Actividad física Para La Embazadas

Actividad física recomendada para la mujer embarazada

Una de la etapa donde el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios es el embarazo, éstos no son solo físicos, sino que químico y psicológicos. Es durante el embarazo que el cuerpo comienza producir en mayor cantidad hormonas necesarias para la gestación. También se producen cambios emocionales como depresión, stress, malestar, es decir puede pasar de estar alegre a molesta, de estar tranquila a deprimirse y otros. Pero los más visibles son los cambios físicos ya que durante el embarazo la mujer debe soporta en su cuerpo un peso que va aumentando paulatinamente a medida que transcurre el embarazo. En otras palabras, la mujer debe adaptarse un nuevo nivel hormonal, metabólico, cardiovascular, respiratorio y músculo-esquelético, dado que se debe crear un medio óptimo para el desarrollo del feto.

Durante muchos años el embarazo era visto como una enfermedad, es decir, a la mujer no se le permitía hacer fuerza física, hacer algunos trabajos y otros. Y se le sometía a un reposo absoluto. Esta situación era generada por el desconocimiento de la cantidad y la calidad de cambios que se produce durante el embarazo y las creencias que para época se tenían. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo y los cambios tecnológicos surgieron estudios donde se conocen la evolución del cigoto durante el embarazo y los cambios no sólo físicos, hormonales y psicológicos que sufre la mujer. Dichos estudios abrieron una nueva puerta para las mujeres, pues ya no se concebía al embarazo como una fase discapacitante para las mismas.

A medida que se comprendieron los procesos físicos, químicos y psicológicos que sufre la mujer durante el embarazo, permitieron a los profesionales aconsejar mejor a las mujeres durante esta etapa. Actualmente ginecólogos y profesionales de las actividades físicas y deporte ofrecen ciertos ejercicios que benefician, no solamente a la madre, sino también al feto.

Según, Gouveia, (2007) la realización de actividad física en el embarazo mejora el parto y hay una menor necesidad de intervención obstétrica (Melzer, 2010).Los ejercicios benefician a la embarazada en su calidad de vida, ya que, éstos mejora la condición cardiovascular y muscular, favorece la corrección postural y evita un aumento excesivo de peso, lo que proporcionará a la embarazada una mejor condición física general y le permitirá enfrentarse al trabajo del embarazo y parto con menos riesgos.

Así mismo, disminuye las molestias digestivas y el estreñimiento, aumenta el bienestar psicológico reduciendo la ansiedad, la depresión y el insomnio y crea hábitos de vida saludables. Mejora la tensión arterial y protege frente a la diabetes gestacional, pudiendo ser empleado como tratamiento alternativo que permitiría disminuir o incluso suprimir el uso de insulina. Acorta el tiempo de hospitalización postparto y reduce el número de cesáreas.

Sin embargo, existe un vacío en cuanto la cantidad y qué tipo de ejercicios se pueden realizar, por lo tanto, los ejercicios físicos deben hacerse siempre bajo una orientación médica y profesional y siempre que se tenga un embarazo “normal”, es decir que no existan riesgo alguno.

Estos ejercicios dependerán de la salud de la madre, de cuan activa o no era antes de su embarazo, de que tan avanzado este el embarazo y otras recomendaciones que le diga su médico de cabecera. Otro punto importante en tomar en cuenta es la intensidad, se debe hacer mayormente ejercicios donde la gestante no corra riesgo de caerse, de que su temperatura suba, se debe evitar los abdominales y el uso de pesas muy pesadas. Se recomienda hacerlos por lo menos tres veces por semana y no exceder un máximo de cinco veces por semanas si este es aérobico. Según recomendaciones estudiadas, dice que la mujer no debe permanecer mucho tiempo posición de cúbito-supino (boca arriba),

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