Amputacion
miguel.27966 de Abril de 2015
7.482 Palabras (30 Páginas)337 Visitas
-25-
CAPITULO 2
ASPECTOS PSICOLOGICOS DE LA AMPUTACION*
Introducción
La amputación es una incapacidad que puede afectar a los niños, a los
adultos y a los ancianos, ya que ocurre a cualquier edad de la vida humana.
La manifestación primaria
extremidad o extremidades
un miembro a un individuo
su vida se prolongue unos
es el niño que nace amputado congénito, con una
incompletas. La última ocurre cuando se amputa
de mucha edad en un esfuerzo para ayudar a que
meses 0 años más. Los factores que influyen en
el cuidado y tratamiento de un niño que ha nacido sin un miembro son muy
diferentes de los que afectan al tratamiento de un adulto con una amputación
traumática sufrida como resultado de un accidente de automóvil, y son
también diferentes los problemas del anciano que ha sufrido la amputación
de un miembro en sus últimos años a causa de la diabetes. Se ve claramente
que los problemas de la amputación dependen en gran manera de la edad cronológica
del individuo y están específicamente relacionados con los atributos
psicológicos y físicos que son característicos de su edad.
Es importante que tomando los amputados en grupo, no está relacionada
directamente la extensión de la pérdida física con las dificultades psicológicas
del paciente. Estas dificultades dependen en su mayor parte de los
atributos personales del individuo que del tipo de amputación. Por tanto,
un individuo con una pérdida física limitada, puede presentar problemas
de adaptación mayores que otro individuo con una pérdida más importante.
Dirigiendo nuestra atención a las reacciones de la conducta del amputado,
el análisis de los aspectos psicológicos del problema sugiere que
se analicen mejor siguiendo tres canales.
El primero concierne a las experiencias y problemas reales con los
cuales tropieza el individuo como resultado de la amputación.
El segundo trata de la variedad de formas con que el paciente reacciona
a estos estímulos, los tipos de conducta que despliega y las introspec-
* Basado en e'l capítulo 1lAmputacióntt por el Dr. S. Fishman en llPsycological Practices with
the Physically Disabled’l editado por J. Garret y S. Levine, publicado por Columbia University
Press 1961.
-26-
ciones del paciente concernientes a su incapacidad.
La tercera discusión concierne a la identificación de aquellos procesos
psicodinámicos que clarifican las relaciones entre las experiencias
objetivad asociadas con la amputación y el resultado de las respuestas de
la conducta.
La experiencia de la Amputación
Considerando el es-t,Tmulo que experimenta el amputado, vamos a examinar
primero los problemas reales que engendra la incapacidad. El conocimiento
de la naturaleza de los problemas que se presentan es como pavimentar el
camino para entender la conducta de los que la sufren. Se desarrollan por
la permanencia e irrevocabilidad de la pérdida producida por la ampu-tación
un número de problemas estrictamente físicos, psicológicos y sociales bastante
específicos y de naturaleza única. Después, estos problemas físicos
y psicológicos deben considerarse en relación de unos con los otros por
sus íntimas y complejas interacciones. Por último, la importancia de los
problemas asociados con la amputación, llevar una prótesis y el reajuste
personal es grande y merecen una detallada identificación.
A. Capacidades Físicas
1. Limitaciones funcionales
Aunque las satisfacciones psicológicas que acompañan a la actividad
física no han sido estudiadas muy a fondo, está claro que hay una inclinación
congénita a usar los recursos propios. Esto se hace evidente en la
determinación de los niños para andar, gatear y manipular objetos sin aprendizaje.
La participación espontánea de los niños y adultos en una variedad
de actividades físicas, es el ejemplo más claro de esta necesidad. Aunque
tenemos alguna dificultad en definir con precisión la naturaleza de esta
inclinación a una actividad física, está perfectamente claro que hay necesidades
psicológicas y satisfacciones asociadas con ella, y que con la amputación
estas satisfacciones se limitan.
Además de los placeres que están directamente relacionados con el uso
de las facultades físicas propias, como andar, bailar o nadar, hay otras
satisfacciones que sólo se pueden realizar a través del uso de la función
-27-
ambulatoria o prensil como un escalón previo. En este último caso, estos
placeres no crecen con la actividad física sino por los resultados de esta
aplicación, como subir al palco de un teatro, agarrar una bebida o hacer
una excursión a un sitio deseado pero algunas veces inaccesible.
En relación con los trabajos físicos, tanto la satisfacción directa
que llevan consigo y de los placeres ya comentados, las alternativas abiertas
al amputado son: a) evitar la ejecución de la tarea, b) compensar la
pérdida con el uso de la extremidad restante, 0 c) ejecutar la función
reemplazando el miembro perdido por otro artificial. Dependiendo de la tarea
y situación a la cual se ha enfrentado, el amputado puede utilizar las
tres alternativas como solución en algunos casos. Pero sin que importe la
alternativa que elija el amputado, su necesidad de ejecutar una gran variedad
de actos físicos sin restricción ni limitación, podrá ejecutarlos sólo
parcialmente.
Es importante notar que, por lo general, la prótesis del miembro inferior
reemplaza mejor el miembro perdido que la prótesis de la extremidad
superior. Esto es consecuencia del hecho de que la ambulación es esencialmente
una actividad cíclica y repetitiva en dos planos, la cual puede duplicarse
por medio de una pierna artificial con relativa efectividad. La
función de la extremidad superior es considerablemente más variada y com-
Neja, y casi siempre lleva consigo un movimiento en tres planos, lo cual
hace que el problema de la duplicidad sea mucho más complicado. Por esto,
se puede considerar fortuito que las amputaciones del brazo ocurran con
más frecuencia en gente joven que tiene la adaptabilidad física y psicológica
necesaria para aprender el uso de una prótesis de extremidad superior.
2. Fracasos funcionales
Normalmente, nuestra sociedad presenta actitudes relativamente negativas
hacia la gente que fracasa en diversas actividades, ya sea en el trabajo,
en la escuela o en asuntos sociales. El fracaso como estudiante, un
error jugando a la pelota o el fracaso en el trabajo o los negocios son
objeto de crítica por parte de la sociedad.
De todas formas, el uso de un aparato protésico implica inevitablemente
un mayor número de fracasos en la función física, así como el desarrollo
-28-
de tres hechos que están fuera del control consciente del amputado. Pensando
que la prótesis es una simple máquina, a) cualquier fallo en el diseño
y construcción de sus partes y/o en la adaptación en el amputado pueden
causar fallos en la función; b) aunque el miembro artificial está perfectamente
controlado por el amputado, puede fallar en proporcionar una adecuada
función; c) el nuevo amputado no ha desarrollado un nivel suficiente de
coordinación muscular para mantener un control consistente del miembro.
A la vista de estas consideraciones, el amputado, especialmente el
nuevo, debe aceptar que en un número razonable de veces se caiga mientras
está andando o falle en el simple acto de agarrar algo con la mano artificial
y que se le caiga. Estos fallos en las funciones elementales y esenciales
son fuente de inquietud y confusión para el individuo a causa de
las consecuencias sociales y físicas. Aunque el individuo esté muy experimentado
en el uso del aparato artificial, siempre existe la posibilidad
de fallo. Dependiendo de la necesidad del individuo en presentar una apariencia
de perfección a otras personas y a sí mismo, la ansiedad que
acarrea un fallo en público tiende a inhibir el uso del aparato.
B . Comodidad
1. Dolor relacionado con la prótesis
Una dificultad más que se presenta en la adaptación de la prótesis
es que el individuo no tenga ni dolor ni tensión y esté tan cómodo como
sea posible. Normalmente, no se sabe que las prótesis son accesorios inherentemente
incómodos y aún la mejor construida, no se puede considerar completamente
cómoda y algunas veces el amputado no la admite. Lo que nosotros
llamamos una prótesis cómoda es simplemente la que ofrece un grado mínimo
y tolerable de incomodidad.
Aunque no esté muy explicado, no debe extrañar el punto de vista arriba
expresado, porque cuando se fije un dispositivo protésico en la extremidad
inferior del amputado, los tejidos y músculos están ejecutando funciones
atípicas, p. ej. la carga del peso. Hasta que se aclimatan los tejidos,
se insensibilizan y/o se vuelven callosos para
...