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EL SANTO OFICIO VS.


Enviado por   •  2 de Junio de 2013  •  1.963 Palabras (8 Páginas)  •  474 Visitas

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El SANTO OFICIO VS. CULTO A LA RAZON

Por: Onésimo Valenzuela Avendaño

U

na de las claves que explican la complejidad de las cosas en este mundo, a mi modo de ver, reside en la dualidad de las mismas, el hombre no escapa a ellas, y así tenemos, mente-cuerpo, individuo-sociedad, interioridad-medio externo, sujeto-objeto; entre otras tantas que han revelado una parte de realidad a veces contradictoria sobre las dimensiones que componen lo que decimos conocer como ser humano.

Ante esta perspectiva, parece que la consiga está dada de una vez para siempre al hombre. Procurar encontrar el punto medio entre dos extremos o, recordando al estagirita:“entre polos opuestos, el punto medio es la virtud” o quizá al mismo Piaget, hablando de algunos conceptos de su teoría donde también hace referencia al “punto medio”, y el constructo utilizado fue el concepto de equilibración.

Estamos pues llamados a encontrar un punto de encuentro, a buscar la coexistencia de las cosas. A demostrar que existen maneras válidas de apreciar la dualidad; por ejemplo, en la forma de complementariedad, de puente, de relación.

Lo anterior a razón de que el hecho educativo En México, me parce infestado de polarizaciones que obedecen al status quo mantenido por una parte, por los llamados grupos de poder y por otra, los llamados de resistencia. Y me apego a este rubro, ya que la lectura de “Escuelas que matan” es una exhortación al cambio, a soltar amarras de los perjuicios que deja un modelo juzgado obsoleto y primitivo como lo es el paradigma educativo tradicional, basado en una disciplina extrema que lo que busca de fondo es ejercer sobre los individuos una asidua vigilancia de la conducta. Modelo criticado por varias décadas y practicado por más de 200 años a propósito de nuestras celebridades de libertad. Algo bastante paradójico y contradictorio

Noto pues una pugna entre lo nuevo y lo viejo, entre dos polos, de entrada opuestos. Ante esto, y haciendo uso del lenguaje propio del libro arriba citado, sobre la singularidad, por demás agradable de los títulos del contenido, digo: “ni todo lo antiguo es malo, y ni todo lo muevo es bueno” no creo en las fórmulas mágicas, no hay panacea que cure los males de la educación y la forma como se practica. No hemos podido, ni podremos, sincronizar algún tipo de modelo educativo con las necesidades educativas que la sociedad mexicana necesita, porque no depende sólo de los planes, de los programas o del modelo educativo que se implante, porque cualquiera que este sea, nos rebaza por más de 20 años de existencia. Y el mundo después de 20 años ya no es el mismo, y las necesidades ya no son las mismas, porque el principio biológico nos enseña que todo es un continuo devenir, evolución creativa. Agregando que, en opinión de muchos nuestro país no ha podido abolir los fantasma de la educación anclada en la edad media, lancasteriana, memorística, libresca, pasiva, magistrocéntrica, escuela para vigilar y castigar. Hecha para educar hombres sumisos agachones, amodorrados, dóciles, obedientes; asemejados al indio Juan Diego elevado a santo gracias a su fiel rol de siervo, modelo de vida para los mexicanos. Hasta aquí con la perspectiva del libro escuelas que matan, parece que el punto medio que equilibra la balanza se ha inclinado al lado del santo oficio, de una escuela concebida como retrograda, la escuela tradicional. La diatriba va directa a la institución que inventó el famoso método del “cuestionamiento” interrogatorio mediante el cual se castigaba cualquier conducta desviada o no apetecida por dios, según los hombres que administraban la gracia de dios. Este método de tortura física, ha encontrado eco hasta hace no hace mucho en nuestras escuelas autoritarias, de las cuales salimos nosotros y no vamos lejos, el pasado 13 de Agosto del 2010, una instancia de gobierno en el estado de Quintana Ro nos rememoró el método medieval, con el llamado cuarto de aislamiento, propio para niños con problemas de conducta. ¿Será posible en pleno siglo XXI donde los derechos del hombre están en boga? Definitivamente parece cierto que en no pocos casos, los demonios del pasado nos alcanzaron. Pues en ¡hora buena cuarto de aislamiento! Y los niños que se cuiden por que por ahí anda el “coco”. Me refiero a los guardianes de la conducta.

Ante esto, nos sienta bien la pregunta ¿Por qué si ha habido propuestas serias sobre modernización y calidad educativa no se notan las transformaciones logradas o los avances?

La pregunta evoca el planteamiento o explicación inicial de este ensayo, es decir la dualidad, o son peras o son manzanas. Si lo tradicional lo tomamos como peras, taca entonces el turno a las manzanas o lo que podríamos llamar enfoques de escuela nueva o escuela activa. Cuyo instrumento principal es el uso de la razón, pero una razón a la que se le otorgan herramientas para que se vuelva más hábil y diestra en la transformación activa del mundo material.-Sin embargo, esta tesis nos sigue exhortando a engrosar las filas de los obreros capacitados para ser más eficientes, no es una propuesta para descongelar nuestras mentes, es solo para descongelar el comportamiento físico. Pareciera que el ideal sería una educación que nos otorgara una mente bien formada con unas manos hábiles capaces de en conjunto acercarnos más al deber ser de la educación, ápice de esta dualidad.

Estos serían los dos enfoques de la compleja dualidad sobre el hecho educativo en las escuelas de nuestro México. El punto es que con pugnas y críticas a cualquiera de los dos enfoques no se logra más que deterioro y gasto de argumentos a favor o en contra. Como ya mencioné también en renglones anteriores, el punto es poder tender un lazo de unión, un puente, complementar. Recordemos que solo el trabajo en colectivo, el cambio de actitud, la preparación continua, la responsabilidad,

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