Arte Y Cultura

1. Explique la relación que se establece entre: Ecología, Hombre y Salud.

La Ecología nos incluye a los hombres porque somos parte del medio ambiente, nosotros somos quienes lo deterioramos al extraer de forma desmedida los recursos naturales, de esta forma alteramos los procesos que se llevan a cabo en un ecosistema. Al alterarse estos procesos, varían los factores bióticos y abióticos ( ejemplo: El clima) de tal forma que influyen en todos los organismos que estamos en ese medio, si lo vemos desde el enfoque humano, se modifica nuestra calidad de vida ¿por qué? si se altera el patrón de lluvias de un lugar, o sea disminuye o hay sequía, se reducen las cosechas y como consecuencia el alimento lo que en lugares donde vive gente con poco ingreso, ese alimento queda fuera de su dieta, llevando a una mala dieta. Por otro lado el suelo se erosiona por el viento al no tener vegetación, el aire levanta más partículas de polvo que nos ocasionan infecciones en las vías respiratorias, en la mucosa de los ojos y alergias. En el caso contrario con exceso de lluvias, se generan inundaciones, se contamina el agua y nos exponemos a enfermedades diarreicas.

Para concluir podemos decir que la relación es directa debido a que sobre la salud influye el ambiente, el estrés, los hábitos de vida, la biología, todo esto condicionara la salud.

El nivel de degradación del ambiente grado de polución y contaminación, grado de protección del ambiente; son factores ecológicos que afectan a la salud del hombre.

2. Medicina Popular o FolkMedicina, ¿obstáculo o complemento de la Medicina Institucionalizada?

La medicina popular o folk-medicina es un conglomerado de conocimientos pragmáticos ancestrales aplicados por medio de instrumentos y medios atávicos, transmitidos a través de tradiciones orales o escritas y cuyo objetivo es la conservación y/o recuperación de la salud del individuo considerado como parte integrante del todo que es la comunidad; aunque no se puede decir que la medicina popular sólo es experiencia del pasado transmitida de generación en generación, pues también ocurre que de pronto, en cualquier tipo de sociedad y en cualquier estrato socioeconómico puede surgir un individuo con capacidad de curar, sin que nadie le haya transmitido conocimiento alguno aunque la medicina, o arte de curar, es una sola, cada cultura ha desarrollado sus propios procedimientos y prácticas terapéuticas, explicables o no, para la ciencia que maneja la cultura ahora en el poder.

Se puede afirmar, sin temor a equivocarse, que cuando la Medicina Institucional acepte como válido el acervo de conocimientos de la Medicina Tradicional, se verá realmente enriquecida y su objetivo de restablecer, conservar y mejorar la salud será más fácilmente alcanzado, para mayor bienestar de la sociedad.

Sabiendo que puede ser de gran utilidad o complemento para la medicina institucional debido a que hay enfermedades en la que solo son conocidas y curadas por los que practican esta llamada Medicina Popular, que es considerada por el sistema médico académico como lo raro, lo mágico, lo mítico y hasta lo exótico. De este modo predomina una visión dicotómica y de oposición entre ambos sistemas médicos: lo científico y oficial se contrapone a lo tradicional u ilegítimo. Esto permitió que la expansión de las prácticas médicas hegemónicas sobre las comunidades condujera a la transformación, el desplazamiento e inclusive, en algunos casos, la eliminación de estos saberes populares.

El aspecto que se ha de resaltar está claro: la medicina popular tiene mucho que ofrecer, pero no siempre puede suplir el acceso a esos medicamentos modernos y medidas de urgencia de gran eficacia que marcan la diferencia entre la vida y la muerte para muchos millones de personas.

No tiene por qué haber conflicto entre la medicina tradicional y la medicina institucionalizada. En el marco de la atención primaria, ambas pueden combinarse de forma armoniosa y beneficiosa, en un sistema que aproveche lo mejor de cada una y compense también las deficiencias de cada una. Ahora bien, esto no es algo que vaya a ocurrir espontáneamente: es preciso tomar deliberadamente decisiones normativas. Pero es posible hacerlo.

En varios países donde los sistemas de salud están organizados

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