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Enviado por   •  16 de Agosto de 2013  •  1.900 Palabras (8 Páginas)  •  323 Visitas

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UNIVERSIDAD SAN PEDRO

Curso: Liderazgo y Ética

“Ética de Spinoza”

Alexander Meza Villarreal

Polonio Toledo Erika

Solis Domínguez Jhonatan

Martes, 04 de diciembre del 2012

Ética de Baruch Spinoza

Ética demostrada según el orden geométrico, es el trabajo más importante, ambicioso y multifacético de Spinoza. Ambicioso, pues encara una fuerte crítica de las concepciones filosóficas más tradicionales: Dios, el hombre y el universo. Y también porque con su método pretende demostrar la verdad de Dios, la naturaleza, el hombre, la religión y el buen vivir. Lo presenta matemáticamente, con definiciones, axiomas, corolarios y escolios.

Ética, es de amplia influencia en áreas como teología, antropología, ontología y metafísica. Le ha dado este nombre, pues postula que la ontología es vista como un modo de desmitificar el mundo, permitiéndole al hombre vivir de acuerdo a la razón. Y como enseña Deleuze: “…lo intitula Ética. Lo cual es una manera de decir que «cualquiera se la importancia de mis preposiciones especulativas, ustedes no podrán juzgarlas más que al nivel de la ética que envuelven o implican».

La Ética de Spinoza: Dios o Naturaleza

«Por Dios entiendo a un ser absolutamente infinito, esto es, una substancia que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.»

La ontología de Spinoza postula que Dios es infinito, existe necesariamente, es decir, por sí mismo, es la substancia única del universo. Sólo hay una substancia en el universo es Dios, y todo está en Dios.

Lo siguiente, es una recorrido por sus proposiciones más importantes.

Proposición I: Una substancia es anterior por su naturaleza a sus afecciones.

Proposición II: Dos substancias que tienen atributos distintos no tienen nada en común entre sí.

Proposición III: No puede una cosa ser causa de otra, si entre sí nada tienen en común.

Proposición IV: Dos o más cosas distintas se distinguen entre sí por la diversidad de los atributos (naturalezas o esencias) de las substancias o por la diversidad de las afecciones mismas (sus propiedades accidentales).

Proposición V: En el orden de la naturaleza no pueden darse dos o más substancias de la misma naturaleza, ósea, con el mismo atributo.

Proposición VI: Una substancia no puede ser producida por otra substancia.

Proposición VII: A la naturaleza de una substancia le pertenece el existir.

Proposición VIII: Una substancia es necesariamente infinita.

Proposición IX: Cuanto más realidad o ser tiene una cosa, tantos más atributos le competen.

Proposición X: Cada atributo de la misma substancia debe concebirse por sí mismo.

Proposición XI: Dios, ósea, una substancia que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita, existe necesariamente.

Proposición XII: No puede verdaderamente concebirse ningún atributo de una substancia del que se siga que esa substancia puede ser dividida.

Proposición XIII: Una substancia absolutamente infinita es indivisible.

Proposición XIV: No puede darse ni concebirse substancia alguna excepto Dios.

Esto demuestra que Dios es infinito, necesario y sin causa.

Spinoza procede en tres sencillos pasos, en primer lugar afirma que dos substancias pueden compartir un atributo o esencia. Luego demuestra que es una substancia con infinitos atributos; y opone la existencia de esta infinita substancia a la existencia de cualquier otra, con esto abre la posibilidad de que hubiere una segunda substancia; pero puesto que Dios tiene todos los atributos posibles, no puede ser, además de Dios, ninguna otra substancia.

Al ser Dios la única substancia, todo lo demás existe en Dios. Por lo cual, todos los atributos son modos de ser de esa substancia.

¿Cuáles son las consecuencias de esta concepción de Dios? Dios es visto por Spinoza, como un Dios inmanente, ingénito, propio; una causa universal que asegura la continuidad de todo lo que existe. Esto constituye una clara ruptura con el Dios de la Revelación, presentado como una causa trascendente en el mundo, un Dios creacionista en la tradición judeo-cristiana; mientras que para Spinoza, el mundo existe necesariamente porque la substancia divina tiene el atributo de la existencia.

Proposición XXIX: En la naturaleza no hay nada contingente, sino que, en virtud de la necesidad de la naturaleza divina, todo está determinado a existir y obrar de cierto modo.

Sin embargo, está el problema sobre las diferencias respecto a cómo dependen las cosas de Dios. en este punto nos encontramos por un lado con el “modo infinito”, que incluye las leyes de la física, las verdades de la geometría, y las leyes de la lógica; y por otro está “el modo finito”, ligado a las cosas individuales y particulares, que están casualmente más distantes de Dios.

Se podría resumir la metafísica spinoziana respecto a Dios en una frase: “Dios o Naturaleza”, que en latín sería “Deus, sive Natura”. Para Spinoza la naturaleza tiene dos partes: una activa y otra pasiva; la primera ligada a Dios y sus atributos, de lo cual sigue todo lo demás, o sea, Natura natura -naturaleza naturalizante-. La segunda alude a todo aquello que es asignado por Dios y sus atributos, esta es Naturata Natura -naturaleza naturalizada-.

Aquí ya es posible comprender que la idea fundamental de Spinoza en el primera parte de la “Ética”, es que la naturaleza es un todo indivisible, sin causa, y substancial;

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