VIOLENCIA ESCOLAR

PLANEACION ESTRATEGICA

Ensayo

La planificación estratégica no es el pensamiento estratégico. Uno es el análisis, y el otro es la síntesis.

Las estrategias más exitosas son visiones, no planes. Cuando las empresas comprenden la diferencia entre la planificación y pensamiento estratégico, que puede volver a lo que es la estrategia - proceso de decisiones debe ser: capturar lo que el gerente aprende de todas las fuentes (tanto los puntos de vista suaves de sus experiencias personales de otros a través de la organización y los datos duros de la investigación de mercados y similares) y, a continuación la síntesis de que el aprendizaje en una visión de la dirección en la que la empresa debe seguir.

Los planificadores deben hacer su mayor aporte en torno a la estrategia - haciendo el proceso más que en su interior.

Al redefinir el trabajo del planificador, las empresas reconocen la diferencia entre la planificación y pensamiento estratégico.

Planificación siempre ha sido acerca de análisis - trata de romper una meta o un conjunto de intenciones en pasos, la formalización de esos pasos, la formalización de los pasos para que puedan ser implementadas de manera casi automática, y articular las consecuencias anticipadas o resultados de cada paso.

El pensamiento estratégico, por el contrario se trata de la síntesis. Se trata de la intuición y la creatividad. El resultado de un pensamiento estratégico es una perspectiva integrada de la empresa, un no - también - una visión precisa de la dirección articulada.

La planificación formal, por su propia naturaleza analítica, ha sido y siempre será dependiente de la conservación y el reordenamiento de las categorías establecidas - los niveles existentes de estrategia (negocio corporativo, funcional), los tipos de productos establecidos (definidos como "unidades estratégicas de negocio "), superpuesta a las unidades actuales de la estructura (divisiones, departamentos, etc.).

Un cambio estratégico real requiere inventar nuevas categorías, no reorganizando los viejos.

La elaboración de estrategias necesita para funcionar más allá de los cuadros, para fomentar el aprendizaje informal que producen nuevas perspectivas y nuevas combinaciones.

Si le preguntas a los planificadores convencionales lo que ha fallado, inevitablemente le señalará una serie de trampas para los que, por supuesto, no son responsables.

Los planificadores quieren hacer creer que la planificación fracasa cuando no recibe el apoyo que merece por parte de la alta dirección o cuando se encuentra con la resistencia al cambio en la organización.

El problema es que la planificación representa un estilo de cálculo de la gestión, no un estilo de la comisión. Aquellos que promueven la planificación estratégica convencional es reducir el poder de dirección sobre la elaboración de estrategias.

El objetivo de aquellos que promueven la planificación es reducir el poder de los administradores sobre la elaboración de estrategias.

Para la planificación estratégica, la gran mentira es la siguiente: dado que el análisis abarca la síntesis, la planificación estratégica es la creación de estrategia.

Esta mentira en si misma descansa en tres suposiciones engañosas: la predicción es posible, que los estrategas se desprenden de los temas de sus estrategias, y, sobre todo, que la estrategia de proceso de toma se puede formalizar.

De acuerdo con las premisas de la planificación, el mundo se supone que debe permanecer inmóvil, mientras que un plan se está desarrollando y se mantenga en el rumbo previsto, mientras que el plan está siendo implementado.

¿Cuando en la literatura de planificación hay una pizca de evidencia de que alguien se ha molestado en averiguar, cómo los directivos a hacen las estrategias?

Por supuesto, algunas personas a veces "ven" cosas que vienen. Es por eso que los llamamos "visionarios". Sin embargo, ellos crean sus estrategias de manera mucho más personalizada e intuitiva.

La mentira del desapego. Es a través de los sistemas administrativos que la planificación

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