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Capítulo 1 la persona humana y su actuar en la sociedad

sergisarInforme27 de Febrero de 2018

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Capítulo 1 la persona humana y su actuar en la sociedad

Para hacer referencia al termino responsabilidad social; se debe referir primeramente a la persona humana, la cual decide si realiza o no acciones con cierto nivel de responsabilidad o encaminadas a la misma. Del mismo modo el ser un humano desarrolla un praxis establecido hacia la parte racional por lo cual se dice dentro de los principales postulados en cuanto al comportamiento de las personas que aquellos individuos cuentan con una práctica racional casi perfecta lo cual le permite analizar y decidir en diversos escenarios y situaciones con los cuales se encuentre enfrentado; Y con el paso del tiempo esa misma practica le permitirá un desarrollo gracias a la adquisición de conocimientos ya sean de tipo conceptual o de vivencias lo cual le permitirá ser formado y obtener un fortalecimiento racional y comportamental.

En relación  a la parte conceptual descrita anteriormente se precisa indicar que dentro del proyecto educativo de carácter praxeologico de la UNIMINUTO se maneja un enfoque mediante la pedagogía de inspiración humanista, este enfoque indica o define principalmente a la unicidad del ser humano es decir a lo que hace irrepetible a casa persona lo cual hace que cada quien se desarrolle, actué y decida de la forma que le permita lograr lo que desea para su vida. Los seres humanos generalmente tenderán a realizarse plenamente y aceptarán responsabilizarse de su propio desarrollo. Es el componente base del modelo educativo que se ha denominado “desarrollo humano” o proceso de realización personal.  

A esta percepción basada en la autonomía, es decir, una inspiración no controladora, la pedagogía praxeológica integra elementos de responsabilidad social, como la concientización y el compromiso que despierta a la persona y la invita a querer participar de un proyecto de sociedad fundado sobre la paz, la justicia y la solidaridad, contribuyendo profesionalmente a la construcción de comunidades autogestionarias

La persona Humana

Generalmente la palabra persona tiene un concepto muy variado que según el enfoque dado va a dar lugar a una percepción por ejemplo para algunos filósofos la persona es un ser racional dotado de conciencia y libertad; otros sencillamente emplean el término para referirse al ser humano en general.

Como individuos debemos tener claro que hacemos parte del mundo y las formas y métodos de aprender y de actuar cambian paralelamente a medida que el mundo cambia y/o evoluciona; es muy claro el hecho de que hace algún tiempo el mundo está cambiando abruptamente y que la única opción que tienen las personas es adaptarse al nuevo estado de las cosas en todos los aspectos.

De lo anterior cabe denotar el hecho de que anteriormente lo que daba el sentido a las cosas y lo que se heredaba en cuanto a lo costumbrista era el sentido del deber es decir de la manera como hacer las cosas es por eso mediante este tipo de pensamiento teníamos como resultados acciones utilitarias muy planas y en muchas ocasiones las personas no llenaban o cumplían con lo que realmente deseaban; es por ello que en la actualidad no se piensa como se debe vivir sino como se quiere vivir puesto que las acciones que realizamos buscando lo que queremos son las que nos dejan resultados y evidencias de experiencias vividas que nos enseñan para bien o para mal. Asumir que somos seres que desean y aprobar eso que palpita en nuestros deseos nos permitirá conectar con nuevos horizontes de sentido. Generará en nosotros actitudes y propuestas más amistosas con los otros y con el mundo, más interesadas en la alegría y en el goce de vivir, dando lugar a un nuevo modo de convivencia en el que nos relacionaremos con los demás desde la alianza, la inclusión y el amor, y no desde la competencia, el uso (o abuso) y la exclusión.

Para que las personas se logren orientar por el camino de lo que realmente quieren para sus vidas; deben tener claridad de que desean vivir y como, y para ello el ser humano debe desarrollar la capacidad de imaginación, debe labrarse su camino con acciones novedosas, con proyectos que le permitan ser responsable y amigable con su conciencia, con las demás personas y con el ambiente. Es necesario tomar contacto con lo que se desea vivir, que casi siempre está atrapado por los prejuicios del mundo arcaico. Es conveniente que las personas se autoricen a pensar y a validar proyectos y conductas que hasta ahora no se han atrevido a imaginar y a desear, o que descartan por incorrectas o imposibles.

El sentimiento de realización y bienestar que se encuentra a cada paso ayudará a  que las personas se esmeren cada vez más y les dará fortaleza para encontrar un nuevo sentido para sus vidas y actuar desde él. Así, se estarán construyendo como auténticas personas capaces de decisiones socialmente responsables:

• Como sujeto de deseos pleno de potencialidades y/o posibilidades.

• Como ser praxeologico que actúa permanentemente, que construye y reconstruye.

• Como individuo racional que reflexiona y analiza críticamente lo que percibe y vive.

 • Consciente de sí mismo, es decir, capaz de identificar sus dimensiones y potencialidades.

• Libre y autónomo al ser capaz de optar y responsabilizarse de sus decisiones.

 • Actuando en un conjunto de relaciones e interacciones sociales, lo que implica otras dimensiones constitutivas de su ser como lo ético, lo histórico y lo político.

 • Y que siempre está en camino, en proceso de trascender (por eso es educable): la persona es un proyecto inacabado.

Elementos constitutivos de la persona humana

La corporeidad

La expresión más sencilla de la presencia del ser humano en el mundo la da su corporeidad. Previo a sus pensamientos, sentimientos, ideales o sueños, lo primero que identifica a una persona es su cuerpo. La configuración genética determina las características corporales del individuo; si una sola cambia ya se trata de otra persona totalmente diferente, porque la menor variación de su corporeidad daría como resultado un modo distinto de relacionarse consigo mismo y con el entorno.

El semblante puede expresar una variedad de sentimientos y emociones surgidas del fondo de la persona: lágrimas de alegría o de dolor, sonrisa, el ceño fruncido, el color de las mejillas, todo es indicativo de lo que ocurre en nuestro interior. También, la postura corporal comunica algo de nuestra interioridad: caminar con las manos entre los bolsillos puede ser signo de timidez o cansancio, levantar los hombros señala altivez o suficiencia, mantener brazos o piernas cruzados indica hermetismo y encerramiento.

El psiquismo humano: el alma

A pesar de su importancia, no se debe reducir la persona a la mera corporalidad como si únicamente fuera materia evolucionada; existe en ella una realidad inmaterial que todas las culturas han identificado y explicado con términos fáciles de comprender. Los filósofos griegos crearon el sustantivo psyqué, tomado del verbo psicho (soplar), para referirse al soplo de vida que acompaña a una persona hasta su muerte. El concepto pasó al latín como ánima, de donde surge nuestro español alma, muy usado por la antropología moderna. No es extraño que los antiguos hayan usado la imagen del aire para describir esa realidad básica e inmaterial de la persona, pues del aire sabemos que está ahí aunque no lo veamos y su presencia es vital para los seres vivos.

Lo anterior permite señalar el hecho de que hay que entender psique (alma) y soma (cuerpo) son inseparables, pues el alma depende del cuerpo (las lesiones físicas o el consumo de drogas provocan cambios anímicos indiscutibles), y el cuerpo depende del alma (como en los movimientos voluntarios o en las llamadas enfermedades psicosomáticas).

La dimensión espiritual

La persona humana posee una gran capacidad de conocer mediante los sentidos, la imaginación, la inteligencia;  y de valorar y amar lo bueno que hay a su alrededor. La primera aproximación a la verdad  la dan los sentidos y los sentimientos, pero el conocimiento íntegro de la realidad sólo se alcanza en el conocimiento intelectual unido al entusiasmo que viene de la dimensión espiritual. La persona es un ser abierto a la realidad, creada para vivir en la verdad, de la verdad y para la verdad. La verdad es patrimonio humano, pero que debe conquistar durante toda su vida.

De todo lo anterior que se ha descrito se pueden proponer algunas sugerencias prácticas, fundamentales para la construcción o revisión del proyecto personal de vida:

 • Hay que atreverse a pensar por cuenta propia: plantearse sin temor las grandes cuestiones de la existencia. Un modo de lograrlo es escribir lo que se piensa; esto ayuda a reflexionar.

 • Es útil comunicar lo que pensamos sobre los grandes temas de la vida y contrastarlo con otras personas, venciendo el pudor que a veces nos impide hablar de ciertos temas. Hay que aprender a dialogar, a escuchar y a presentar nuestros puntos de vista de modo desapasionado: aceptar lo que nos aportan los demás y ofrecerles nuestro propio aporte.

• Conviene fabricar un plan de lectura y disponer siempre de un tiempo para leer o estudiar. Antes de iniciar una lectura, es bueno asesorarse sobre la bibliografía más adecuada a nuestros deseos e intereses de tipo literario, histórico, filosófico, teológico.

 • Es provechoso transcribir en fichas las ideas y sugerencias más atrayentes de lo que leemos. Poco a poco podremos disponer de un acervo ordenado por temas que será enriquecedor repasarlo de vez en cuando.

Dimensión ética: la persona como sujeto moral

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