Educacion

La humanidad, carente de conocimiento real y víctima de su ilusión de progreso

La educación, comúnmente entendido como el mejor método para llegar al éxito. Se dice que una persona educada puede lograr lo que sea, que entre más títulos se posea, mayor será la posibilidad de conseguir un empleo. Sin embargo, muchas veces este conocimiento es prácticamente inútil en la vida cotidiana. Por ejemplo, si a un físico se le rompe una pieza de ropa ¿De qué le servirá conocer la solución de todas las ecuaciones diferenciales? ¿Le ayudará a coser de forma correcta esa pieza de ropa el saberse de memoria la teoría de la relatividad? Es probable que la gran mayoría de las personas se hayan encontrado en una situación en la cual todo lo que el sistema les ha enseñado no les sirve de nada, y que aquel individuo sin educación es, en esta situación particular, un genio en comparación con el físico que pasó años educándose. Solo basta con echarle un vistazo a algunas estadísticas para comprender realmente el mundo que estamos creando. Una empresa británica dedicada al estudio y producción de energía limpia, Npower, realizó en el año 2012 una encuesta para demostrar lo superiores que deben ser los niños actuales respecto a generaciones anteriores, las cuales no tenían tanta interacción con la tecnología. Sin embargo, la encuesta demostró todo lo contrario: “La encuesta realizada en las mayores ciudades británicas con niños de entre 5 y 13 años, reveló que el 58% ya ha navegado en Internet, un 50% maneja correctamente un videojuego y el 42% sabe cómo hacer funcionar un iPhone. Aunque algo menos, el 31% sabe operar un iPad y el 67% se las entiende con un lector de DVD. Pero cuando deben responder sobre sus capacidades prácticas las cifras son radicalmente opuestas. Si debe leer un mapa de carreteras, solamente un 19% es capaz de hacerlo. Si tuvieran que armar una carpa, el 78,5% no tiene la menor idea de lo que hacer. Y en caso de que pinche la bicicleta, el 87% no es que no lo sepa hacer, es que no tiene idea ni de lo qué hay que hacer. Más controvertido aún en el tema capacidades: el 65% de los niños no sabe prepararse una taza de té; el 45% no sabe cómo hacerse el nudo en los zapatos, y el 60% jamás se trepó a un árbol por lo que es mayor todavía el porcentaje de los que no saben hacerlo.” Como se puede apreciar, aunque el nivel de tecnología actual facilite el acceso a la información, las personas son cada vez más ignorantes, más inútiles cuando se trata de la vida real. Lo que esto indica es que las personas ahora saben mucho sobre tecnología, ciencia y puede que incluso, filosofía. Sin embargo, son prácticamente incapaces de valerse por sí mismos.

Esto quiere decir que el conocimiento utilitario, o sea el que se les enseña a las personas para que puedan trabajar y producir dinero, es poco o nada útil fuera del ámbito del trabajo. Solo en ese pequeño y definido contexto es que estos conocimientos sirven de algo. Si se quiere ser un poco más drástico, se puede plantear un escenario del fin del mundo, un apocalipsis. En este apocalipsis, toda estructura social, económica y política ha desaparecido. Se ha vuelto a una situación de supervivencia pura. En este escenario ¿Quién

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