Cambios en un centro educativo

Gerardo Echeita nos hace reflexionar acerca de las dificultades que tenemos como docentes y como integrantes de un sistema educativo para poder garantizar la educación en niños con capacidades diferentes. Por eso se refiere a la situación de Jorge de la siguiente manera:

Esta no es una cuestión “individual”, o una “tragedia personal”, sino el resultado de na relación social en la que entran en juego y en interacción las características de cada persona/alumno y las del contexto social/escolar en la que aquel se desenvuelve. Echeita G. (2004) Pág. 31

 Enfrentarnos a las circunstancias que rodean este caso refleja un diagnostico de la calidad organizativa e innovación de un centro educativo. Desde la perspectiva del autor se evidencia que el “problema” no  es a raíz de la discapacidad del niño si no de la inoperancia frente a dicha discapacidad que tiene el centro, es por eso que se debe estar preparado para esa eventual situación que deriva retos institucionales como: contenidos pertinentes en el currículo, ritmo de enseñanza-aprendizaje con sus pares, instalaciones que garanticen un desenvolvimiento como ser social dentro del centro, concientización y respeto frente a la diversidad.

Frente a esos retos se debe organizar un plan estratégico integral que garantice el derecho a la educación del Jorge y sobre todo su derecho a la igualdad. Primero debemos saber cual es el diagnostico medico de lo que está pasando con Jorge. Con un análisis e interpretación de dichos conceptos profesionales podemos saber desde la asesoría de un equipo interdisciplinar (psicólogos, sociólogos, psiquiatras, especialistas en educación especial etc.) la estrategia educativa más conveniente para Jorge.

De acuerdo a la breve descripción de la interacción de Jorge con las personas que se encontraron en la salida de fin de semana optaría por una estrategia que implique un trabajo colaborativo de sus compañeros en clases, que esa diferencia en la capacidad de Jorge sea un motivo para aprender y retroalimentarnos en lo que tiene que ver con educación especial e inclusión. Estás circunstancias que envuelven el caso de Jorge deberían ser los precursores de un cambio en las metodologías de clase para darle un aire fresco que siempre es necesario en un aula de clases; no solo para Jorge si no también para sus compañeros. Que logren entender que en la riqueza de la diversidad esta el valor que define a las personas como seres sociables y humanos dentro de una era de globalización en la cual el contacto con la diversidad y la diferencia se hace cada vez más cotidiano.

Hacerles frente a estos retos requiere de una capacitación a la comunidad educativa. A los docentes hay que capacitarlos en cuanto educación especial e inclusiva, a padres de familia concientizar e inculcar el respeto hacia dichas diferencias para que haya una tolerancia frente el ritmo de aprendizajes del grupo donde se encuentre Jorge.

Enfrentarse a estas situaciones comprende que como docentes estemos moviéndonos en un “laboratorio” que requiere de una planeación en cuanto a diagnósticos, toma de decisiones frente al análisis del diagnóstico, aplicación de estrategias y evaluación de las mismas para llevar un control y registro de cómo está funcionando las estrategias que se elijan teniendo conciencia plena de que en estos casos tan particulares y únicos las dediciones que se tomen pueden deformarse en la práctica. Ese hecho de ser tan particulares abre un vector de riesgo a desaciertos bastante amplio. Es un trabajo que requiere de un gran compromiso institucional y sobre todo de los docentes a cargo de la educación de Jorge.

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