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UNIDAD 10 IMPACTO DE LA TIC EN LAS ORGANIZACIONES


Enviado por   •  2 de Marzo de 2015  •  3.171 Palabras (13 Páginas)  •  174 Visitas

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UNIDAD 10

IMPACTO DE LA TIC EN LAS ORGANIZACIONES

Existe una relación bidireccional entre la organización y sus sistemas de información. La organización está abierta a los impactos de los sistemas de información y estos deben estar alineados con los objetivos de la organización. Existen unos factores mediadores que influyen en la interacción entre las TIC y las organizaciones.

Hay varios tipos de definiciones de organización: desde las definiciones centradas en el aspecto técnico que consideran la organización como un conjunto de recursos procesadores para producir una salida en forma de productos o servicios, hasta las definiciones centradas en los comportamientos, que hablan de un conjunto de derechos, responsabilidades y obligaciones.

A pesar de la diversidad de organizaciones que pueden existir, todas comparten unas características comunes: unos procedimientos operativos normalizados y una política organizacional. Dentro de las características naturales está la resistencia a los cambios organizacionales grandes.

También debemos pensar en lo que se llama “cultura organizacional”, con sus principios implícitos y su fuerza unificadora, también resistente al cambio. Los patrones de actividades que los empleados asumen también están siendo afectados, en áreas tales como:

· Procesos organizacionales

· Habilidades y patrones de trabajo

· Estructuras organizacionales

Las TIC pueden usarse simplemente para automatizar procesos preexistentes, pero lo más probable es que las actividades sean por lo menos racionalizadas, para aprovechar las ventajas de la nuevas posibilidades que la tecnología crea, y en algunos casos los procesos requieren ser rediseñados sustancialmente. Por lo tanto, los impactos sobre los procesos organizacionales son notorios y pueden ser muy profundos.

La expectativa es que los cambios aporten beneficios considerables, pero a menudo esos beneficios solo se realizan a mediano plazo. Comúnmente el impacto a corto plazo en la organización y en su rentabilidad se ve como negativo, se hace la inversión, un gasto excepcional, y se rompe la rutina existente.

Inevitablemente el impacto sobre los empleados es significativo. Muchos pueden no estar bien acondicionados y mentalmente preparados para el cambio a raíz de su formación y experiencia. Es común que los frentes de trabajo en los que se requiere un rediseño radical sean precisamente aquellos en los que los empleados se han ido asentando en operaciones ineficientes y por lo tanto el choque del cambio es mayor.

Al implantar nuevas tecnologías de informática y comunicaciones, los patrones de trabajo y las habilidades que ellos requieren, podrán ser muy diferentes de los que se tenían antes. Son vitales las capacidades relacionadas con los computadores y las comunicaciones. Algunos procesos que se hacían por lotes, pueden orientarse a ser realizados inmediatamente, bajo pedido, para atender las necesidades de los clientes. También puede haber efectos sobre las jornadas laborales, como la posibilidad de extender el soporte a los clientes fuera del horario normal de oficina. También estas tecnologías ofrecen la posibilidad de desarrollar trabajos en la sede del cliente, o en la residencia del trabajador (teletrabajo), manteniendo en todo momento la necesaria comunicación e intercambio de información con la sede de la empresa.

También la estructura organizacional se ve impactada por las TIC. De manera creciente, el enfoque tiende a dar trascendencia a los procesos del negocio, y a considerar como menos importante la jerarquía de administradores y supervisores.

Las unidades organizacionales que funcionan como mini-imperios son a menudo ineficientes por su resistencia al cambio. Cuando se implementan tecnologías informáticas y de comunicaciones, esas unidades tienden a ser remplazados por grupos más sueltos, no asociados por líneas funcionales, como mercadeo o producción, sino a lo largo de la cadena de negocios que añade valor a la materia prima para producir productos finales.

LA MEDICIÓN DE LA PRODUCTIVIDAD DE LA INVERSIÓN EN TIC

La inversión en tecnologías de la información ha ido en crecimiento. En una compañía norteamericana promedio, según estimaciones de Whitworth, de Hewlett-Packard, de un 4% del presupuesto a mediados de los años 80, ha pasado a estar en alrededor de 20% en la actualidad.

Cuando tratamos de medir el beneficio resultante de esas inversiones, las mediciones que pretendemos utilizar no son aplicables a los nuevos negocios y organizaciones. Una organización informatizada adecuadamente vale más que una que no lo es, y eso no se puede expresar con medidas convencionales. Entonces, tenemos que la informatización involucra un cambio cualitativo antes que cuantitativo en las organizaciones, por lo que es difícil medir varios aspectos de este cambio. Más bien, viene a ser un cambio necesario para el manejo de variedad. El mercado demanda atención individualizada, creándose innumerables nichos.

Este cambio es posible por la misma aparición de las TIC. y obliga a rediseñar la producción, administración, etc. Las empresas ya no son las de antes y deben cambiar mediante estas tecnologías o sucumbir.

Por ejemplo, las Bodegas de Datos (“data warehouses”) pueden ser aprovechadas con técnicas de Explotación de Datos (“data mining”) para analizar el comportamiento del mercado y crear nuevos servicios y combinaciones de ellos. Cambio cualitativo.

La base de todo esto está en una adecuada comprensión del fenómeno información, antes que de la tecnología que permite su aprovechamiento, y en esto no hemos avanzado mucho. Recién ahora se distinguen intentos de alineamiento de las TIC. con el soporte conceptual, pero el énfasis sigue en computación antes que en información.

Es difícil medir la productividad de las inversiones en TIC. Parte del problema se origina en el rápido avance de ese tipo de tecnologías, que a menudo hace que sea imposible para una organización recuperar completamente la inversión en nuevas tecnologías, antes de que sea necesario invertir en la siguiente “generación”.

Además, el gran potencial de producción que estas tecnologías permiten y el hecho de que si deseamos aumentar la capacidad funcional, hay que hacerlo en grandes unidades discretas, ha implicado muchas veces la existencia de sobredimensionamientos.

En tercer lugar, debido a los altos costos fijos de las TIC, se producen márgenes decrecientes

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