Viviendo En Victoria

VIVIENDO EN VICTORIA

(REQUISITOS PARA UNA VIDA VICTORIOSA)

Que hermosa promesa la del salmo 91:15,

“me invocara y yo le respondere, con el estare yo en la angustia, lo librare y le glorificare, lo saciare de larga vida y le mostrare mi salvacion”,

Este versiculo me hace recordar el pasaje que se encuentra en jeremias 33:3 “Clama a mi y yo te respondere…”

Yo creo que cada uno de los que estamos aquí, queremos que estas promesas sean una realidad en nuestra vida, queremos que el Señor nos ayude cuando lo necesitemos, queremos que el señor escuche nuestras peticiones, nuestros ruegos, queremos que el sea nuestro defensor y protector y SABEN UNA COSA el lo ha PROMETIDO, Y CUANDO EL SEÑOR PROMETE ALGO LO CUMPLE, EL NUNCA FALLA, EL NO SE VA A HECHAR PARA ATRÁS,.

El no es como nosotros, nosotros prometemos y prometemos y no cumplimos, prometemos a Dios, prometemos a nuestro projimo, nos prometemos a nosotros mismo, sino acuerdese del año nuevo, cuantas promesas hicimos: tal vez prometimos asistir a la iglesia con mas regularidad, prometimos dar el diezmo, nos prometimos no comer demasiado para bajar esos kilitos de mas. Y ahora preguntemonos ¿lo hemos cumplido? ¿Cuántas de esas promesas hemos podido cumplir? Bueno ud. Sabe la respuesta, y estoy seguro que hemos fallado y Dios sabe que no cumplimos lo que prometemos, por eso nos dice en ecleciastes 5:5 “cumple lo que prometes, mejor es que no prometas y no que prometas y no cumplas” pero:

DIOS NO ES HOMBRE PARA QUE MIENTA….EL DIJO ¿Y NO HARA? HABLO ¿Y NO EJECUTARA? Numeros 23:19

Claro que si, asi que podemos estar seguros de que lo que ha prometido en este salmo lo cumplira.

Pero porque hay tantos cristianos en los que estas promesas no son una realidad en su vida, porque a veces sentimos que el Señor no escucha nuestras peticiones, porque vivimos derrotados, porque vivimos como si no tuvieramos un Dios Todopoderoso que es capaz de escuchar nuestras oraciones. ¿cuantos de los que estamos aquí estamos pasando por problemas (problemas con nuestro vecino, con nuestros compañeros de trabajo, problemas en la escuela, problemas en la familia, problemas con los hijos) situaciones dificiles, situaciones que se han salido de control (crisis), necesidades, enfermedades. ¿acaso Dios ha fallado? ¿acaso Dios se ha olvidado de las promesas descritas en estos versiculos? Claro que no. El problema no esta en Dios el problema esta en nosotros

Si analizamos mas detalladamente el salmo 91 nos vamos a dar cuenta que para que estas promesas sean una realidad en nuestra vida hay un requisito que debemos cumplir, y es ahí donde fallamos.

Veamos:

I.-HABITAR AL ABRIGO DEL ALTISIMO

A. Habitar

Habitar: vivir habitualmente, residir, ocupar, afincarse. Las personas que estan cerca de ud. (vecinos) Saben donde ud. Vive, porque lo ven regresar todos los dias al mismo lugar, por lo tanto infieren que ese es su hogar,

En el hambito espiritual cuantas personas pueden decir de nosotros, yo se que tu eres cristiano, yo se que tu eres diferente, aun sin conocerte deberian de saber que eres cristiano el simple hecho de convivir con ellos deberia de bastar. Pero desafortunadamente no es asi, porque no estamos habitando en la presencia del Señor. Estas promesas son para las personas que han decidido habitar constantemente en la presencia del Señor, pero que pasa seguimos:

1. Habitando al amparo de nuestros deseos pecaminosos Pedro nos dice: “Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación, y abominables idolatrías” 1 Pedro 4:3

Y podriamos analizar cada una de las palabras escritas en este pasaje y nos dariamos cuenta que aun tenemos varias de ellas en nuestra vida.

B. AL ABRIGO…

En temporada de frio la mayoria de las personas usamos constantemente la misma chaqueta para salir, pero que hacemos al regresar al hogar. Nos la quitamos y la colgamos en algun lugar.

Para muchos cristianos el Señor, es un abrigo que se coloca solamente los domingo, oramos, cantamos, predicamos, etc. Y nos sentimos bien espirituales, pero que pasa al llegar el lunes, o no nos vayamos tan lejos, que pasa al salir de la iglesia el domingo en la mañana ( porque a veces ni al servicio de la tarde acudimos) nos quitamos el abrigo, y nos ponemos el abrigo de pecador, el abrigo, para hacer cosas que no convienen, el abrigo para maldecir, el abrigo para ofender a los demas. Tenemos un abrigo diferente para cada pecado.

Pero las promesas que encontramos en este salmo es para las PERSONAS QUE NO SE QUITAN EL ABRIGO.

Para las personas que han cultivado una vida profunda de comunion con Dios, en su vida de oracion, su vida devocional. Su estilo de vida refleja al Señor, para ellos es esta promesa.

Ver. 9 “porque has puesto…al Altisimo por tu habitacion”

Mi pueblo está aferrado a la rebelión contra mí; aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente

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