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CERÁMICA DE LA CULTURA NAZCA - PERU HISTORIA

mcrebrcEnsayo11 de Mayo de 2014

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CERÁMICA DE LA CULTURA NAZCA - PERU HISTORIA

Los nazcas se distinguieron en la cerámica. Sus vasijas fueron elaboradas con finísima arcilla y pulidas con esmero. Las formas no tuvieron belleza de los huacos mochicas, pero en cambio, fueron insuperables en el colorido, pues, emplearon numerosos y bellísimos colores (policroma). Las imágenes eran pintadas. Por lo que se dice que esta cerámica es pictórica.

La transición entre la cultura Paracas y la cultura Nazca con respecto a la cerámica está marcada por un cambio desde la pintura resinosa aplicada después de la cocción a pinturas y engobes precocción, y por un cambio desde los textiles a las cerámicas como medio de expresión artístico más importante.

Los ceramistas Nazca llegaron incluso a aplicar hasta siete colores para decorar sus vasijas. Otro rasgo relevante de Nazca es el culto a las cabezas trofeo, las cuales han sido encontradas en escondites en varios de los cementerios que definen su cultura material.

Cerámica Nazca. Ninguna cerámica superó a la nazca en la variedad y belleza de los colores.

Policromía

La policromía de los motivos, con piezas que tienen una amplia variedad de tonos, es la principal característica diferenciadora. No están todos los autores de acuerdo en el número de colores, oscilando de ocho a dieciséis. Claramente diferenciados nos encontramos: blanco, negro, rojo, rojo oscuro, naranja, amarillo, gris, marrón, violeta y rosa. Las tintas son siempre puras sin degradación, normalmente con ornamentación plana. Las figuras normalmente están perfiladas con finas líneas negras.

El paso de la decoración con resinas post-cocción al engobe *1, marcó el final de la cerámica de estilo Paracas y el inicio de la cerámica Nazca, las similitudes entre ambas culturas indican, a pesar de no haber sido definitivamente establecida, que Nazca nació a partir de Paracas. El uso del engobe cocido implica una gran cantidad de experimentación, que inevitablemente se tuvo que llevar a cabo con el fin de saber que engobe producían los distintos tonos de los colores.

Los arqueólogos han excavado la cerámica policromada muy valorada entre todas las clases de la sociedad Nazca, lo que demuestra que no era sólo la élite que tenían acceso a ellos. Los plebeyos eran capaces de obtener estos productos a través de festejos y peregrinaciones a Cahuachi. Además, las arcillas que coinciden con la composición química de la cerámica policromada se encuentran en todo el sur de la región Nazca se han encontrado cerca de Cahuachi. Sin embargo, no hay evidencia sustancial de la producción de cerámica en Cahuachi. El sitio era más probable un centro de redistribución de la cerámica. La mayor diferenciación en los colores en el fondo, siendo los motivos muy similares en todo las etapas, los fondos anteriores al Prolífero predominan los oscuros y posteriormente los blancos.

En los dibujos: el primer huaco hay un extraño felino que sostiene entre sus garras, por debajo de çu lengua, la cabeza de un ser humano. En la segunda vasija hay un pájaro multicolor. En la vasija en forma de plato hay una serie de pallares estilizados. En el vaso se pueden distinguir estilizadas figuras de serpientes y abajo, cabezas humanas decapitadas.

Sin embargo, estas imágenes no eran una copia de la naturaleza, sino más bien dibujos muy libres o imaginativos que reducían los objetos a sus rasgos más elementales, (dibujos estilizados). Generalmente los adornaban como se le ocurría al artista, que ante todo buscaba decorar la, superficie de la vasija.

Otras veces creaba imágenes completamente nuevas, casi irreconocibles. En algunos casos, como puede apreciarse, hay una combinación de elementos humanos. (Antropomorfos), animales (zoomorfos) y vegetales (fitomorfos).

Engobe

*1 (El engobe en el contexto de la cerámica es una suspensión de materiales plásticos y no plásticos más agua. Es decir la pasta cerámica que se obtiene mezclando distintos tipos de arcilla y otros materiales con agua y, generalmente, un defloculante como por ejemplo silicato sódico. El agregado de un defloculante permite que el contenido acuoso sea mínimo, lo que disminuye su encogimiento. La mezcla puede realizarse a mano o, más comúnmente, mediante un agitador diluidor. «Por lo general, se entiende por engobe una arcilla coloreada o no, que se aplica sobre una pasta soporte a modo de esmalte para modificar su aspecto externo, aportando una textura terrosa no vítrea».

Un engobe clásico sería sobre un 100% de barbotina, morteado y mezclado con un 1% al 10% de óxido colorante. La intensidad del color dependerá del tipo de óxido colorante utilizado y los porcentajes de la mezcla. Puede ser aplicado sobre la pieza en estado de cuero, seca, o bien bizcochada previamente, en este último caso hay que formular dicho engobe).

Nominaciones

El engobe es también conocido en el argot alfarero como engalba, aunque también se usan otros términos como revoque, barbotina, lechada, cola de arcilla, papilla o crema de arcilla. Tanto el Diccionario de términos de arte de Fatás y Borrás, como el Diccionario de términos cerámicos y de alfarería de Caro Bellido, citan la definición de Gómez-Moreno, común a engobe y engalba: "...mezcla de tierra blanca o de color (no vitrificada), y agua, que se aplica sobre toda o parte de la pieza de obra de tierra, para cubrir el color de ésta y decorarla o trazar dibujos sobre ella."

El término engalba, no recogido por la RAE, es procedente del catalán «engalva».

Utilización

Plato Iznik (Turquía) del siglo XVI con decoración floral pintada sobre engobe.

Cerámica de los siglos XII-XIII de Irán, grabada sobre el engobe y esmalte de color. Museo del Louvre.

Vasija barnizada con engobes fin del siglo XVII. Museo de Quimper (Francia).

El engobe puede utilizarse en forma decorativa colocándolo en la superficie del objeto de arcilla cuando está casi seco. Su aplicación se hace por el medio del salpicado, el pintado a pincel o la inmersión. Sirve para decorar las pastas crudas y frescas con colores distintos. La *2 barbotina puede emplearse como engobe, pero generalmente no a la inversa. Por lo general se llama engobe a la barbotina coloreada con un óxido u o pigmento colorante. La barbotina líquida con la que se prepara el engobe de color, no siempre tiene que ser igual en su composición química a la del soporte (pieza donde se aplica). Aunque una de las ventajas al trabajar igual composición química en el engobe y el soporte, es asegurar que la decoración, por ejemplo, no se descascare por diferencias de contracción.

En una pieza utilitaria después de ser bizcochada, la aplicación previa de engobes en su superficie no la hace impermeable, por lo cual si es un utensilio contenedor de líquido, una jarra por ejemplo, la misma debe ser bañada con un esmalte en su interior y también se debe esmaltar por encima del engobe. Al aplicar esmalte sobre un engobe, la coloración puede sufrir modificaciones, si es un engobe con óxido de cobre se obtiene una tonalidad amarronada, pero si se aplica un esmalte transparente, su color cambiará a verde intenso, sin tomar en cuenta las modificaciones en cuanto a la calidad de la pieza en sí.

Aplicación

La aplicación de arcilla depurada en estado muy líquido, fue utilizada ampliamente en diversos tiempos y culturas. En el siglo VII a. C. en la cerámica griega, a la que se añadía álcali obteniendo un engobe de partículas muy finas y que se aplicaba antes de la primera cocción. En el siglo I a. C, la cerámica romana en la llamada terra sigillata la cubrían con engobe al principio en negro y posteriormente coloreada en rojo, con resultados que se pueden apreciar en sus vajillas y en las lucernas.

Diversos trabajos arqueológicos han rastreado el conocimiento y aplicación de esta técnica; así, por ejemplo, en yacimientos de la Hispania Romana de los siglos II y I a. C. A partir del siglo X en Europa se utilizó mayoritariamente la aplicación del engobe blanco sobre las piezas realizadas con arcilla roja; en muchos cuencos aparecen dibujos esgrafiados que se realizaban sobre el engobe con herramientas que rayaban líneas finas u otras que podían quitar partes más amplias dejando parte del dibujo final en el color oscuro. Algunas cerámicas también fueron decoradas con color verde y marrón bajo el vidriado final.

En zonas del este de Persia, entre los siglos IX al XII, se realizaron cerámicas de diversos tipos, entre la que resaltó la elaborada en la ciudad de Samarcanda. Los ceramistas de estas zonas, al no conseguir hacer el lustre, crearon sus bellas piezas con la aportación de la decoración del fondo en blanco con pigmentos colorantes mezclados con arcilla fina y blanca. Este engobe colocado sobre barro rojo se decoraba con pigmentos de color en ornamentaciones islámicas de caligrafía cúfica, normalmente colocada alrededor del borde de los platos o cuencos. Posteriormente dejaron a la vista grandes zonas blancas que contrastaban con las decoraciones con las que fueron cubriendo la superficie de las piezas con dibujos de animales, flores o geométricos. El esgrafiado sobre el engobe fue otra de las técnicas empleadas, donde dejaban las superficies con fondo negro; en ocasiones el vidriado era incoloro o verde y el esgrafiado realizado con líneas muy finas.

Los engobes se han seguido usando a través de los tiempos Entre una de las cerámicas más destacadas realizadas con ellos, es la de Staffordshire en el siglo XVII, uno de los centros más importantes de Inglaterra. Las vasijas eran principalmente

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