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Plataformas Digitales en Colombia


Enviado por   •  30 de Marzo de 2020  •  Ensayos  •  1.281 Palabras (6 Páginas)  •  128 Visitas

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Sonia Esperanza Castiblanco Santamaría Cod. 2205404
Leidy Johana Ochoa Cod. 2205396

Administración de Empresas

Universidad Militar Nueva Granada

PLATAFORMAS DIGITALES DE TRANSPORTE

¿Quién tiene la Razón?

El 31 de enero ya no tendrá presencia en Colombia la plataforma UBER después de haber funcionado en el país por más de 5 años, esto luego del fallo de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) amparado bajo la Ley No. 256 de 1996, “Por la cual se dictan normas sobre competencia desleal (…)”, luego de una demanda liderada por Taxis Libres y Cotech, empresas afiladores de taxis, quienes además tienen un app para pedir taxis llamada red amarilla.  El rechazo al fallo se da no solo porque es una herramienta de constante uso en Colombia sino también por la cantidad de personas que se han visto beneficiadas al ser su principal fuente de generación de ingresos, después de haber funcionado en el país por más de 5 años, y es que, según datos suministrados por Uber, son 88.000 los conductores registrados en la plataforma y 2 millones de usuarios en todo el país. (Uber, 2020)

La salida de Uber  ha sido polémica y ha dividido la opinión pública en dos: o a favor o en contra.

En contra: Los principales afectados son los conductores vinculados a la app, quienes a diario generan ingresos para sus hogares y para pagar una que otra deuda (el vehículo que operan, una casa de interés social, la universidad de sus hijos, su propia universidad) operando en aplicaciones de transporte, además viven con la amenaza de los taxistas de ir contra las demás apps para obtener el mismo resultado que con Uber.

También se ven afectados los usuarios de estas app, que recurren a este medio por las ventajas que les ofrece en cuanto tiempo, seguridad, costo, atención al cliente, la facilidad de ir casi a cualquier lugar sin encontrar el rechazo del conductor y las diferentes modalidades que prestan (alta gama, vans, camionetas, compartido, entre otros), también hay empresas que usan este recurso como medio de transporte para sus operaciones diarias y la movilización de sus empleados de forma segura y controlada; además estas apps son muy usadas no por sus beneficios, sino por no querer usar taxi, es decir, muchas personas usan las apps para evitar tomar un taxi, esto por la “fama” que se han creado los taxistas en los últimos años por aspectos como un mal servicio, las trampas en los taxímetros para cobrar más, el uso constante de la frase “yo por allá no voy” y el aseo de los vehículos que no es el apropiado. Un claro ejemplo es la manifestación en redes sociales por el fallo de la SIC con declaraciones bastante polémicas como la del señor Freddy Contreras que aparte de degradar el trabajo de las personas que laboran en Uber, también usó comentarios misóginos contras las mujeres que laboran en la app.

A favor: El gremio de taxistas desde que se conoció el fallo ha celebrado la decisión. Lo mencionado anteriormente sobre el servicio de los taxistas y el caso particular de las declaraciones de algunos de ellos es un tema bastante delicado, pero como todo, esta no es la realidad del total de los conductores. Es que si dejamos a un lado estos hechos que son aislados (pero que son tendencia), la lucha de los taxistas contra las aplicaciones es justa y merece todo el derecho a ser escuchada.

El tema de la compra del “cupo” para los taxistas, es un tema que no se encuentra regularizado por parte del Estado como debe ser, ya que estos costos no están fijados, y tampoco hay alguna reglamentación en la que se sustente para el respectivo cobro, es que ni siquiera el Ministerio de Transporte tiene un registro de los taxis autorizados para transitar, es algo que está, pero no se sabe cómo.

En el año 1993 se reguló en el país un límite de taxis que pueden rodar en cada ciudad, fijando, por ejemplo, en Bogotá 50.000 “cupos” para taxis, esto con el fin de congelar el parque automotor y ponerle limite a la circulación de taxis en las calles, evitando la congestión vial de cada ciudad; siendo así, para poder poner a circular un taxi nuevo primero se tiene que chatarrizar uno viejo.

Para Fernando Rojas, experto en movilidad, la definición de cupo es “La plata que yo pago por tener uno de los 50.000 taxis que están autorizados para circular en Bogotá” (Rojas, 2020) siendo un bien intangible de una persona o empresa y que no tiene precio fijo ni es regulado por el gobierno, este se fija por la ley de oferta y la demanda, es decir, entre más se complique la situación económica y laboral en el país con respecto a este medio de transporte, el precio del cupo baja, pero si por el contrario la situación se torna buena, este tiende a subir. El precio de un cupo, según un reportaje de noticias Caracol (2020), cuesta en bogotá hasta $75’000.000, en Medellín hasta $60’000.000, en Cali hasta $45’000.000, en Barranquilla hasta $17’000.000 pero costo ante la secretaria de movilidad es $500.000.

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