Del Internet Y Otros Demonios

Del internet y otros demonios

Se puede encontrar en el mercado una enorme variedad de computadores, tablets, teléfonos celulares inteligentes y demás dispositivos móviles con conexión a internet, los cuales cuentan con características que se acoplan a todos los gustos y bolsillos, esta creciente oferta es directamente proporcional a la demanda que genera.

No es extraño ver personas caminar por la calle, sentados en la banca de un parque, en el transporte público, en salas de espera e incluso manejando sus autos con la cabeza ligeramente inclinada y la mirada dirigida fijamente a sus teléfonos celulares; así como también podemos encontrar personas que pasan una gran cantidad de tiempo sentadas frente a un computador, pero no precisamente por cuestiones laborales sino navegando en internet o jugando videojuegos online. Esta conducta se presenta en personas de todas las edades sin distinción de ningún tipo, genero, raza, religión, etc.

Se está haciendo esta situación cada vez más preocupante por el hecho de que la tendencia al uso de dispositivos conectados a internet por parte de las personas se está haciendo cada vez más grande, a su vez que las empresas que desempeñan sus labores en el área de la informática no escatiman en recursos y esfuerzos para generar iniciativas que lleven a la gente a comprar sus dispositivos o hacer uso de las diferentes alternativas de entretenimiento e innovación que ofrecen en la red, en contra de cualquier sentido de responsabilidad social hacia sus consumidores y a sabiendas de la adicción que generan sus productos en ellos.

Según un estudio realizado por la firma británica Intersperience en el que participaron mil personas entre los 18 y 65 años, al no poder tener acceso a internet el 40% de las personas se siente ‘sola’ y el 53% se siente ‘enojado’ . Estos resultados claramente reflejan la dependencia causada por el internet y los dispositivos que sirven para navegar a través de él. Es de tal magnitud este problema que la Asociación Estadounidense de Psiquiatría ha añadido el Desorden de Adicción a Internet (IAD, por su siglas en inglés) en su nueva edición de su Manual Diagnóstico de Desórdenes Mentales .

La dependencia a estar ‘conectados’ tiene doble impacto en las vidas de las personas, por un lado se tiene el impacto social y por otro el daño a salud que puede llegar a generar. Se sabe que las personas que son adictas al internet desarrollan caracteres difíciles de sobrellevar, los cuales están marcados por las conductas violentas en respuesta a determinadas situaciones que podrían catalogarse como triviales, a su vez que demuestran signos de incapacidad o rechazo a realizar interacción con personas por un medio no virtual, afectando de esta manera la estabilidad y la unión de la persona adicta con su círculo familiar y social. Otra consecuencia agravante es que la dependencia priva a la persona de la capacidad de valerse por sus propios medios en el mundo real, incapacitándolo por ejemplo para desempeñarse en el mundo laboral y productivo e incluso llevar a cabo labores cotidianas o domésticas. Por otra parte este tipo de conductas de adicción al internet también afectan gravemente la salud, incluso ya son consideradas como un patología de tipo mental y sus síntomas están asociados a factores como la ansiedad, el estrés, la irritabilidad y la depresión. También genera otro tipo de efectos negativos en la salud como insomnio, en el caso de las computadoras síndrome del túnel carpiano y artritis, problemas musculares, renales y de circulación por pasar muchos tiempo sentado e incluso se conocen casos en

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