Resistencia Bacteriana

RESISTENCIA BACTERIANA, ¿POR QUÉ SE PRODUCE Y COMO PODEMOS EVITARLA?

La resistencia a los antimicrobianos es un problema grave y cada vez mayor para la salud siendo una de las causas más altas de mortalidad alrededor del mundo; a más de 50 años de la era antibiótica, el medico de hoy se enfrenta a nuevas y multirresistentes cepas de microorganismos y a enfermedades infecciosas emergentes que demandan la aparición de nuevas generaciones de antibióticos.

“¿Cómo favorecemos la aparición de resistencia bacteriana? Con el uso erróneo de los antimicrobianos y con una dosificación inadecuada, porque al bajar los niveles efectivos, las bacterias se multiplican, y además, al ser expuestas al antibiótico, tienen la oportunidad de generar resistencia en el periodo en el que no hay suficiente antibiótico. Así, posteriormente sucede que no todo en las bacterias mueren, porque una que otra ya es resistente. También el abuso de los antibióticos puede generar resistencia cuando se expone una cepa bacteriana a un antibiótico en forma innecesaria, con la posibilidad de que sobreviva alguna bacteria que genere resistencia al antibiótico. Lo mismo sucede al utilizar un antibiótico cuando no se requiere, como es el caso de una infección viral, porque las bacterias presentes en el individuo pueden generar resistencia a este antibiótico al momento de administrarlo.”(ROMERO Cabello Raúl, Microbiología y Parasitología Humana (Bases etiológicas de las enfermedades infecciosas y parasitarias). Tercera edición. Pág. 64-65).

La resistencia bacteriana puede presentarse de dos maneras intrínseca y adquirida; la intrínseca se caracteriza por ser especifica de una especie, estos microorganismos pierden los sitios en blanco o poseen barreras naturales que evitan que el agente antibiótico actué y no alcance su objetivo; y la resistencia adquirida se debe al cambio en la composición genética de la bacteria y puede aparecer como mutación cromosómica o por mecanismos de transferencia genética.

Los mecanismos de resistencia a los antibióticos son una respuesta de las bacterias como un medio de supervivencia frente a factores bactericidas o bacteriostáticos que producen los antibióticos; estos actúan a partir de la inactivación por destrucción o modificación (ej. bectalactamasas), Inaccesibilidad del fármaco al lugar de acción por disminución de la permeabilidad (ej. resistencia a betalactámicos por disminución de la permeabilidad), Alteración en el lugar de acción (ej. producción de una nueva enzima con poca afinidad al antibiótico).

La importancia de administrar un fármaco adecuado con dosis correctas, es evitar la resistencia; esto radica en que una misma bacteria puede desarrollar diversos mecanismos de resistencia frente a uno o varios antibióticos y de igual manera un antibiótico puede ser inactivado por distintos mecanismos provenientes de algunas especies bacterianas.

Se debe tomar en cuenta muchos factores para la elección de un fármaco y si este está o no contraindicado al paciente que se va a recetar como por ejemplo a un paciente distraído es mejor recetarle una dosis diaria en vez de tres tomas al día, previniendo así la discontinuidad de la terapia antibiótica que hemos enviado.

La falta de información al ingerir fármacos es decir la automedicación y la venta libre induce la resistencia bacteriana ya que no se administran dosis antibióticas adecuadas, empeorando a futuro una infección que ya no se va a curar con antibióticos simples sino con antibióticos con espectro antibacterial complejo por la evolución de las bacterias en la infección.

El excesivo uso de antibióticos de amplio espectro de segunda, tercera y en algunos casos de cuarta generación aceleran en gran medida la resistencia ya que son más potentes al tratar una infección que debió haber sido tratada con un antibiótico simple es decir de primera

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