OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Una frase que se he escuchado continuamente en las empresas es “Nosotros nos identificamos por ofrecerles productos de excelente calidad”, pero el tiempo me ha mostrado que esa frase solo es una estrategia de venta o si no fuera así ¿Por qué hay fotocopiadoras que en un cierto numero de impresiones automáticamente dejan de funcionar? o ¿Por qué tras un número de frenados, los coches comienzan a perder capacidad? Como la fotocopiadora y los autos hay un sinfín de productos que son víctimas de “La obsolescencia programada”

La obsolescencia programada se puede definir como una estrategia comercial que consiste en la planificación del fin de la vida útil de un producto tecnológico, de tal forma que el fabricante programe el producto para que dure un periodo de tiempo determinado y al ser este cumplido finalice su ciclo de vida es decir, quede muerto.

Un documental que le ha abierto los ojos a millones de personas incluyéndome a mí, ha sido “Comprar, tirar, comprar”, dirigido por Cosina Dannoritzer y coproducido por Televisión Española, exponiendo qué es la obsolescencia programada y cuáles son sus principales efectos y consecuencias.

En el documental se pudo observar claros ejemplos de obsolescencia programada, uno de ellos es el caso de Marco, quien su impresora se bloqueó al llegar a un número determinado de impresiones, por consiguiente tuvo que dirigirse a un técnico pero en vez de realizarle una reparación, aquel le recomendó que comprara una nueva ya que así generaría más ventas. Así como le sucedió a Marcos cualquier persona puede ser víctima de este fenómeno, es por eso que no debemos caer y tratar de buscar otras soluciones ya que hoy en día hay un sinnúmero de páginas en internet que nos ayudan a reparar esta clase de problemas para que no seamos una víctima más de la obsolescencia programada.

Otro caso de obsolescencia programada que ha creado gran controversia es la bombilla, Cuando Thomas Alva Edison puso a la venta su primera bombilla en 1881, cuya duración llego a ser aproximadamente de 2500 horas, muchos empresarios estuvieron en desacuerdo ya que no vendían la misma cantidad. Es ahí donde deciden confabularse contra éste y crear el primer cartel mundial llamado PHOEBUS para controlar la producción de las bombillas y al consumidor es decir, que el consumidor comprara regularmente bombillas. En consecuencia, se creó un decreto que limitara la vida de las bombillas a 1000 horas y en base de aquel las fábricas tuvieron que adaptarse a la nueva norma creando bombillas más frágiles para no tener grandes sanciones.

Años más tarde, se pone en práctica un nuevo método “atraer al cliente” es decir, crear productos con un buen diseño que sedujera al cliente para que compre no por necesidad si no por diversión, creando en las mentes de los seres humanos que “la felicidad

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