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AXIOLOGÍA La palabra axiología, proviene de los términos griegos axios = valor y logos= tratado


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2015  •  Ensayos  •  2.613 Palabras (11 Páginas)  •  462 Visitas

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AXIOLOGÍA

La palabra axiología, proviene de los términos griegos axios = valor y logos= tratado.[1]

Por lo que se le podría definir como la disciplina filosófica que estudia los valores.

La virtud ética es un hábito de elección que conduce a optar por el equilibrio entre dos extremos viciosos.[2]

Podría pensarse que la mayoría de las acciones que cometemos y consideramos buenas lo son por el hecho de que toda nuestra vida las hemos concebido de tal forma, estamos acostumbrados  actuar como la sociedad lo dicta sin tomar en cuenta todo lo que ellos implica o indagar más allá para conocer las intenciones que en tantas formas pueden, o más bien no pueden verse por el hecho de estar implícitas, incluso hay ocasiones en las confundimos nuestra subjetividad como personas con los valores, pues es una realidad que todas las personas contamos con ideas diferentes, gustos, creencias y hasta sueños que nos dan la oportunidad de la subjetividad y si bien lo que podría parecer bueno para nosotros y  nos satisface como personas también esto podría ser causante de perjuicio para alguien más, ya que lo que nos causa goce podría caer en el extremismo y viceversa, aunque todo esto se contradice a las ideas que planteaba Aristóteles sobre el justo medio pues entonces no hay ningún tipo de moderación, algo que nos impida personalmente caer en los excesos o las abstinencias radicales de cualquier tipo.

Los subjetivistas, como Perry, quienes apoyan esta teoría axiológica, podrían pensar que los valores son una serie de reglas rigurosas si es que son vistos objetivamente, pero en realidad las personas somos quienes eligen estos valores ya que no están impuestos, los valores no son entonces leyes o reglas, son preceptos y al concebirlos como objetivos quiere decir que son máximas universales, y es que en tantas ocasiones creemos que el carácter objetivista que se le da a los valores es rotundo y que coarta nuestra libertad de decisión como personas, o que son reglas a seguir sin más, y no es así.

Existen otro tipo de corrientes que intentaron definir a la axiología desde una mirada neopositivista, me refiero al empirismo lógico, el cual trajo consigo nuevas ideas, incorporando los valores a las ciencias de la educación, lo cual podemos ver en la forma de trabajo de mucha escuelas que lo único que logran es, con ayuda de los medios propagandísticos, crear una confusión acerca de lo que realmente son los valores y lo que estos implican. Estas ideas pretendieron innovar con nuevos saberes que a su vez, quizá implícitamente intentaron desplazar a la filosofía y sus clásicos, aunque ante esto es imprescindible tener en cuenta que en realidad ningún tipo de conocimiento que cuenta con un sustento teórico formidable puede ser desplazado por otro que aparezca en la actualidad cual tecnología, si bien pueden existir otro tipo de aportes nuevos, no le quitan su valor teórico a otras ideas.

Al analizar la manera en la que nos comportamos la mayoría de las veces todas las personas, y sin ninguna intención de totalizar, me atrevería a decir  que la mayoría de las veces actuamos suponiendo que estamos haciendo bien las cosas como lo mencionaba en un inicio, pero es que en realidad no hemos alcanzado a comprender lo que implica la buena voluntad, sobre lo que hablaba el filósofo Kant al mencionar esta parte del actuar humano en el que en realidad existe un alto contenido moral, este tipo de actuar tiene que ver con un deber hacer, en donde se es bueno en sí mismo y no por algún interés, que es  como la mayoría de las veces actuamos, y es que como decía, la mayoría de las veces consideramos que estamos actuando moralmente bien, y en realidad nuestras acciones no dejan de ser buenas, el problema radica en que no estamos haciendo las cosas por voluntad propia, sino por alguna u otra razón que nos ha llevado a actuar de tal manera, como podría serlo nuestros deberes políticos, o porque sabemos que los demás esperan que actuemos de tal o cual forma, en estos casos la buena voluntad no está presente.

Actuar por mérito es otro ejemplo de lo que podemos confundir con la buena voluntad, pues hay quienes viven llenos de discursos con los que se sienten satisfechos por el hecho de haber persuadido que alguien  actuara de una manera distinta conforme a la moral popular con la que estamos acostumbrados a vivir.

Conforme a las ideas de Kant, la moral vulgar es lo que está presente en nuestra realidad sin el afán peyorativo, y es que estamos tan bombardeados de discursos propagandísticos en los que creemos fielmente por pertenecer a los medios de comunicación más influyentes en la sociedad, que cumplen vagamente con el fin educativo, intentando concretizar a los valores como si se tratara de simples acciones, es entonces cuando me doy cuenta que gracias a toda esta serie de situaciones actuamos conforme a los valores superficialmente, y estamos acostumbrados a actuar de esta forma, es decir, a posteriori, a partir de algo que ya conocemos, pareciera entonces que actuamos por conveniencia aunque implícitamente, ya que esperamos algún tipo de resultado que de igual manera nos favorezca a nosotros a partir de lo que hacemos después de haber conocido que nuestros actos “buenos” también imprimen en nosotros una apariencia hacía con los demás y que por supuesto nos beneficia también a nosotros.

Kant al halar de la buena voluntad se refiere al tipo de acciones de carácter a priori, donde se realizan las acciones espontáneamente, por voluntad pura, sin algún tipo de mérito, y antes de esto sabemos que contamos con una teoría de las costumbres que responde a nuestros quehaceres cotidianos, en donde las teorías bien fundadas, como en este caso, lo que nos concierne, la axiología, verdaderamente son limitadas a lo que nos es presentado superficialmente, cosa que no sucede en realidad con la filosofía, pues es en esta donde el hombre encuentra un verdadero sentido de la sabiduría y el intelectualismo, ya que el filósofo no busca como se hace en otros casos la popularidad.

Son los conceptos puros de la razón los que se contraponen a lo a posterior y se separan de lo popular, es aquí donde se encuentra la buna voluntad verdadera y una perfección en nuestras acciones, la cuestión radicaría en encontrar como es que podemos comenzar a actuar de una manera tan filosófica e intelectual que nos permita acercarnos a una mejor moralidad.

Con respecto a la conciencia moral, podemos decir que es aquel tribunal interno que nos permite actuar para bien o para mal, pero aunque parezca algún tipo de conciencia que nos lleve a racionalizar nuestros actos, también trae consigo impregnada una carga de acciones a posteriori, pues entonces estaríamos basándonos en aquello que nos resultó mejor para seguir mostrando esa parte de nosotros.

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