Obsolescencia Programada

Obsolescencia Programada

En la vida cotidiana nos enfrentamos a la “necesidad” de adquirir productos para poder llevar a cabo las actividades diarias. Productos que conseguimos en tiendas que consiguen esos productos de distribuidores que consiguen esos productos de fábricas. Fábricas que diseñan sus productos de manera que nos sean útiles y faciliten las tareas que realizamos. Y entonces nos encontramos adquiriendo una linterna que después de algunos años de cumplir su tarea satisfactoriamente, dejará de funcionar. Y muchas veces nos pasa esto, y en lugar de ver la posibilidad de llevarla a que la arreglen decidimos simplemente ir a Wal-Mart y comprar una nueva para comenzar de nuevo el ciclo repetitivo. Así es nuestra cultura. Pero quizás esto vaya más allá. Quizás las fábricas diseñen sus productos de manera que una parte esencial deje de funcionar después de un determinado tiempo. Esto se llama: Obsolescencia Programada.

Anteriormente, cuando iniciaba la producción en serie, las cosas se fabricaban con materiales de alta calidad, de gran durabilidad. Estaban tan bien hechos que si nos encontramos en una bodega una televisión de perillas y la conectamos a la luz seguramente nos mostrara el noticiero con Joaquín López Dóriga. A pesar de que sea una televisión de casi 100 años. Existe una bombilla en una estación de bomberos que es muy famosa, porque esa bombilla esta prendida desde hace muchos años, tantos que la cámara web que transmite por internet todos los días ya ha sido reemplazada tres veces. Esto es debido a que en ese entonces no se establecían regulaciones para que se fabricaran cosas menos duraderas. Precisamente fue éste el primer producto en recibir el golpe de la obsolescencia programada, el foco. Todo el mundo comenzaba a usar la energía eléctrica y a sustituir el fuego por los filamentos dentro de un cristal. Entonces se creó una organización que se encargó de controlar a diversas empresas fabricantes de bombillos. Le decían “el cártel” (desde aquellas épocas los cárteles ya eran una mafia) y lo que hacía era regular la duración de los bombillos. 1,000 horas era lo que duraban o tenían que durar en aquellos tiempos. Y se hacían multas a las empresas que fabricaban bombillos que duraran más que eso. Un periódico en estados unidos publicaba la idea general de la razón de la obsolescencia programada: “un artículo que no se desgasta, es una tragedia para los negocios”. Y es verdad, viéndolo desde el punto de vista del fabricante, solo tendría que fabricar un producto por cada consumidor, y llegará el momento en el que ya no venda nada porque todos mis consumidores ya contarían con el producto funcionando al cien por ciento. Y si no vendo nada también les va mal a los trabajadores que dependen de esas ventas. Entonces quizás así tenga un poco más de sentido. En la gran depresión de Estados Unidos el presidente Roosevelt creó un programa en donde se generaban muchos empleos por medio de obras públicas. Pero no todos confiaban en ese plan en Estados Unidos, por eso Bernard London llegó al punto de proponer legislaciones para regular el uso de los productos, hacía obligatoria la obsolescencia programada. Establecía que sería ilegal quedarse con los productos después de una determinada cantidad de tiempo, que si se sorprendía a alguien en posesión de un artículo que ya caducó se le multaría. Y aquí utilizaba la obsolescencia programada como un impulsor de la economía. Si se fabrican productos menos duraderos la gente se mantendrá en constante consumo lo que beneficia a la empresa y de ella se benefician los trabajadores teniendo así una economía más estable. Esta idea era un tanto radical y por eso la obsolescencia programada obligatoria nunca se puso en práctica.

Más tarde el diseñador industrial Brooke Stevens tenía la idea de que los productos debían atraer la atención de los consumidores, que se generara un deseo en ellos por poseer los productos nuevos. Decía que el modelo europeo antiguo era crear el mejor producto que durara para siempre, que si comprabas un traje para el día de tu boda lo pudieras seguir usando hasta la muerte. Y el nuevo modelo americano

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