El estudio del fenómeno del Sexting
Isaac BaezDocumentos de Investigación13 de Noviembre de 2018
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO
FACULTAD DE DERECHO
LICENCIATURA EN CRIMINOLOGÍA
Sinopsis:
La investigación aquí presente abarcara el tema del sexting. Acompañado de una investigación cronológica de este fenómeno a nivel nacional y enfocándolo más al sector femenino adolecente. Anexando recomendaciones.
Irwing Isaac Rodríguez Baez
Sajid Alfonso Bouchan García
268133
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Tercer semestre fundamentos de la victimologia
Aceneth Gonzalez López
Investigación Sexting
13/Noviembre/2018
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN…3
OBJETIVO…4
PROBLEMÁTICA/PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA…4
HIPOTESIS…5
MARCO TEÓRICO…6
LAS VÍCTIMAS Y RIESGOS DEL SEXTING…8
ESTADÍSTICAS…11
MEDIDAS DE ATENCIÓN (MENORES DE EDAD)…12
SUGERENCIA…12
MARCO LEGAL…14
CONCLUSIONES…15
GLOSARIO…16
FUENTES…17
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INTRODUCCIÓN
El estudio del fenómeno del Sexting y de los riesgos emergentes vinculados al uso de las tecnologías y espacios virtuales, aunque todavía escasamente conocidos, representan una línea de investigación que está acaparando una creciente atención en México derivada de las negativas consecuencias que tienen asociadas (ej. Sextorsión, Grooming, Ciberbullying o Teen Dating Violence).
Desde hace una década han surgido los primeros estudios en el contexto internacional que tratan de evaluar la prevalencia del Sexting en la población adulta y adolescente, además de relacionar el fenómeno con otras variables de especial importancia como el género, la orientación sexual, el acceso y uso de las tecnologías o las prácticas sexuales.
No obstante, en México todavía resulta un fenómeno poco estudiado El surgimiento de estas nuevas realidades ha venido propiciado por la revolución tecnológica que ha impactado de lleno el Siglo XXI, modificando la forma en la que establecemos y gestionamos nuestras relaciones sociales, afectivas y sexuales. Los dispositivos tecnológicos (Ordenadores o teléfonos móviles entre otros), el uso de la mensajería instantánea a través de los teléfonos móviles (como WhatsApp o Viver), el correo electrónico (Hotmail o Yahoo, por ejemplo) y, más recientemente, la generalización de las Redes Sociales (Facebook o Instagram entre una amplia variedad) o de las redes de contactos (como por ejemplo Badoo o eDarling), suponen la amplia difusión de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICS) en la vida de los y las más jóvenes. De tal forma que los y las adolescentes encuentran en Internet y en los diferentes espacios virtuales un espacio natural de relación, en el que han surgido nuevas formas de interacción sexual que discurren paralelamente al plano físico, y las conductas de Sexting visibilizan esta nueva realidad. En esta dirección las conductas de Sexting adquieren especial importancia para los y las adolescentes, en un momento vital en el que la sexualidad asume una finalidad fundamentalmente relacional.
Así, los y las más jóvenes evidencian a través de los comportamientos de Sexting conductas sexuales de experimentación propias de su edad, que se encuentran influenciadas por las características del modelo sexual dominante heterosexista, reflejo de una sociedad heteronormativa, sexista y, en definitiva, patriarcal.
OBJETIVO
Dar a conocer lo que es el “sexting”, su modalidad, y claro, concientizar a la comunidad estudiantil y todos los que lleguen a leer este documento, sobre este fenómeno, enfocado la investigación a una población femenina, y sobre todo en menores de edad (adolescentes) y las consecuencias a las víctimas. Al igual que incentivar medidas de prevención y atención a víctimas de dicho fenómeno.
PROBLEMÁTICA/PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La generalización del uso de las TICS, el boom de Internet, así como la reciente irrupción de las Redes Sociales, ha provocado un profundo impacto en las dinámicas sociales.
Así, en la última década la vertiginosa evolución tecnológica ha supuesto el perfeccionamiento de los dispositivos tecnológicos, que han evolucionado de sus formas más primitivas, hasta, en la actualidad, ser pequeños robots altamente eficientes con los que convivimos diariamente. Los ordenadores y la telefonía móvil son dos ejemplos de esta rápida evolución digital.
No obstante, a pesar de que hoy en día sea impensable la vida sin tecnología, su irrupción en la sociedad es relativamente reciente.)
El noviazgo, coqueteo, exhibición, impulsividad, presión de amigos, venganza, intimidación, chantaje son las principales causas de esta práctica. No es novedad que las personas compartan imágenes íntimas o sexuales, pero con las nuevas tecnologías de la comunicación surge un grave peligro: la difusión masiva e incontrolada de esas imágenes.
El desarrollo de esta práctica, deja a México como uno de los países con mayor porcentaje en dicha práctica, a comparación con países latinoamericanos.
Son múltiples los riesgos potenciales derivados de la práctica del sexting. Entre otros, ocurre que si algo se hace en privado y trasciende a lo público, el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen se ven vulnerados. También, como menciona Jorge Flores: este tipo de prácticas pueden ser un indicador de víctima potencial para depredadores sexuales en el sentido de que “son personas que realizan prácticas de riesgo”, lo que las pone en el punto de mira. Detrás del sexting se encuentran casos de venganza, abuso y chantaje económico, emocional o sexual que, en el caso de las niñas o adolescentes, aumentan en cierto modo la victimización por lo arraigado de determinados estereotipos o tópicos en lo social. “Se las señala y se las ridiculiza con más ensañamiento y esto puede tener consecuencias fatales como el suicidio.
HIPÓTESIS
Suponemos que debido a que este fenómeno es reciente, por el avance de las tecnologías. Se ignoró las problemáticas y consecuencias que estos avances traería.
Entre estas problemáticas, encontramos el Sexting, el cual, hasta hace poco, autoridades comenzaron a reaccionar jurídicamente y crear estrategias para la prevención y atención.
También consideramos que el fácil acceso hoy en día a los celulares, o cualquier dispositivo con cámara integrada, permite que los usuarios caigan en esta práctica, sin contar que los menores no cuentan con una supervisión adecuada por parte de los padres o tutores.
MARCO TEÓRICO
Desde 2009, la prevalencia del sexting, práctica de riesgo que consiste en compartir electrónicamente material sexualmente explícito, se ha incrementado exponencialmente. Según un meta-análisis publicado a finales de febrero en la revista JAMA Pediatrics, un número considerable de jóvenes menores de 18 años participan o han participado en prácticas de sexting en algún momento; en concreto 1 de cada 7 (15%) enviando material sensible y 1 de cada 4 (27%), recibiéndolo.
Si bien la prevalencia de sexting fue mayor entre adolescentes de más edad y en dispositivos móviles versus ordenadores, el estudio pone sobre la mesa una cuestión a la que prestar especial atención: la entrada de preadolescentes de entre 10 y 12 años en las prácticas de sexting, un grupo de edad que para Jorge Flores Fernández, experto en el uso seguro de las TIC y fundador en 2004 de Pantallas Amigas, es especialmente vulnerable. “El aumento de la prevalencia y la práctica a edades más tempranas tiene que ver con que actualmente hay una mayor disponibilidad de la tecnología: tenemos más dispositivos portables, cada vez más baratos y con conexiones también cada vez más económicas, por lo que las limitaciones que podían existir antes ahora no están. Por otro lado, la edad de uso de la tecnología está disminuyendo y esto afecta a que los adolescentes entren antes a este tipo de prácticas de riesgo; pero no lo hacen tanto por una cuestión de tipo sexual sino más bien como una forma de travesura, por llamar la atención o por aburrimiento. Al final tienen tanta disponibilidad que acaban haciendo cosas que quizás no harían si no existieran tantas facilidades”, cuenta Jorge Flores.
Según datos recientes del INE, con 11 años más de la mitad de los niños disponen ya de un móvil. Expertos como Jorge Flores insisten en que no existe una edad más adecuada para comprarles el primer teléfono, sino que se trata más de una cuestión de madurez y habilidades. “Es como compararlo con a qué edad puede meterse al agua solo, o cuándo puede comenzar a esquiar. Todo va a depender de la preparación de sus padres y monitores, más que de una edad concreta. Con el uso de la tecnología ocurre algo parecido, depende más del acompañamiento, del conocimiento y del tiempo que se les dedique. Pese a todo, por establecer un marcador, considero que tener autonomía plena con un móvil conectado a internet y redes sociales me parece inadecuado especialmente en el caso de menores de 13 años”, explica el fundador de Pantallas amigas, quien considera que el grupo de preadolescentes o de adolescentes de menor edad, de 10 a 12 años, no es capaz de ver los riesgos que suponen prácticas como el sexting en comparación con un adolescente más mayor “y que puede tener una mayor conciencia de lo que está haciendo”.
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