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Bosques Y La Reducciòn De La Pobreza

nerislicious12 de Diciembre de 2012

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INDICE

INTRODUCCIÒN………………………………………………………………... 3

ANTECEDENTES……………………………………………………………….4

OBJETIVO GENERAL………………………………………………………….23

OBJETIVO PARTICULAR……………………………………………………...23

JUSTIFICACIÒN…………………………………………………………………23

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA………………………………………..23

CONCLUSIÒN……………………………………………………………………24

BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………….25

INTRODUCCION.-

El presente protocolo presentado se refiere a “los bosques y la reducción de la pobreza”. Aproximadamente 1,6 mil millones de personas –más del 25 por ciento de la población mundial – dependen de los recursos forestales para la consecución de los medios de vida y la mayor parte de ellos (1,2 mil millones) utiliza los árboles en las explotaciones agrícolas para generar alimentos y dinero en efectivo. Para millones de personas que viven en la pobreza, los bosques y los recursos arbóreos no sólo suministran alimentos, combustible para la cocción de los alimentos y para la calefacción, medicamentos, refugio, vestimentas, sino también funcionan como redes de seguridad en situaciones de crisis o emergencias.

La característica principal del protocolo es la de conocer y dar a conocer como los bosques son explotados sin conciencia, y como podemos darles un uso sustentable.

El interés principal de realizar esté proyecto es meramente académico, ya que se entregará para fin de semestre. Para llevar a cabo el presente protocolo primeramente fue necesario realizar investigación en libros, internet, con conocidos, folletos. Etc. Para después poder juntar y citar la información.

ANTECEDENTES.-

ACONTINUACIÒN PLATEARE LA PROBLEMÁTICA EN ORDEN DECRECIENTE, A NIVEL INTERNACIONAL, NACIONAL, ESTATAL Y MUNICIPAL.

INTERNACIONAL.-

Aproximadamente 1,6 mil millones de personas –más del 25 por ciento de la población mundial – dependen de los recursos forestales para la consecución de los medios de vida y la mayor parte de ellos (1,2 mil millones) utiliza los árboles en las explotaciones agrícolas para generar alimentos y dinero en efectivo. Además, muchos países en el mundo en desarrollo recurren al dendrocombustible para satisfacer el 90 por ciento de las necesidades energéticas. A pesar de la importancia de estos recursos por la serie de beneficios económicos, ambientales, sociales y culturales que suministran, los datos sobre tales dimensiones son poco precisas o no están disponibles. Por tanto, el alcance que tienen estos recursos al contribuir al desarrollo nacional, la reducción de la pobreza y el mejoramiento de la seguridad alimentaria para las poblaciones vulnerables no se reconoce ni se valora adecuadamente. Sin embargo, cada vez más los estudios de caso y otras pruebas convincentes documentan la función que desempeñan los bosques y los árboles fuera del bosque en el crecimiento de la economía nacional, el desarrollo rural y los medios de subsistencia. La investigación científica también mejora nuestra comprensión sobre la manera en la que el sector forestal contribuye para los logros de todos los objetivos de desarrollo del Milenio, no sólo a aquellos referentes a la pobreza, el hambre y el medio ambiente.

Para millones de personas que viven en la pobreza, los bosques y los recursos arbóreos no sólo suministran alimentos, combustible para la cocción de los alimentos y para la calefacción, medicamentos, refugio, vestimentas, sino también funcionan como redes de seguridad en situaciones de crisis o emergencias –

por ejemplo, cuando se pierden los cultivos debido a las sequías prolongadas o cuando el jefe de hogar no puede dedicarse a actividades productivas a causa del VIH y SIDA u otras enfermedades devastadoras. Los recursos forestales generan ingresos mediante el empleo y la venta de los bienes y servicios excedentes.

Coherente con su mandato, la FAO ha estado trabajando con los países desde su fundación en 1945 para garantizar a las personas alimentos de suficiente calidad para conducir sus vidas de manera saludable y productiva. Asimismo, contribuye al desarrollo de las zonas rurales en las que reside el 70 por ciento de la poblaciones pobres y que padecen hambre –regiones en muchas de las cuales los bosques y los árboles fuera del bosque desempeñan una serie de funciones económicas, ecológicas, culturales y sociales que son esenciales para la salud del planeta y de sus habitantes.

Durante un foro internacional que tuvo lugar en 2001 para debatir el potencial del sector forestal en la reducción de la pobreza, los expertos elaboraron un programa de cuatro puntos para la acción que requieren lo siguiente:

• fortalecer los derechos de las poblaciones pobres, las capacidades locales y la gobernanza;

• reducir la vulnerabilidad de las poblaciones pobres;

• anular las restricciones para un acceso a oportunidades rentables y dinámicas en el sector forestal;

• trabajar en asociación.

Al crear estas prioridades, la FAO publicó Mejorar las actividades forestales para reducir la pobreza. Guía para profesionales (Estudio FAO: Montes 149) que sugiere formas de evitar, mitigar y reducir la pobreza mediante las intervenciones basadas en las actividades forestales en las zonas rurales.

El documento señala las cuestiones clave y proporciona ejemplos de estudios de caso exitosos. Además, hace hincapié en la importancia de la utilización de enfoques participativos y de actividades adecuadas a la esfera local. Lo importante es realizar cambios que mejoren las vidas de las personas que habitan en los bosques o cerca de ellos, ayudar a los usuarios a comprender mejor las diferentes formas de la pobreza rural e indicar de qué manera las decisiones adoptadas a nivel local influyen en los segmentos de las comunidades pobres de diferentes maneras – siendo las mujeres, los niños y los ancianos los más vulnerables.

Recientemente, la FAO está estudiando de qué manera el sector forestal se considera en las estrategias de reducción de la pobreza y está trabajando con diversos países para fortalecer los vínculos. Mediante su programa de desarrollo de empresas comunitarias, la FAO también contribuye en las zonas rurales a crear pequeñas empresas para la elaboración de los productos forestales y arbóreos. Tales iniciativas no sólo mejoran los ingresos, sino también proporcionan un incentivo para ordenar y proteger mejor la base de recursos.

Con el objetivo de potenciar las contribuciones del sector forestal a la reducción de la pobreza, la FAO colabora y se basa en la experiencia de la labor de los asociados, en particular, el Mecanismo para los programas forestales nacionales, así como el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), el Programa sobre los bosques del Banco Mundial (PROFOR) y muchos otros.

Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura - FAO

La protección de los bosques y la reducción de la pobreza pueden ir de la mano en todo el mundo. Durante mucho tiempo, muchos países creyeron que proteger los bosques implicaba conservarlos de manera total, impidiendo cualquier tipo de explotación. El problema con que se encontraron fue que muchísimas personas tienen en los bosques una fuente importante de los recursos con los cuales sobreviven. Así, la protección de bosques en algunos casos no era del todo bien vista por sus vecinos de escasos recursos.

cómo el bosque es una fuente importantísima de recursos para cientos de millones de personas en todo el globo. Los “servicios ecosistémicos” como porcentaje del PIB de un país. Por servicios ecosistémicos se entienden los recursos que dan los bosques, como la madera, el agua fresca y los nutrientes de los suelos.

Se calcula calculan que, para un país como Brasil, los servicios ecosistémicos de los bosques representan cerca del 20% del PIB; pero, lo que más impresiona es que para los 20 millones de personas que viven en pobreza en ese país sudamericano, ese porcentaje se eleva hasta cerca del 89%.

Una situación similar se presenta en países como Indonesia e India, donde son lo pobres quienes más provecho le sacan a los bosques.

Esto lleva a dos grandes conclusiones: los pobres necesitan de los bosques para sobrevivir y, al mismo tiempo, mejorar los recursos que dan los bosques indudablemente mejorará la calidad de vida de estas poblaciones.

“Hay evidencia económica de que esto es así los cálculos hablan de un retorno de inversión de hasta el 50%. “Cuando se construye un puente o una carretera, un retorno de inversión de 15% está muy bien, imaginen lo que quiere decir un retorno del 50%”.

Al aumentar la calidad de vida de las poblaciones más pobres que viven en los bosques y de los bosques, los gobiernos se están asegurando que tendrán más retribuciones fiscales, lo cual a final de cuentas los terminará beneficiando también.

Eso sí, se debe tener mucha paciencia para ver estos resultados. “No se trata de si habrá o no ingresos fiscales, sino de cuándo llegarán. Son ingresos fiscales a futuro,

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