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TRABAJO DE INVESTIGACIÓN


Enviado por   •  22 de Marzo de 2015  •  4.683 Palabras (19 Páginas)  •  204 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Hoy en dí¬a, la importancia de la computación en nuestras vidas es, sin lugar a dudas, incuestionable. Dicha importancia se refleja en una clara (y a veces hasta obsesiva) dependencia de las computadoras, y las diversas tecnologí¬as relacionadas con ellas, que presentan investigadores de diferentes disciplinas e incluso un número cada vez mayor de estudiantes y público en general. El mundo moderno parece girar en torno al ritmo que las computadoras le imponen, como podemos constatar a diario cuando vamos a un banco, cuando compramos un boleto de avión, cuando pagamos con una tarjeta de crédito y hasta cuando realizamos tareas tan simples como encender nuestro automóvil.

Sin embargo, y por extraño que esto pudiera sonar, a un lugar como el CINVESTAV, que es un centro de investigación de primer nivel, con amplio reconocimiento nacional e internacional, le tomó 23 años el poder contar con un Departamento de Computación. Las razones son varias, aunque principalmente se relacionan con la dificultad para conseguir recursos humanos en número y calidad suficiente, lo cual ha sido, por muchos años, una tarea muy difí¬cil de lograr en México1.

50 AÑOS DE LA COMPUTACIÓN EN MEXICO

Antecedentes históricos

El campo de las ciencias computacionales en México tiene sus orígenes a mediados de la década de los 1950s. En dicho período, destaca la llegada de la primera computadora electrónica a nuestro país [1]. Este importante evento, cuyo 50 aniversario celebramos en este 2008 tuvo una historia azarosa, aunque, afortunadamente, con un final feliz.

Todo empezó en 1955, año en que el Ing. Sergio Beltrán López (ver figura 1) le propone al Dr. Nabor Carrillo Flores (entonces rector de la UNAM), la instalación de una computadora en nuestra máxima casa de estudios. Esto generó opiniones encontradas dentro de la UNAM. Varios investigadores se oponían a esto, debido a que lo consideraban un lujo innecesario. Al parecer, el Ing. Beltrán se interesó en las computadoras a raíz de un proyecto de colaboración entre la UNAM y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). El grupo mexicano (del cual también formaba parte el Dr. Carrillo Flores) tenía que resolver sistemas de ecuaciones simultáneas tan complejos, que les tomó 9 meses hacerlo. Cuando enviaron sus resultados a UCLA, su contraparte norteamericana verificó los resultados en menos de 3 semanas. Esto dejó atónito al grupo mexicano, pues según sus estimaciones, se requeriría aproximadamente la mitad de la población de Estados Unidos para poder realizar esos cálculos en tan corto tiempo [4]. Al preguntarle sobre este asunto al director del proyecto en UCLA, su respuesta fue que los cálculos los habían efectuado con el Cerebro Electrónico Nacional. El Ing. Beltrán pensó que se trataba de una broma y movido por la curiosidad, viajó a UCLA. Ahí descubrió que el Cerebro Electrónico Nacional era una computadora IBM-650. Obviamente, no le tomó mucho tiempo al Ing. Beltrán darse cuenta del potencial de tal máquina e instó rápidamente al Dr. Nabor Carrillo Flores a instalar una computadora similar en la UNAM. Se cree que el Dr. Carrillo Flores acabó apoyando la propuesta debido a que él mismo había estado involucrado en el citado proyecto con Estados Unidos. Sin embargo, debido a las limitantes presupuestales de la UNAM, el rector le dijo al Ing. Beltrán que se rentaría una computadora, pero que ésta debía volverse auto-financiable en 12 meses. De no hacerlo, el proyecto se cancelaría. Ultimados los detalles con la IBM, se firmó un contrato para rentar una IBM-650 por un monto de $25,000 pesos mensuales. Cabe destacar que el plan original del Ing. Beltrán era rentar una IBM-704, pero a pesar del descuento del 60% que les ofreció IBM, no les alcanzó el dinero, y por ello se tuvieron que conformar con una IBM-650 que, además, no era nueva, sino que había sido heredada de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

El 8 de junio de 1958, abre sus puertas el Centro de Cálculo Electrónico (el CCE), ubicado en el sótano de la antigua Facultad de Ciencias. Su primer director fue el Ing. Beltrán López y entre sus colaboradores estuvieron Renato Iturriaga, Manuel Álvarez, Lían Karp, Javier Treviño, Luis Varela y Eduardo Molina. En el CCE se instaló la computadora IBM-650 de bulbos que se le rentó a IBM (ver figura 2). Esta máquina operaba con un tambor magnético con capacidad para 20,000 dígitos, efectuaba 1,300 operaciones de suma y resta por segundo y funcionaba con lectora y perforadora de tarjetas, adoptando un sistema numérico llamado bi-quinario. Utilizaba un ensamblador llamado SOAP (Symbolic Optimizer and Assembly Program), un pseudo-compilador llamado RUNCIBLE y un intérprete llamdo BELL [5]. Las primeras tareas que se le encomendaron a esta computadora fueron los de resolver problemas de astronomía, física e ingeniería química. Incluso, se conformó una base de datos para los antropólogos. En agosto de 1959, se dictó el primer coloquio sobre computadoras electrónicas y sus aplicaciones.

Figura 1: Ing. Sergio Beltrán

Figura 2: Computadora IBM-650, instalada en la UNAM en junio de 1958

El éxito rotundo del CCE los llevó a adquirir más equipo de cómputo.

Conforme los investigadores y las asesorías aumentaban, el Centro de Cálculo En 1960, se instaló una Bendix G-15 semitransistorizada (ver figura 3), con memoria de tambor magnético que giraba a 1800 revoluciones por minuto y que podía almacenar 2,160 palabras de 29 bits cada una, con un tiempo de acceso de aproximadamente 27 milisegundos. También se instalaron una lectora y una perforadora de cinta de papel y una máquina de escribir que le servía como consola.

Figura 3: Bendix G-15

Para 1961 se empezó a planificar el uso de esta computadora, tanto interno, como externo, ya que se proporcionó asesoría a diversas instituciones que lo solicitaron. Por ejemplo, se concretaron los siguientes proyectos Programa lineal para mezcla de gasolinas, para PEMEX; Inventario Forestal, para el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales; Modelo matemático de la optimización de una planta siderúrgica, para Nacional Financiera; y Diseño de transformadores para manufactura, para General Electric. También se realizaron varios proyectos de corte académico, tales como los siguientes: Cálculo de Montecarlo para contenedores de doble

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