Transcripción de Los Procesos de Frustración en la Tarea Docente
vshpSíntesis25 de Julio de 2014
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Transcripción de Los Procesos de Frustración en la Tarea Docente
Los procesos de Frustración en la Tarea Docente
Historia en torno a la tarea docente
Elementos básicos que causan algunos procesos de frustración en la docencia. Deterioro de su Imagen Social La falta de autonomía en su proceso de trabajo Una magra retribución Económica Algunas condiciones que deterioran la imagen que tiene el docente de sí mismo Este capítulo nos habla de algunos procesos de frustración en la tarea docente de sí mismo. La tarea docente es objeto de múltiples frustraciones que, en última instancia, acaban por "anular" de cierta forma la dimensión humana de la tarea educativa y del profesor, lo que provoca rutina, conformismo e incapacidad académica. Los procesos de frustración de la tarea docente inciden directamente sobre los sujetos de la educación y que por lo tanto afecta el contexto social Es necesario reconocer que la frustración en la tarea docente es el resultado de múltiples procesos que confluyen en la creación permanente de insatisfacciones básicas. Estos procesos son de orden político social, histórico y económico. Todos estos elementos operan como una "bola de nieve" cuyo término es la frustración en la tarea docente. Las reminiscencias históricas en relación con la profesión docente se mueven a través de elementos contradictorios, por una parte, se considera como un servicio imprescindible e invaluable para la sociedad y por otra, se le percibe como algo despreciable y desagradable.
"El que dedica su vida a la juventud, el que es toda entrega, el baluarte de la nación."
La imagen del docente en los años 60 "El docente pervive el desprecio social, la exigencia de cumplir con un deber de ningún otro sector de la sociedad quiere responsabilizarse. Se le exige trabajar por trabajar, cumplir aunque no pueda reconocerse en los resultados de su labor. Su trabajo es una obligación no es un placer. El maestro es heredero del monje; el odio o la ambivalencia que despertaba la profesión de este pasan a él después de que el moje hubo perdido en gran medida su función. Es interesante observar que frente a imágenes no aceptables en relación con el docente, se proponga restituirle un "lugar digno" asignándole funciones diversas a las que le competen: docente-coordinador de grupos; docente-investigador de su propia práctica. El profesional docente, tiende a desempeñarse más como un burócrata que como alguien que realiza su labor independientemente.
La pérdida de autonomía del maestro, el maestro tiene cada vez menos con el diseño de los contenidos, el diseño de lo que se enseña y el cómo se debe enseñar. La idea de que la docencia es una profesión de hambre persiste más tenazmente que lo que autorizaría la realidad.
El profesor ha pasado de ser un vendedor de conocimientos, al que se compadece porque no es capaz de hacer valer estos de mejor manera en su propio interés material. Indudablemente que esta situación influye de manera decisiva en el proceso de frustración docente. Haga lo que haga, realice su tarea de la forma en que la realice su economía será menos que magra. Devaluación, esclavo, monje, elementos que buscan elevar su imagen al reconocer la importancia de la labor que realiza. Ya no es el que presta un gran servicio a la sociedad y al Estado, sino quien proyecta la imagen de una especie de parásito social. Imagen en la que el maestro ve devaluado su propio quehacer. Es conveniente considerar que quienes se están preparando para realizar tareas docentes conozcan esta situación, así como el conjunto de vicisitudes que tendrán que enfrentar en su vida profesional, Estas necesitan ser consideradas como riesgos profesionales.
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