ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CONFLICTO ARMADO Y TERRORISMO EN COLOMBIA


Enviado por   •  6 de Febrero de 2013  •  Informes  •  1.363 Palabras (6 Páginas)  •  435 Visitas

Página 1 de 6

CONFLICTO ARMADO Y TERRORISMO EN COLOMBIA

“Una de las primeras dificultades que surge a la hora de definir qué es terrorismo

resulta de la característica eminentemente subjetiva del terror”

El presente articulo resalta la importancia de definir adecuadamente la naturaleza del conflicto de cara a poder formular políticas publicas que logren paz y seguridad, en este sentido argumenta que las FARC tienen un proyecto de guerra popular prolongada al estilo clásico maoísta, en el cual el terrorismo es el método principal para logar control local. Los paramilitares, por su parte, también hacen un amplio uso de estrategias terroristas. Así pues, define el conflicto colombiano como una guerra insurgente o una guerra civil con grandes connotaciones terroristas, el cual no se puede solucionar exclusivamente por medio de un Estatuto antiterrorista, tal como lo propuso el Gobierno, también se requiere la existencia de un ingrediente político-militar.

El terrorismo no es un fenómeno reciente. La historia está llena de episodios en los cuales unos han utilizado la violencia para infundir miedo y coaccionar así el comportamiento de otros.

Así mismo, a todo lo largo del siglo XX se puede observar cómo la búsqueda de herramientas eficaces para prevenir y reprimir los actos terroristas no sólo ha ocupado a los legisladores y a los organismos de seguridad de muchos países, sino que se ha hecho presente en las agendas de múltiples reuniones internacionales, muchas de las cuales han dado origen a tratados y otros instrumentos internacionales en la materia.

Pero ha sido en tiempos bien recientes -y de la mano del afán de los Estados Unidos por legitimar sus acciones militares contra países hostiles que el terrorismo ha pasado a ser algo así como un manto que cubre y rotula todo tipo de violencia, independientemente de quién la ejerce, de las razones que la alientan o de los fines que persigue.

La violencia es, sin duda, reprochable, y, por ende, combatirla es imperativo. Pero la selección de las herramientas justas y eficaces depende de muchos matices que siempre es indispensable reconocer.

De ahí que la visión actual, por muy simplista, entraña enormes riesgos, algunos de los cuales hemos tratado de analizar en esta oportunidad, con la ayuda de dos conocedores de las experiencias que han vivido el Perú y España y de abogados y analistas políticos colombianos que vienen observando muy de cerca el proceso que actualmente vive nuestro país.

Veamos dos de esos riesgos:

El primero, cuya discusión siempre ha estado al orden del día, es que la lucha contra el terrorismo termine atropellando los postulados del Estado de Derecho y dejando de lado las conquistas del derecho internacional, en particular las del derecho internacional humanitario.

En muy breves palabras, lo que viene a la mente con esta discusión es esa vieja -pero al parecer cada vez más vigente-idea de que el fin justifica los medios. Ya hemos presenciado muestras de este cuadro en tiempos recientes, que esperamos no ver reproducidas en nuestro medio.

y el segundo, que ha pasado bien inadvertido, consiste en que el uso abusivo y generalizado del concepto de terrorismo como un medio tan innecesario como inocuo para legitimar las acciones estatales dirigidas a prevenir y reprimir actos violentos -legítimas per se-sin duda llevará a relativizar de tal manera el término que en breve le hará perder su verdadero significado y, por ende, su eficacia.

Cuando terrorismo ya no es sólo ese uso extremadamente cruel e indiscriminado de la violencia para someter al oponente atemorizado e inerme, sino simple y llanamente todo acto violento, los mecanismos de excepción creados de tiempo atrás para enfrentarlo pasan a ser unos más entre los ordinarios.

Además, ese uso abusivo y generalizado del concepto no permite distinguir aquellos marices y no permite entonces seleccionar adecuadamente las herramientas para hacerle frente a las bien distintas formas de violencia, entre ellas las terroristas.

En suma, la eficacia de la acción estatal e internacional contra el verdadero terrorismo será, sin duda, la próxima víctima.

***

Razones personales me llevan a dejar ahora la

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.6 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com