COMUNICACION ATRAVES DE LA FORMA DE VESTIR

Comunicación a través de la forma de vestir

La introducción de las formas simbólicas es aceptada e interpretada por los hombres y de igual forma se sitúan en un contexto socio-histórico específico.

El ser humano suele otorgar importancia a cualquier objeto existente en este mundo y esto tiene que ver con distintos factores como el valor emocional y económico de la prenda para la persona que la porta. Sin embargo, el vestir ha sido, y es, un indicador excelente de los cambios sociales.

La moda es una forma simbólica que sin duda es valorada y evaluada, aprobada y refutada constantemente por los individuos que la producen y los que la reciben, por lo que la moda es objeto de los procesos de valoración.

El vestido es creado por el hombre y para el hombre; al ser así, éste proyecta en él la imagen que desea que los demás vean de él; es decir, lo dota de diversos significados, siendo de este modo como se convierte en signo. Es así como el ser humano expresa con la ropa, y la manera de vestir el momento social que vive, su ideología y, de esta manera, precisa ser conocido y reconocido por los demás, siendo para este caso, el vestido, un signo comunicador, por lo que cabe mencionar que dentro de una sociedad se crea el valor y el capital cultural y simbólico.

Las preferencias, los gustos, el estilo de vida, la supremacía, la distinción, la pertenencia, la popularidad, la imitación, los valores, la autoestima, la estética, el poder, la belleza, la seguridad son simbolismos/valoraciones que son característicos de la forma de vestir y que muchas veces se pasan por alto.

El contexto social de la moda es espacial y temporal: implica escenarios espacio-temporales y para el análisis de los contextos es indispensable la acción y la interacción de la producción y de la recepción.

En el espacio cultural de la moda se desarrolla una lucha constante entre la tendencia a la estabilidad y a la novedad, lo cual permite interpretarla como un dominio de caprichos o algo creativo, artístico e innovador, por lo que poner algo de moda es volverlo interesante, atractivo, interesante y sugestivo, pero sobre todo asignarle un significado semiótico que hace algo no significante en algo significante.

A la moda lo que más le importa es variar. De este modo el hoy de la moda destruye todo lo que le ha precedido y todo lo que ha de venir. Moda significa todo menos uniformidad de convicciones y comportamientos.

Al tratar de alcanzar sus objetivos e intereses los individuos se basan en reglas y preceptos explícitos. En gran medida, las reglas son implícitas, formales e imprecisas y al poner en práctica los esquemas, y al basarse en las reglas, estos también las amplían y adaptan.

La ropa de moda tiene ese encantador poder de control de comunicar a los demás (queramos o no) factores generales o íntimos de nosotros mismos. La moda es indicativa, ya que esta sugiere e incita en materia de vestimenta todo cuanto se le relaciona, y al mismo tiempo permite una coexistencia pacífica de todo tipo de estilos en una sociedad armónica.

Si bien es cierto que como todo fenómeno humano la moda es un fenómeno cambiante, los individuos particulares se sitúan en un espacio social y siguen ciertas trayectorias determinadas por el volumen y la distribución de recursos o capital: capital económico (propiedad y riqueza), capital cultural (conocimiento y habilidades) y capital simbólico (reconocimiento).

Los rasgos contextuales son también productivos y facultativos. Se ajustan a él margen de acción, defendiendo algunos cursos como más adecuados, que otros asegurándose que los recursos y las oportunidades se distribuyan de manera desigual, pero también hacen posible las acciones e interacciones, construyendo las condiciones sociales.

Asi que también cierto que la representación simbólica de la moda nos lleva

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