Un joven cristiano en la actualidad, podría decir que hoy es muy difícil ser íntegro ya que se maneja mucha presión en todos los aspectos de la vida.

Un joven cristiano en la actualidad, podría decir que hoy es muy difícil ser íntegro ya que se maneja mucha presión en todos los aspectos de la vida. Esta es una realidad; en cualquier ámbito en que nos movamos va a existir la presión de la mayoría en cuanto a nuestras creencias y convicciones. Nuestros amigos, compañeros de estudio, de trabajo y cualquier otra persona, van a hacer lo posible por vernos hacer todo lo contrario a lo que profesamos. Y no solo ellos; el mismo sistema en el que vivimos, nos insta a apartarnos de nuestras convicciones. A veces se cree que porque la mayoría hace una cosa, está bien; comenzamos a tolerar ciertas cosas, y terminamos cediendo ante la presión. Y es ahí donde decimos que es difícil ser íntegro hoy en día.

Lo cierto es que el tema de la presión no es algo que haya surgido en estos tiempos, ni en los siglos pasados. Esto es algo que desde hace miles de años ya existía. En la Biblia encontramos un relato de alguien que también sufrió mucha presión en todos los ámbitos de su vida.

Este joven fue uno de los hijos menores de Jacob. Veremos a través de su historia, como podemos mantenernos íntegros en un mundo que nos presiona en todo momento. Su vida ha de inspirarnos a soportar cualquier tipo de contratiempos, manteniéndonos firmes en nuestras convicciones. Su nombre fue José y a continuación estudiaremos un poco su vida y toda la presión que recaía sobre él.

Lo primero que sabemos de José es que era el primogénito de Jacob con su esposa Raquel. Recordemos que Jacob había trabajado catorce años para obtener la mano de Raquel. Esto nos da una idea del amor que tenía Él hacia ella. Por lo tanto, era de esperarse que el primer hijo con aquella mujer a la que tanto amaba, fuera un evento muy gratificante para Jacob.

La Biblia no nos relata cómo fue la relación entre José y Lea (la otra mujer de Jacob, hermana de Raquel); pero podemos suponer que había cierto grado de indiferencia de ella hacia José, dado que Jacob siempre expresó que a la que amaba era a Raquel; y puesto que José era hijo de Raquel, podríamos suponer quizás acertadamente, cierto grado de rechazo.

Pero eso no es todo. La Biblia si nos relata el rechazo que tenían los otros hijos de Jacob hacia José. Le tenían envidia porque éste era el preferido de José. Todos los que tenemos hermanos, sabemos mucho acerca del tema; cuando vimos alguna clase de favoritismo hacia algún otro, sentimos el rechazo o la envidia que sintieron los hermanos de José.

Aquí podemos ver la presión que tenía José en su familia. Ser íntegro en esta situación sería ser un poco difícil. José podía fácilmente hacer cualquier cosa para ganarse la aprobación de sus hermanos. Pero la Biblia nos relata que él prefirió mantenerse recto antes que buscar ganarse a sus hermanos. Acerca de esto dice la Biblia que José le informaba a su padre, la mala fama de sus hermanos.

Algunos dirían sobre esto que no estaba bien porque se estaría convirtiendo en un delator de sus propios hermanos. Pero de no hacerlo sería peor; se estaría convirtiendo en cómplice de las cosas que hacían ellos. Además, recordemos lo que dice la palabra: Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado. En este caso lo bueno era que Jacob supiera en que andaban metidos sus hijos.

Como ya sabemos, esto le trajo serias consecuencias sobre su vida. Sus hermanos conspiran contra él para matarlo. Pero se ve como la mano de Dios (en este caso por medio de su hermano Rubén) lo libra de este mal y en vez de matarlo, José es vendido a unos madianitas. Es muy probable que cuando decidas ser íntegro, el resultado inmediato será (humanamente hablando) negativo; pero debes estar tranquilo porque Dios actuará a tu favor.

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