La implementación de un juego de mesa como estrategia de enseñanza para el uso de las redes sociales, los estudiantes de 5 grado

CAPITULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

En los últimos años se ha observado a nivel mundial, en los niños, niñas y adolescentes a partir del uso cotidiano del internet, sus páginas web y en la actualidad el uso de las llamadas redes sociales un deterioro claro de valores sociales desde el uso inadecuado de dicha páginas. Uno de los problemas que en general se presentan y afectan a este grupo humano, es el conocido según Dixon (2006), como “delito informático”, en el cual a través del “modem” de la computadora y de una línea de teléfono, los jóvenes tienen acceso a una cantidad infinita de información y tienen oportunidad para la interacción y en la cual pueden haber riesgos reales y peligros para estos que comúnmente no tienen supervisión.

La mayoría de los servicios de conexión en internet proporcionan a los jóvenes recursos tales como enciclopedias, noticieros, acceso a bibliotecas y otros materiales de valor en su desarrollo personal y educacional, estos también pueden utilizar el computador para comunicarse con sus amigos, indagar en páginas web y hasta para jugar con solo descargar un programa que se muestra observablemente fácil. Es por esto que la capacidad de ir de un lado a otro y navegar con un solo “click” les atrae a la impulsividad, la curiosidad y a la necesidad de gratificación inmediata o realimentación que tienen como niños y adolescentes.

Con respecto a lo anterior un colectivo significativo de padres y docentes, hoy en día advierten a sus hijos y alumnos, que no deben hablar con personas extrañas,

o abrirle la puerta a desconocidos si están solo en la casa y que no deben darle ninguna información a cualquiera que llame por teléfono. La mayoría de los padres también controlan donde van a jugar sus hijos, cuales programas de televisión deben de ver y los libros y revistas que ellos leen. Sin embargo, muchos padres no se dan de cuenta que el mismo nivel de supervisión y orientación se debe de proveer para el uso de las conexiones en internet.

En efecto, los padres no deben suponer que los servicios de conexión en línea protegerán y supervisaran a los niños, como afirma Dixon (2006), en relación a que:

La mayoría parte de las “salas de conversación” (chat rooms) o los “grupos de noticias” (news groups) no están supervisados, dado que los “seudónimos” (nicknames) son completamente anónimos y los niños o jóvenes no pueden saber si están “hablando” con otro igual o con alguna persona maleada que aparenta ser un niño o adolecente. Contario a las personas que vienen a la casa o a las cartas que vienen por correo, los padres no pueden ver a estos individuos que conversan en las “salas de conversación”, o leer los mensajes que vienen por “ correo electrónico”(e-mail). Lo cual, puede atraer consecuencias serias para los niños si son persuadidos de que den información personal ( por ejemplo, nombre, teléfono, dirección, contraseña) o si se han puesto de acuerdo con alguien para conocerlo en persona. (S¬/n)

Conociendo que Internet es un lugar electrónico y por tanto, difícil de controlar, básicamente como expresa Fernández (2010), “. . . de y para adultos, donde amparadas en el anonimato, muchas personas dicen, hacen y ofrecen lo que se les ocurre, de una manera bastante arbitraria”. En Internet hay sitios y contenidos, relativamente fáciles de encontrar, claramente ilegales, que sin serlo en absoluto, no resultan excesivamente deseables o convenientes para los niños, ni adolecentes.

Según el autor citado anteriormente, la sociedades en la actualidad muestran gran interés por fomentar el uso de las diferentes técnicas, que permitan sensibilizar a gran escala a padres, niños y profesores, implicando a las escuelas, las asociaciones de comunales y los profesionales del Internet, en relación a este flagelo tan divulgado en el presente . En Venezuela esta situación con respecto a la falta de control y orientación del internet, está tomando espacio jamás pensados por los adultos, como son la aparición de sitios web dedicados a la pedofilia, el racismo, la violencia y otros delitos no necesariamente relacionados con los niños y adolescentes, los cuales estos visitan sin control alguno.

Como indica Fernández (2010), “… de cara a lugares de la web de dudoso gesto, un niño tiene prácticamente la misma protección o indefensión que podría tener en la calle”. Evidentemente, no es deseado que un joven pueda acceder libremente ni tan siquiera estas páginas o redes, pero lo cierto es que existe un clara diferencia en este sentido, puesto que en este tipo de sitios, se deberían dificultar la entrada a los menores, ya que se trata de lugares de pago que, en el peor de los casos, ofrecen una maestra gratuita más o menos grosera de sus contenido, siendo aquí donde la ingenuidad del niño es total y su curiosidad es insaciable.

Expresa el autor que “El único freno posible al peligro que presenta el uso del Internet en los jóvenes, es la prudencia, la orientación y la educación que sus padres y la escuela puedan proporcionar”. El internet es un medio enormemente enriquecedor, es sorprendente la cantidad de amigos y experiencias que permite compartir, por lo cual no hay razón para privar a los chicos de este medio, si se les enseña a ser prudentes, con la misma naturalidad con que de seguro les enseña a ser precavidos con los desconocidos que puedan ofrecerles caramelos en la calle, por ejemplo.

Con referencia a la idea anterior Simons (2005), pronuncia “como medio interactivo, Internet ofrece mucho más que la pasividad que les impone la televisión y, como vehículo de comunicación humana, enseña a los niños a considerar el ordenador como algo que va mucho más allá de una simple máquina para jugar”. Indica del mismo modo:

Internet es un lugar multiligüe que despierta la curiosidad y permite aprender a manejar documentación, a investigar su brusquedad y participar en una comunidad internacional compleja. Sin embargo, al abrigo de esta idea maravillosa, en la que participa millones de buenas personas, han surgido, por interés comerciales o razones de toda índole difíciles de sistematizar, sitios web que puedan atentar contra la sensibilidad infantil, u otro uso que, incluso, pueden llegar a poner en peligro la vida de los niños. En este lugar, se dan citas también personajes indeseables que pueden entrar accidentalmente en contacto con

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