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Por una educación “no indolente” en la era de las TIC


Enviado por   •  16 de Abril de 2018  •  Reseñas  •  1.042 Palabras (5 Páginas)  •  61 Visitas

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Por una educación “no indolente” en la era de las TIC Pablo Andrés Cardona Colorado En el contexto de las interacciones mediadas por las TIC, se ha popularizado en años recientes la postura teórica que opone a "inmigrantes” y "nativos” digitales diferenciando y justificando su efectividad en el uso de dichas tecnologías a partir del rango etario, con lo cual se considera a los más jóvenes como más aptos para desarrollar tales destrezas. Pese a esto, los hallazgos en la investigación de Calvo y Ospina (2014) sugieren que dicha distinción es poco precisa y que, más que con una diferencia de edades, la efectividad en el uso de las TIC está directamente relacionada con variantes de formación, acceso a las plataformas y contexto socioeconómico, por lo que los jóvenes también se encontrarían, al igual que los adultos, en dificultades al momento de hacer uso de aplicaciones y artefactos más especializados o poco comunes sobre los que no hayan tenido formación previa. Debido a la vertiginosa penetración que han tenido las TIC entre el momento de la investigación mencionada y la actualidad (2017), puede decirse que la situación ha cambiado en lo relativo a accesibilidad, sobre todo gracias a la masificación de teléfonos inteligentes y redes inalámbricas, haciéndose mucho más fácil que personas de todas las edades interactúen con y a través de estos dispositivos y reduciéndose significativamente los índices de “exclusión digital”, de manera que la efectividad en el uso de TIC dependería de la formación que se reciba y de las necesidades e intereses ligados al contexto socioeconómico. Dado que es innegable la exigencia que la sociedad contemporánea hace a todos sus individuos para que sean efectivos en el uso de TIC, resulta urgente encontrar formas de facilitar el proceso de “alfabetización tecnológica” de una manera que no resulte “terminal” sino como parte de un proceso de formación permanente que garantice esa efectividad de manera estable en el tiempo. Es aquí donde el papel del docente deviene asunto problemático. No es un secreto que todo aquel que se dedica a la labor de educar tiene un compromiso con la sociedad en la que se desempeña y a la que pertenecen aquellas personas a las que forma. Dicho compromiso puede ser heredado e inconsciente o provenir de una reflexión legítima sobre el tipo de sociedad que quiere el educador, tal como lo propone Ospina (2013) en su lectura de los trabajos de De Soussa sobre la “razón indolente” y de Freire sobre la “pedagogía para la liberación”. Las posibilidades de acceso al conocimiento y democratización que otorgan las herramientas digitales no tienen precedente en la historia humana. Sin embargo, su potencial se trunca cuando se restringe el uso a lo meramente recreativo debido a la ausencia de una formación que desarrolle en las personas la capacidad de comunicarse e interactuar efectivamente con el conocimiento en todos los niveles de la comunicación multimedia. El desafío para los docentes no es poco. Deben intentar conjugar todo aquello que la formación clásica ha hecho necesario a lo largo de la historia de la educación (lectura comprensiva de textos escritos, oratoria, incluso memorización de algunos elementos esenciales, etc.) con las nuevas formas de comunicar derivadas de las propias interacciones digitales. No son pocos los que aún tienen sus reservas acerca de las bondades de las nuevas técnicas. Pero este tipo de problema no es nuevo. Ya desde la Grecia clásica se presentó una situación análoga con la aparición de la escritura como medio de comunicación y de fijación del conocimiento. El mismo Platón, cuya obra escrita es bien conocida, consideró en su diálogo Fedro que la escritura era un ejercicio inferior a la capacidad humana de deliberar y justificar una idea, puesto que con un texto no era posible discutir y que el hecho de fijar la información reducía el uso de la memoria, debilitando la capacidad de pensar. Con la aparición de la imprenta se tuvo una discusión similar: mientras aquello que se encontraba escrito por los copistas en las bibliotecas de las abadías debía pasar por un filtro para que solo se reprodujera aquello con un valor legitimado desde la moral y la academia, la masificación de los textos impresos posibilitaba que cualquier escrito, incluso los de ficción, conocidos como “historias mentirosas” (Martínez Bonati, 1995, p. 181), fuera guardado y difundido, perdiéndose así la importancia dada a la escritura como forma elevada de comunicación, reservada solo para lo “verdadero” y bueno. Muchos docentes en la actualidad justifican con argumentos análogos su “indolencia” frente a la responsabilidad de actualizar sus prácticas para estar a la altura del contexto. Aunque la visión de “nativos” e “inmigrantes” resulte insuficiente para explicar los nuevos fenómenos, sí es cierto que la función del educador “no indolente” es la de entregar a los jóvenes herramientas para interpretar a la par las formas de interacción nuevas y tradicionales, aprovechando su pertenencia a una generación de transición entre lo analógico y lo digital que les permite a los adultos tener una visión más amplia sobre los procesos de comunicación humanos a lo largo de la historia. Platón, como el genio que fue, encontró una solución creativa frente a sus reparos y decidió replicar la técnica de la pregunta y la respuesta a través de la estructura dialógica en los textos escritos que simultáneamente criticó. De manera opuesta, la Inquisición consideró que la mejor forma de lidiar con la profusión de textos era formalizar un Índice de libros prohibidos y restringir el acceso a ellos. Sin duda, el máximo reto para una educación “no indolente” en la era de las TIC está en encontrar el punto medio que permita que la labor formativa se desarrolle a través de las “ecologías” propuestas por De Soussa. La historia humana propone muchos ejemplos y entrega muchas opciones. Su interpretación está enteramente en manos de cada docente. Bibliografía Calvo Marín, Diana Carolina, Ospina Ospina, Daniel Humberto. (2014). Jóvenes y TIC: una mirada desde la vida cotidiana. Textos y Sentidos (No. 09 – Enero/Junio), pp 87-105. Martínez Bonati, Felix. (1995). El Quijote y la poética de la novela. Madrid, España: Centro de Estudios Cervantinos. Ospina Ospina, Daniel Humberto. (2013) ¿El educador indolente?: Un diálogo entre De Sousa y Freire. Textos y Sentidos (No. 07 – Enero/Junio), pp 182-194.

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