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CONCURSOS MERCANTILES


Enviado por   •  5 de Octubre de 2012  •  1.598 Palabras (7 Páginas)  •  473 Visitas

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CONCURSO MERCANTIL DE ACREDORES, QUIEBRA Y SUSPENSION DE PAGOS

INTRODUCCION

El concurso mercantil es el procedimiento de naturaleza mercantil, como su nombre lo indica de carácter colectivo o universal, que puede iniciarse ante un Juez Federal, esto es un Juez de Distrito en materia Civil, donde hay tal especialidad, el comerciante insolvente, sus acreedores , el Ministerio Publico, cuando dicho comerciante incumple de manera general con sus obligaciones de pago y no tiene bienes suficientes para liquidar todos sus créditos, con la primera intención de llegar a una conciliación con sus acreedores y celebrar un convenio que le permita modificar los términos y condiciones de sus deudas y seguir funcionando, y si eso no fuese posible, decretarse la quiebra, rematando los bienes que integran su patrimonio y pagar con el dinero obtenido en la subasta a los acreedores según preferencia y prelación, hasta donde alcance.

La legislación anterior, llamada Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, estuvo vigente desde 1943 hasta el 2000. Se puede decir que era un instrumento ineficiente.

Esta ley preveía procesos de quiebra en exceso largos, sin fijar periodos precisos para cada etapa del procedimiento.

Un juicio de quiebra podía extenderse por varios años.

Naturalmente, como consecuencia de esta situación, los acreedores no podían obtener el pago se sus créditos de forma total y expedita. Por ello, no había incentivo alguno para que se otorgara créditos, dado que el acreedor no podía asegurarse de que se le pagaría la totalidad el crédito otorgado, ni que dicho pago se haría en tiempo.

En términos generales, se puede afirmar que los derechos de los deudores se veían favorecidos sobre aquéllos de los acreedores. También existía una figura procesal llamada suspensión de pagos.

Mediante esta figura, un deudor podía legalmente abstenerse de cumplir con sus obligaciones contractuales, aun cuando el espíritu de la disposición era aliviar la carga de la precaria situación del deudor. Sin embargo, esta norma se distorsionó al momento de ser aplicada. Adicionalmente, la insolvencia y la quiebra eran materias concurrentes, que por lo general que ventilaban ante tribunales locales.

Aunado a lo anterior, en 1995 hubo una severa crisis económica que afectó todo el país. Nuestra moneda de curso legal, el peso, sufrió una dramática devaluación.

En esta etapa, los deudores no podían cumplir con sus obligaciones de pago. Si de por sí ya era difícil conseguir un crédito, esta situación se acentuó por la devaluación.

La situación económica en México generó drásticos cambios en el ámbito social, financiero y económico. Así, empezó a gestarse una conciencia en relación con la necesidad de una nueva y eficiente legislación concursal.

LEY DE CONCURSOS MERCANTILES

Como consecuencia de las condiciones descritas anteriormente, el Congreso aprobó una nueva ley que entró en vigor en mayo del 2000.

La Ley de Concursos Mercantiles difiere en gran medida de la legislación de quiebras anterior.

Hay varios temas que vale la pena tocar. Por ejemplo, en la nueva ley el concurso mercantil se considera una materia federal. Por lo tanto, ningún tribunal local puede conocer de un juicio de concurso mercantil. Figuras procesales inequitativas, tales como la suspensión de pagos o la junta de acreedores fueron suprimidas. Los procesos judiciales fueron simplificados, y se establecieron estrictos periodos para cada etapa procesal, con el fin de que los juicios no se prologaran por un tiempo indefinido.

Esta ley se creó dentro del marco establecido por los principios constitucionales. Ello implica, entre otras cosas, que las garantías de debido proceso están tuteladas, tanto en relación con las partes como en lo tocante a los trabajadores de las empresas.

En cuanto a las partes, la Ley de Concursos Mercantiles prevé equilibrio entre los derechos procesales tanto de los acreedores como de los deudores, a diferencia de la ley anterior, que era parcial y favorecía a los deudores.

Un deudor insolvente tiene el derecho de solicitar su concurso. De esta forma, cuenta con un mecanismo que lo ayuda en su esfuerzo por llegar a un acuerdo y firmar un convenio con sus acreedores, sin tener que cerrar su empresa y transitar directamente a la etapa de quiebra. Por otro lado, los acreedores también están facultados para demandar el concurso de su deudor.

Las relaciones contractuales son respetadas en la medida de lo posible, como también la prelación que tienen los acreedores garantizados.

Es muy importante señalar que el espíritu de la ley pretende preservar el valor de las empresas, así como fomentar que el acreedor y el deudor lleguen a un acuerdo. Mediante este convenio, se puede reestructurar la empresa, de forma similar a lo dispuesto en el Capítulo 11 del Código de los Estados Unidos (U.S.C., por sus siglas en inglés). Si lo anterior no es posible, entonces, de acuerdo con la ley, el siguiente paso es declarar la quiebra (como se establece en el Capítulo 13 del U.S.C.). La Ley de Concursos Mercantiles sólo aplica para comerciantes, ya sean éstos personas físicas o morales. La figura mexicana análoga a la quiebra de consumidores (que se prevé en los Estados Unidos) se llama concurso civil, y es un asunto de competencia local. Se regula en el Código Civil de cada estado.

Dado

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