¿Un Teólogo De La Liberación Al Santo Oficio

¿Un teólogo de la liberación al Santo Oficio?

Del Vatican Insider (ENG) (ITA)

Gerhard Ludwig Müller es obispo de Ratisbona. Amigo personal de Benedicto XVI, en Alemania lo consideran un defensor de la ortodoxia católica. En Roma suena como un fuerte candidato para sustituir al cardenal William Joseph Levada al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio. Pero pocos saben que es también un pupilo de Gustavo Gutiérrez, el “padre” de la teología de la liberación latinoamericana, con quien mantiene una histórica e íntima amistad.

Su trayectoria académica es impecable. Además de haber sido catedrático en la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich se ha desempeñado como profesor visitante en diversas casas de estudio de Perú, España, Estados Unidos, India, Italia y Brasil. Autor de numerosas publicaciones, su obra más famosa es “Dogmática. Teoría y práctica de la teología”.

Integrante de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Alemana, de 1998 a 2002 participó como miembro de la Comisión Teológica Internacional. Obispo de Ratisbona desde el 1 de octubre de 2002, en su país natal se le conoce también como un adalid de la sana doctrina, entre otras cosas porque en su diócesis le ha cortado las alas al movimiento disidente “Somos Iglesia”.

Este grupo liberal (defiende el sacerdocio casado, las mujeres presbíteros, el homosexualismo y otras ideologías extravagantes) le ha profesado públicamente su odio e incluso intentó boicotear la visita de Benedicto XVI a Baviera en 2006 con manifestaciones públicas sin mayor éxito. Esa misma asociación interpuso una queja en El Vaticano contra una reforma a las estructuras de la diócesis aprobadas por el obispo, cambios que quitaron poder y relevancia a la misma “Somos Iglesia”.

Por estas razones y por una amistad personal goza desde hace años de la confianza de Joseph Ratzinger, tanto como para ser designado responsable de curar su “Opera Omnia”: una serie de volúmenes que recogerán, en una sola edición, todos los escritos del pontífice teólogo. Responsabilidad que lo tiene cerca de Roma y de las “grandes ligas” de la Iglesia.

Pero el pastor de Ratisbona tiene otra historia, ligada a América Latina. Desde 1988 hasta la fecha ha viajado cada año a Perú para seguir cursos con Gustavo Gutiérrez, al cual considera su maestro y amigo. Ha tomado cursillos teológicos en los seminarios de Cusco, Lima y Callao, además de vivir durante meses enteros con los campesinos de una parroquia junto al lago Titicaca, en la frontera con Bolivia.

Esta antigua relación le llevó a recibir, en noviembre de 2008, el doctorado “honoris causa” de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), la misma que en estos momentos se encuentra en una polémica institucional tras declararse en rebeldía contra la autoridad del cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne y las instrucciones de la misma Santa Sede. Una casa de estudios donde se ha forjado lo más selecto del progresismo peruano, lobby homosexual incluido.

“Mis experiencias con la teología de la liberación” fue el título de la conferencia que Müller impartió durante la ceremonia en su honor. En ella pasó revista a su larga relación con Gutiérrez y explicó sus razones

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