Tocada por Jesús

TOCADA POR JESÚS

SITUACIÓN DE LA MUJER

En los tiempos de la Palestina de Jesús como en esta época en pleno siglo XX, la situación de la mujer sigue siendo parecida y más países en desarrollo, en donde las mujeres siguen siendo relegadas, discriminadas, aisladas, tratadas con desigualdad económica, social, laboral, en fin en muchos ámbitos donde se quiera desarrollar, en la misma familia sigue existiendo la idea de que la mujer no necesita estudiar ni prepararse ya que cuando forma una nueva familia no lo necesitará; la mujer sigue siendo objeto de abusos, maltratos y se le señala como la causante de tales situaciones, los feminicidios  son un ejemplo, o suicidios al no poder salir de esas situaciones. En la Palestina de Jesús la mujer era vista como impura, la situación de viudez era sinónimo de miseria y desgracia, y era considerada como objeto de segunda junto con los niños y los enfermos, la mujer no podía entrar en la sinagoga por lo cual no tenía acceso a la reflexión de la palabra, al quedar sola sin esposo o hijos varones era despojada de sus bienes y condenada a vivir en la miseria.

Tales situaciones ponen en el corazón de la mujer profunda tristeza y desánimo por la vida, aún y cuando se presenten con seguridad en los roles que desempeñan en su diario vivir, como madres, esposas, hermanas, hijas, profesionistas, etcétera.

JESÚS Y LAS MUJERES

Es entonces cuando les debemos recordar que “un tal Jesús de Nazaret” pasó regenerando y dignificando a mujeres como ellas, las sano, las levanto, las puso nuevamente en acción dentro de su comunidad y las lleno de esperanzas.

Recordemos el caso de la mujer adúltera a quién Jesús le dice “YO TAMPOCO TE CONDENO” Jn 8,3

El caso de la mujer pecadora que enjuga los pies del Señor y éste le dice “TUS PECADOS TE SON PERDONADOS”  Lc 7, 36-50

O cuando consuela a la madre que había perdido a su hijo y con él la esperanza de vivir en la sociedad de su tiempo “NO LLORES” Lc 7, 11-17

Jesús también enseña y por medio de algunas mujeres da luz de cómo deben vivir, por ejemplo a la samaritana la elige como mensajera a pesar de su condición. Jn 4, 27

A Martha y María las hermanas de Lázaro cuando da  lugar a María en el aprendizaje, estudio y reflexión de la Palabra de Dios. Lc 10,38

Cuando sana a la suegra de Pedro, quien se levanta apta y capaz y para demostrarlo, se puso a servir. Mc 1, 29-31

Al igual que a la mujer encorvada a quien la sano y se puso a glorificar a Dios. Lc 13, 10-17

Y a la mujer siro fenicia quien le pide que sane a su hija enferma aun cuando no era bien visto por ser una extranjera y al hacerlo, Jesús muestra que la misericordia es para todos. Mc 7, 24-30

Así cómo estos ejemplos se pueden encontrar muchos más en la escritura, en donde Jesús restituye a la mujer, la trata con amor, respeto y cariño  pues él sabe cómo escucharlas, como mirarlas, como consolarlas, aliviarlas, liberarlas y devolverles su dignidad.

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