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Analisis De Derecho


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2014  •  4.715 Palabras (19 Páginas)  •  145 Visitas

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Introducción

La práctica de la justicia ha ido evolucionando desde su aparición hasta nuestros días, ha tenido desde una aplicación brutal, hasta otras totalmente humanas y llenas de ética hacia los sentenciados, tal es el caso de Australia y su sistema penitenciario envidiable.

Volviendo al inicio la aplicación de la justicia en siglos pasados era aplicada de formas que para nuestros días y para nuestros pensamientos mas humanos en este tiempo contemporáneo, es vista de una forma indescriptible, dicho esto por la aplicación de torturas, suplicios y muertes aterradoras que para un pensamiento sensato, moral y lleno de ética, es indignante recordar ese pasado oscuro de la humanidad.

Citando ejemplos de algunos países en los cuales incluían en su sentencias clasificaciones detalladas de suplicios y torturas se encuentran Francia o Inglaterra por mencionar a quienes mantenían en práctica continua estos actos, los cuales debían de seguir un patrón o un orden en la forma en que estos debían de ser aplicados al “paciente” o sentenciado, podía variar desde una tortura rápida en la cual solo se eran incluidos azotes, golpes y un tormento físico leve(relativamente), esto podía ser aplicado según la falta dada o el interés el cual mostraba el acusado hacia el juez o hacia el monarca. A los sentenciados por algún delito de fuerza mayor, su suplicio era hecho todo un tormento al que se le comparaba con una probada terrenal de lo que sería su tormento en el infierno, variaban desde azotes ya mencionados, cortadas con armas punzo-cortantes, contacto en la carne con hierros calentados al rojo vivo, ya sea para marcarlos como al Ganado por la falta cometida o por el simple hecho de causar un dolor atroz al quemar la carne y dañar directamente el sistema nervioso y óseo en algunas ocasiones, también podía ser incluido el fundir plomo y ya sea solo o mezclado con azufre dejándolos hervir para mantener una temperatura muy alta, se les colocaba con la ayuda de un cucharon en el cuerpo o si se quería llegar a un tormento indescriptible este les era depositado en la boca, los ojos o se hacia una incisión en el vientre y se le arrojaba adentro fundiendo órganos internos no importantes pues así no podían morir pero si sufrir de un dolor totalmente atroz.

Después de recibir este tipo de tormentos los cuales eran aplicados por sentencia o para que en acusado se arrepintiera o diera confesión de sus actos, se pasaba a darle muerte. Si bien le iba al acusado era ahorcado o degollado al instante, si no se le ataban las extremidades a caballos, los cuales tiraban de estas hasta desprenderlas del cuerpo y después se pasaba a decapitar, terminar de cortar el cuerpo en barias piezas y quemarlo, también se utilizaban hogueras en las cuales se colocaban los pacientes y podían mantenerse por horas hasta que fueran reducidos a cenizas.

A continuación doy ejemplos de la aplicación de la justicia en diferentes épocas y una crítica al pensamiento.

Los juicios por brujería de Salem

El proceso que acabó con la vida de 19 personas en Massachussets, entre los meses de mayo y octubre de 1692, es uno de los episodios más tristes de la historia judicial de los Estados Unidos. Ocurrió en un pequeño pueblo llamado Sálem; en la Costa Este norteamericana, a 25 km al norte de Boston. Un lugar que no se recuerda por la inmejorable situación de su puerto –fundado por una cofradía de pescadores en el invierno de 1623– ni por el pintoresco estilo de su arquitectura colonial, sino por los juicios por brujería que atemorizaron a toda la comarca durante seis meses cuando nadie estaba a salvo de morir ahorcado o aplastado por un montón de rocas si una de las niñas del pueblo decía tu nombre y te acusaba de pactar con el diablo.

A finales del siglo XVII, la vida de aquellos colonos era muy dura: tenían que sobrevivir a la inclemencia de los inviernos, al contagio de la viruela y a los ataques de los indios, sin otras normas que las que dictara el rey Guillermo de Inglaterra desde la lejana metrópoli; por ese motivo, no es de extrañar que la gente hallara consuelo en la fe. El problema llegó cuando su estricta lectura e interpretación de la Biblia cegó sus sentidos y cualquier lógica, aferrando sus decisiones a las convicciones más puritanas.

En ese contexto, los inocentes juegos de Tituba –la esclava antillana del reverendo– basados en sus propias creencias y ritos fueron la espoleta que detonó la convivencia de los vecinos. Mientras les veía el futuro a las niñas, la hija y la sobrina del reverendo Parris cayeron en un estado de trance que sólo se interrumpía por convulsiones y gritos incoherentes. Pronto, la histeria se contagió a las demás niñas del pueblo que acabaron confesando la práctica de magia negra, algo que entonces se castigaba con la pena de muerte.

Aquellas niñas, convertidas de la noche a la mañana en el epicentro del pueblo, empezaron a acusar a todas las personas que les caían mal, a quienes envidiaban o, simplemente, a los que sus padres miraban con recelo porque no pertenecían al clan de los poderosos Putnam, llevando al cadalso a 19 condenados por un Tribunal que les enjuició basándose, exclusivamente, en los testimonios de aquellas niñas poseídas y en lo que entonces se denominaron evidencias espectrales –los testigos sabían la verdad porque se la contaban los fantasmas o el propio demonio– hasta que, finalmente, se impuso la cordura y el Tribunal se disolvió por mediación del Gobernador de Massachussets poniendo en libertad, sin cargos, a más de 150 detenidos y sospechosos señalados por la histeria colectiva, incluyendo al rector de la Universidad de Hárvard y a la propia esposa del Gobernador Phips. Curiosamente, la esclava que –sin quererlo– originó el escándalo con sus ritos de vudú, fue una de las pocas que se libró de la horca al reconocer bajo tortura, durante el interrogatorio, que era bruja.

El proceso que iniciaron los descendientes de aquellas personas injustamente condenadas, para lograr su rehabilitación, concluyó el 31 de octubre de 2001 –es decir, más de 300 años después de que finalizaran los juicios de Sálem y, casualidades de la vida, la noche de Halloween– cuando el Gobierno del Estado de Massachusetts exhoneró a las 5 últimas víctimas: Bridget Bishop, Susannah Martin, Alice Parker, Wilmot Redd y Margaret Scott

SUPLICIO – VIGILAR Y CASTIGAR

El cuerpo de los condenados

Como bien dice el título de la primera sección del primer

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