Ve y predica

VE Y PREDICA

                        FELICISIMO MARTINEZ DÍEZ, O.P.

VITALIANO A NSUE NGUEMA OKOMO

[pic 1]

AUTOR: Felicísimo Martínez Diez es un dominico conocido a nivel nacional como internacional. Nacido en Pioro (León), es licenciado en filosofía y Letras por la universidad complutense de Madrid, Doctor en Teología por la universidad de Santo Tomas de Roma. Tiene la experiencia de haber vivido la misión en Europa, América Latina, en Asia.

ORESENTACION DEL LIBRO: el libro consta de dos partes principales, la primera parte abarca todo aquello que es la predicación en el siglo XIII, antes de la fundación de la Orden.

La segunda parte nos presenta una predicación mas actual a nuestro tiempo siendo la parte más breve del libro.

El libro también consta de un apéndice; en el se recoge las reflexiones personales de Felicísimo sobre las dificultades de la predicación y temas de otros indoles que tiene como fin una predicación saludable.

INTRODUCCIÓN

Tras cumplir los 800 y celebrar el jubileo de la fundación de la Orden 2016, esto nos obliga en primer lugar a un ejercicio de discernimiento y sinceración para hacer lectura de nuestra historia o la memoria histórica.

El propósito especifico del proyecto de Domingo fue el “ministerio de la predicación para la salvación de las almas. Como una expresión técnica de su tiempo que definía la misión de la iglesia.

El objetivo de domingo era emprender la renovación de la vida cristiana y reformar la iglesia mediante la predicación hay que tener en cuenta que la única orden de predicadores de aquel tiempo sólo podía ser ejercida por obispos llamado la “orden de Doctores y Predicadores”. Domingo quería una predicación cualificada y al mismo tiempo que tuviese una vida verdaderamente evangélica a imitación de los apóstoles, es decir, quiere una predicación realizada desde la oración y la contemplación desde el estudio constante de la verdad sagrada y desde la comunidad y la pobreza evangélica.  

2. RESUMEN DEL CONTENIDO

PRIMERA PARTE: PREDICACIÓN EN EL S. XIII

Tras cumplir los 800 años y celebrar el jubileo de la fundación de la Orden en 2016, esto nos obliga, en primer lugar, a un ejercicio de discernimiento y sin ceración para hacer lectura de nuestra historia o la memoria histórica. El propósito especifico del proyecto de Santo domingo fue el ministerio de la predicación para la salvación de las almas, como una expresión técnica de su tiempo que definía la misión de la iglesia.

El objetivo de Domingo era emprender la renovación de la vida cristiana y reformar la iglesia mediante la predicación. Hay que tener en cuenta que la única orden de predicadores que existía en aquel tiempo solo podía ser ejercida por los obispos y sus delegados llamado “Orden de doctores y Predicadores”. Domingo quería una predicación cualificada y al mismo tiempo que tuviese una vida verdaderamente evangélica a imitación de los apóstoles, es decir, quiere una predicación realizada des de la oración y la contemplación, desde el estudio constante de la verdad sagrada, desde la comunidad y la pobreza evangélica.

 Presagios y profecías; el nombre exacto de la Orden fundada por S. Domingo debería ser “Nueva Orden de Predicadores”, es un presagio que tiene Joaquín de Fiore, porque el nombre de Orden de Predicadores remonta a la comunidad de los apostólica que ejercía el ministerio de la predicación y ya existía el nombre de Orden de Predicadores como he señalado arriba que ejercían los obispos y los prelados.

Surge la nueva orden de predicadores por necesidad y por causa de la crisis de la predicación. El abad Joaquín de Fiore el nacimiento de una nueva Orden de Predicadores, que nacía como una Orden de docentes presidida por un maestro. Pues con los presagios y profecías sobre la Orden de Predicadores, en el cual tiene un enfoque apocalíptico, con este enfoque apocalíptico se cita numerosas historias y profecías de la fundación de una nueva Orden de Predicadores, incluso se recoge citas bíblicas donde se anticipa el nacimiento de una nueva Orden de Predicadores. Ej.; 1Re 10,20. Pero la idea es que la fundación de la Orden de Predicadores no es para cumplir profecías, si no para dar respuesta a las necesidades de la iglesia.

Como sucesores de los apóstoles consideran la predicación como su misión prioritaria, de igual forma que san Agustín considera a los apóstoles predicadores de la verdad.

Los obispos eran considerados doctores y pastores pues ambos oficios son prácticamente lo mismo. El doctor enseña a los clérigos y el predicador a los frailes, pero el, mensaje es el mismo: la Sagrada Escritura.

El predicador es el que vive lo que predica, se dedica en cuerpo y alma a su oficio, es decir, que predica en palabra y en ejemplo. Según Reginald Ladner dice “el obispo es el que únicamente debe predicar, su sacerdocio le hace ministro de la palabra y ministro del sacramento, por eso el conjunto de obispos se llamaba Orden de Predicadores.”

La crisis de la predicación; solo podía tener dos razones:

• La ausencia de la predicación.
• Las diferencias de la predicación.
• Las dos razones juntas.

El concilio IV de Letrán denuncia el abandono de la predicación por parte de los obispos. Pierre de Blois les llama perros mudos que no quieren ladrar. A los dominicos les llaman con frecuencia Dominis-Canes, “los perros del Señor” y “los perros de Domingo”. Humberto de Romanís iba en contra de todo nombre de los frailes de Santo Domingo que no fuera Frailes Predicadores. San Gregorio Magno había utilizado la figura de perro para designar a los predicadores y el símbolo de zorra para designar a los herejes, también utilizó el símbolo de ovejas para designar a los fieles.

De estas figuras surgen leyendas como la del religioso que advierte a la madre de san Bernardo que el hijo que lleva en su seno será un perro excelente y un predicador perfecto, de igual forma se cuenta del sueño de Juana de Aza.

En la crisis de la predicación entró también en debate sobre el derecho de los laicos a predicar, no se les permitía la predicación publica, pero sí se les permitía la exhortación fraterna entre individuos.

Inocencio III buscó todos los medios de enfrentarse con la herejía cátara en el sur de Francia, recurrió a los monjes cistercienses llevando acabo el programa “la predicación de Jesucristo”, el Papa propone predicar con la palabra y con el ejemplo, quería resolver el problema de la herejía con la evangelización y no con la política o la administración.

...