Violencia escolar

http://La violencia escolar (bullying) es un fenómeno antiguo en las escuelas, pero poco estudiado en nuestro medio. Se refiere al conjunto de comportamientos hostiles que una persona o grupo de personas, abusando de un poder real o ficticio, dirige contra un compañero/a de forma repetitiva y duradera, con la intención de causarle daño (5).

El término ‘bullying’ tiene una connotación tanto física como psicológica; es decir, connota intimidación, amenaza, hostilidad de carácter psicológico como así también el contacto físico entre las partes. Si bien no implica que necesariamente se den ambas modalidades de agresión para hablar de bullying (6).

Dan Olweus es el primer investigador en ocuparse de este fenómeno y conceptualizarlo. De hecho, es considerado el padre fundador de la investigación en la problemática del bully y su víctima; además es el experto en esta área.

Olweus es Dr. en Psicología, nacido en Suecia, quien durante 30 años se ha dedicado a investigar y trabajar en intervención en el área de problemáticas de agresor (bully) y víctima (bullied) entre niños y jóvenes en etapa de escolarización.

En 1970 inició un proyecto a gran escala que actualmente es considerado el primer estudio científico en el mundo de la problemática del bully y su víctima. En los ‘80 dirigió el primer estudio de intervención sistemática contra el bullying en el mundo, el cual documentó una importante cantidad de efectos ciertamente positivos de su “Programa de Prevención del Bullying”.

Olweus (1998) toma el vocablo ‘bullying’,-propio del ámbito escolar-, para definir aquel comportamiento que puede o no implicar contacto físico, pero que hace que el bully o agresor, en forma repetida y durante un período de tiempo,-al menos 6 meses- lleve a cabo acciones negativas hacia otro semejante (7).

Por su parte, Ken Rigby (2002) agrega ‘bullying maligno’ para hablar de ese comportamiento con el deseo de lastimar a través de un acto hiriente en un estado de desequilibrio de fuerzas o de poder con un uso injusto de dicho poder; el evidente disfrute del agresor y el sentimiento de opresión por parte de la víctima en repetidas ocasiones. David Farrington (1993) considera a la opresión como elemento central en el bullying. Lo define como una repetida opresión física o psicológica sentida por una persona menos poderosa ante uno más poderoso. De aquí se infiere claramente que para la víctima es difícil soportar o es injusto lo que le está sucediendo. No implica, sin embargo, que su juicio sea sensato. Se podría argüir qué es opresión. Sin embargo, consideramos esencial escuchar en primer lugar a la víctima pues sentirse oprimido es un indicador necesario de bullying pero no suficiente. En segundo lugar, se debe observar al bully. En general, se espera notar una sensación de triunfo o placer al lograr el efecto deseado o de causar, en palabras de Olweus, displacer o malestar. En el caso del bullying maligno uno se sorprendería si el perpetrador no estuviese satisfecho cuando reduce a su víctima hasta las lágrimas. De todos modos, puede que esa gratificación inmediata dé lugar al remordimiento (8).

Harris & Petrie (2006) definen al bullying como una conducta intencionadamente agresiva y dañina de una persona o un grupo de personas con mayor poder, normalmente sin que medie provocación (8).

Entre otros, Hazler (1996) nos advierte de la existencia de los testigos o espectadores quienes manifiestan diferentes sentimientos: enojo, tristeza, miedo e indiferencia (8).

Las consecuencias de este fenómeno social entre los niños y adolescentes son imprescindibles de considerar pues dejan al niño ó al adolescente en un estado de desprotección y vacío abrumadores y por lo tanto, sin posibilidades de afrontar. Por ello, las afecciones mentales y psicosomáticas son altamente gravitantes.

Asimismo,

...