado este lugar, y dejado a sus seguidores para defender la causa, han hecho descender la desolación sobre aquellos ajenos a sus dogmas. Recordemos que la humanidad ha sobrevivido a dos guerras mundiales, pero está próxima a una tercera guerra silenciosa, conspirada por las potencias mundiales (principalmente las occidentales) y excusadas bajo la religión.

Es recurrente hablar sobre el poder político y económico que se encuentra en cuestión, porque muchos lo desean. Por lo tanto, todo poder tiene un precio y todo precio alguien lo tendrá que pagar. Este pensamiento nos traslada a las palabras citadas por Nicolás Maquiavelo en su escrito dirigido al príncipe ¨un príncipe debe saber entonces comportarse como hombre y como bestia¨. Ahora, acercándonos a una tercera guerra mundial, entendemos que la paz y la democracia nunca han existido; el hombre con poder ha creado maneras para disfrazarla y exponer debilidades inexistentes para derrotar a sus enemigos. Aunque esto parezca contradictorio, el terrorismo se ha convertido en una nueva modalidad de controlar el poder, plantando el miedo en aquellos que se opongan a seguirlos. Ante las eventualidades se considera estar viviendo bajo una tercera guerra mundial ¨por partes¨ según el Papa Francisco, esto debido al alcance y propagación de todas las guerras en el mundo. Refutó en contra de la avaricia de poder, la ideologías y por su puesto, el comercio ilegal de armas entregadas a mercenarios para interrumpir la paz.

Actualmente las ideologías están acostumbrándose a cumplir su leyes estrictamente, ahora irrumpir la paz está convirtiéndose en una moda sangrienta liberal. Los gobiernos ceden el autoritarismo; ¨a quema ropa¨ a grupos insurgentes objetando la toma del poder, en nombre de la paz. Es evidente que el terrorismo se despliega como peste por las regiones del oriente medio, inclusive en pequeñas cantidades por algunos países occidentales.

Se desplazan en nombre de la ¨Yihad¨ comúnmente traducida como: ¨Guerra Santa¨,  éste es el acrónimo que algunos grupos terroristas fieles seguidores y fundamentalistas del islam, quienes defiende su perspectiva religiosa, hasta la muerte. El extremismo utilizado por éstos, ha alcanzado niveles lejanos a la conciencia humana, y degradación de la paz mundial. El antagonismo sigue dejando secuelas y utilizando la conciencia de los rebeldes para avanzar. Las estrategias a utilizar pueden, casi siempre la metodología sangrienta que muestra su poderío, devastando como ríos de lava y sangre por donde transita. Los medios de comunicación  muestran a la  humanidad el salvajismo con que operan para desestabilizar el statu quo dentro de los gobiernos federales, siendo la población el blanco perfecto para interactuar con la maldad. Se ha visto como nuevos grupos terrorista emergen por medio de la venta de drogas y armar, las extorsiones y secuestros, y por supuesto; el financiamiento de organizaciones gubernamentales.

Anteriormente como una dependencia de uno de los grupos terroristas más reconocidos a nivel mundial (Al Qeda), el Estado Islámico había proliferado bajo un ideal similar al de su cimiente. Posteriormente el fundamentalismo regidor de éste; fue tergiversado y adoptado medidas sumamente extremistas, el camino que seguían fue divido y por consecuencia las independencias fueron creadas. Aunque ambos grupos terroristas aseguran seguir los preceptos forjados por la ¨Yihad¨, con la exclusividad que se cumplirán a su manera. Atender el llamado para crear una ¨Guerra Santa¨ según lo que establece el Corán dentro de islamismo, es lo que persigue el Estado Islámico.

Mientras se pretende llegar a la profecía divina, la belicosidad estará presente para EI (Estado Islámico). Pareciera ilógico y utópico el ideal defendido por EI, pero no se habla únicamente de un mandato celestial para la posteridad, razones políticas  y filosóficas son quienes verdaderamente sostienen los ideales de estos ¨revolucionarios¨, y aunque la visión principal se ha convertido en una resistencia islámica para quienes no deseen agregarse, aún se espera que la profecía sea cumplida según las ¨suras¨ redactadas en el Corán. Falta mucho por conocer antes las eventualidades próximas, la lucha de poderes no cesará hasta que alguien se corone el poder absoluto.

DERROCAMIENTO DEL SOCIALISMO PARA UN ESTADO ISLÁMICO.

Para tener una perspectiva crítica sobre los acontecimientos y lograr la proliferación en el intelecto, se debe recurrir a la historia escrita por los acontecimientos de oriente y occidente. Algo inusual, las contraposiciones entre puntos cardinales (oeste-este) y el contraste de ambos en cuestiones filosóficas, políticas, religiosas e históricas. Si hay algo que destaque sobre estos hemisferios y esté en disputa constante, es la religión. Tanto en occidente como oriente la religión se ha propagado aceleradamente hasta los pueblos más remotos de los continentes y su lado contrario (el ateísmo) ha emergido como una liberación para los atavíos de los pueblos.

El socialismo proclama  el ¨ateísmo de estado¨ como estandarte para el progreso de la nación, éste sistema en ocasiones buscar perseguir activamente la religiones, seguidores y creyentes de la misma, declarando inclusión en la violencia para hacer valer su peso. Tal fue el caso de la antigua Unión Soviética que implementó este sistema dentro de sus fronteras excluyendo cualquier religión de su territorio. Aprovechando la guerra civil iniciada en Afganistán a partir de 1978 tras el triunfo de la revolución marxista, el ejército soviético apoyó a las fuerzas armadas de la República Democrática de Afganistán (RDA), guerra que se mantuvo desde 1979 hasta enero de 1989 contra los muyahidines (talibanes que mantienen su postura ante la fe para hacer cumplir la ¨Yihad¨), quienes son reconocidos como rebeldes, concibiendo la cimiente de Al Qaeda.

Tras el antagonismo provocado por el socialismo por transformar Afganistán en una república socialista y democrática, surge la fuerza opositora de los ¨muyahidines¨, que posteriormente recibieron ayuda de los Estado Unidos y la cooperación especial del Servicio de Inteligencia Americano (SIA). La alianza de estas fuerzas forma el nuevo frente anticomunista preparado para luchar contra el gobierno surgido en la revolución de Saur en 1978. Este nuevo enfrentamiento tuvo el reclutamiento de ¨yihadistas¨ internacionales, entre ellos  Osama Bin Laden, de origen saudí, quien posteriormente lideró y formó su mencionada red de mercenarios (Al Qaeda).

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