ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CONCURSO JUVENIL “CONOCE Y EVALÚA TU PATRIMONIO INMATERIAL”


Enviado por   •  31 de Agosto de 2018  •  Ensayos  •  1.479 Palabras (6 Páginas)  •  125 Visitas

Página 1 de 6

CONCURSO JUVENIL “CONOCE Y EVALÚA TU PATRIMONIO INMATERIAL”

LAS ENTRADAS FOLKLÓRICAS EN BOLIVIA

Oscar Daniel Trigo Velasquez

Las entradas en Bolivia, son hechos sociales que implican mucho más que una tradición o devoción católica. Son fenómenos sociales que preferentemente tienen que ver con sectores marginados que en su afán de mostrarse y mostrar su poder económico, su prosperidad y principalmente su cultura, con los actores escenciales de la entrada folklórica. En éste fenómeno social además interviene un desbordante y enorme movimiento de dinero, alcohol, sensualidad y sobre todo alegría.

Probablemente, la  “entrada” como hecho, tiene su origen en las fiestas indígenas de tiempos inmemoriales. Rituales mayormente agrícolas en los que entre  baile y música, los participantes, vestidos con trajes llamativos, llenos de significado y tradición ingresaban o “entraban” al centro del pueblo, en algunos casos a la plaza principal, lugar en el cual se efectuaba el acto central del ritual y donde la demás gente los esperaba y los miraba mientras los músicos y danzantes ofrecían lo mejor de sus repertorios.

Posteriormente en la época de la colonia y ya en los centros urbanos, se comenzó a utilizar el término entrada, debido a lo anteriormente explicado. Por lo tanto se puede decir que en una fiesta o ritual, la “entrada” consiste en el recorrido que hacen los danzantes y músicos desde el lugar de su concentración, hasta el  centro mismo del pueblo o hasta ese lugar importante en el que se lleva a cabo la consagración del rito, y en su posterior traslado a otro lugar en el que la fiesta continua y se desenlaza hasta su final.

Con la llegada y la imposición del catolicismo al pueblo indígena aymara, el sentido de la entrada cambia y se empieza a bailar y tocar en honor o devoción a santos y vírgenes católicos, relegando el sentido del ritual andino que pese a esta transculturación, aún se mantiene implícito en algunas de estas manifestaciones folklóricas. Por otro lado, la incesante migración de la gente del campo hacia los centros urbanos, provocó el traslado de las entradas a la ciudad que actualmente se llevan a cabo a lo largo de las calles y avenidas de las urbes bolivianas, principalmente en la zona andina y con mucha mas fuerza en las ciudades de La Paz y El Alto. Solamente en el departamento de La Paz, se llevan a cabo mas de cien entradas folklóricas a lo largo del año, por lo tanto, para los que vivimos entre las ciudades de La Paz y El Alto es muy probable encontrar un sábado por la tarde una entrada, ya sea una Jach’a fiesta[1] como la entrada del Gran Poder que ocupa la ciudad de La Paz o la entrada de la Virgen del Carmen en la 16 de Julio, una entrada en honor a un santo o virgen en alguna zona que está de aniversario, la fiesta de algún pueblo cargada de significado ritual y devoción o simplemente una entrada universitaria sin mayor afán o sentido folklórico que el de bailar y divertirse. Es así que las entradas folklóricas se han convertido en un hecho cotidiano dentro de nuestra sociedad a tal punto que se puede decir que el boliviano, principalmente el que vive en La Paz o El Alto, es un experto en entradas folklóricas, ya que es impresionante ver la pulcritud organizativa con la que transcurren.

Si bien la entrada propiamente dicha se lleva a cabo un solo día, su preparación es de semanas e incluso meses atrás, dependiendo de la importancia de la entrada en cuestión. Los danzarines agrupados en fraternidades o centros culturales comienzan sus actividades de organización, recepción de integrantes, ensayos y eventos sociales mucho antes de la fecha de la entrada. Con una gran dedicación los “pasantes” o “cabecillas” [2] de cada agrupación, organizan a sus fraternos, contratan las bandas de música, escogen los colores y estilo de los trajes, propician las recepciones sociales en algunos casos con una opulencia extraordinaria; por que además la entrada folklórica se ha convertido en una competencia entre los grupos participantes, llegando a crearse categorías de los grupos que son más o menos solicitados por la sociedad de acuerdo a su prestigio el cual recae sobre los hombros de los pasantes que son los responsables por el éxito o fracaso de la fraternidad en su participación de la entrada.

A la noche anterior de la entrada que generalmente es un sábado, le precede la  noche de verbena en la que se organiza un despliegue de artistas musicales, fuegos artificiales, luces, juegos de azar, juegos para niños y carpas azules que proveen a los visitantes de sus dosis de alcohol en zucumbes[3], y te con tés[4], con los que se aplaca el frío nocturno. Los comerciantes instalan las graderías con armazones de fierro y asientos de madera a lo largo de todo el recorrido de la entrada y los danzarines ultiman los detalles de sus trajes y pasos de baile para que al día siguiente su presentación sea impecable.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.1 Kb)   pdf (88.5 Kb)   docx (48.9 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com