Elaboracion De Nectar

Entre los desecantes más comunes están el ácido sulfúrico, el cloruro de calcio, la silicagel y la alúmina. Estas dos últimas tienen la gran ventaja de que se pueden regenerar fácilmente, por lo que resultan muy económicas. Cuando se requieren procesos de secado muy enérgicos, se emplea el perclorato de magnesio o el pentóxido de fósforo. El primero es explosivo, pero es más universal pues el segundo tiene reacción ácida, por lo que no puede ser usado para secar sustancias que desprendan vapores básicos.

Fig. 2. Frascos lavadores de gases que se emplean también para secarlos en dependencia del líquido que contengan. Los de la figura inferior tienen filtros de vidrio poroso, lo que disminuye el tamaño de la burbuja del gas e incrementa así la superficie de contacto.

El secado de líquidos es un problema que raramente se presenta en química inorgánica, ya que la mayoría de los compuestos inorgánicos líquidos se hidrolizan, la mayor parte de las veces de modo irreversible, de modo que se hace necesario obtenerlos en condiciones que no permiten la presencia el agua.

El secado de gases merece mención aparte.

Cuando se trata de gases que no se condensan con facilidad, el agua se puede eliminar de ellos enfriando hasta que la presión de vapor disminuya hasta un límite inferior al límite tolerado del vapor de agua en el gas (por ejemplo, si se enfría hasta - 194 oC, quedan solamente 1,6. 10-23 g de agua por metro cúbico de gas enfriado; si se enfría sólo a - 72 oC quedarán 0.016 g/m3). Otra vía es comprimir el gas hasta el punto en que la presión de vapor del agua sea superior a su presión de saturación.

Sin embargo, estas condiciones no son de fácil realización en un laboratorio químico común, por lo que se emplean otros procedimientos que se basan en procesos de adsorción simple o de formación de hidratos. Entre los productos que adsorben agua se encuentran la silicagel y la alúmina activada. Entre los que forman hidratos están el pentóxido de fósforo, la potasa cáustica fundida (KOH), cloruro de calcio y perclorato de magnesio.

Si para secar sólidos es importante tener en cuenta la posibilidad de reacciones con el desecante, para el secado de gases es esencial, ya que el gas debe ponerse en contacto directo con el agente desecante para eliminarle la humedad. Por eso no se puede secar amoníaco con ácido sulfúrico, ni cloruro de hidrógeno con sosa o potasa.

Los recipientes para secar gases son de muy diverso tipo. Ellos están en dependencia de las características del desecante. Por ejemplo, los que son granulados como la silicagel, se pueden usar en torres verticales, ya que no obstruyen el flujo del gas por su interior. Si son líquidos, generalmente el gas se burbujea en él procurando que las burbujas sean muy pequeñas

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