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Características del entorno de la escuela


Enviado por   •  28 de Julio de 2014  •  Trabajos  •  3.548 Palabras (15 Páginas)  •  202 Visitas

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1. EL AMBIENTE ESCOLAR

El ambiente escolar es el ámbito de aprendizaje, formación y convivencia ubicado en el espacio material y organizativo de la escuela. Está constituido por las distintas maneras de interacción entre docentes, directivos, alumnos, padres de familia y personal de la escuela. Se conforma por los valores, las normas, las formas de convivencia y de trabajo que éstos practican cotidianamente, así como en la forma en que se resuelven los conflictos, se comparten los espacios comunes, y en el trato que se da a niñas, niños y a los adultos de la escuela.

En el ambiente escolar se expresan rasgos de la manera en que cada escuela se organiza para promover el aprendizaje y la formación de los alumnos. Asimismo, expresa las relaciones que se establecen entre sus integrantes. Estas características influyen en los logros académicos y formativos de los alumnos y en el estado de ánimo de la comunidad escolar.

Es posible hablar de un ambiente de participación y confianza, de diálogo y laboriosidad, de respeto e inclusión o, por el contrario, de indiferencia, recelo, desconfianza, poco respeto y exclusión. Por lo anterior, el ambiente escolar tiene un impacto formativo que puede aprovecharse para promover prácticas y formas de convivencia donde se expresen y se vivan valores y actitudes orientadas al respeto de la dignidad de las personas y la convivencia democrática.

Los diferentes espacios de la escuela (la biblioteca, los salones, las áreas administrativas y de recreo) ofrecen a los alumnos oportunidades formativas, ya que en ellos se relacionan y conviven de formas específicas. Todos estos espacios conforman el ambiente escolar y son relevantes para la formación de los alumnos. Lo ideal es que la comunidad educativa se fije metas respecto al trabajo académico y a las relaciones interpersonales que se establecen, con la finalidad de que la escuela actúe coordinadamente, donde sus miembros participen articuladamente para apoyar la formación de los alumnos.

Si el propósito de la formación cívica y ética es educar para la convivencia democrática, la participación ciudadana y la toma de decisiones por sí mismos, el ambiente escolar tendrá que aportar oportunidades para que niñas y niños ejerciten el diálogo, tomen decisiones en conjunto, se pregunten por su responsabilidad ante lo que pasa a su alrededor, tengan la posibilidad de colaborar con otros y busquen el bien colectivo.

El ambiente escolar ofrece oportunidades para que las alumnas y los alumnos ejerciten el diálogo, desarrollen paulatina y sistemáticamente la toma de decisiones en lo personal y lo grupal, reflexionen acerca de sus actos como un gesto de responsabilidad ante lo que pasa a su alrededor y abre posibilidades de colaboración con otros en la búsqueda del bien común.

Como parte del PIFCyE los maestros requieren identificar sus posibilidades para promover en los alumnos el desarrollo de las competencias cívicas y éticas.

Asimismo, deben establecer acuerdos sobre sus características, rasgos deseables y la manera en que esperan que se expresen en la convivencia diaria. Estos acuerdos pueden formar parte del proyecto escolar a través del cual los maestros y el personal directivo asuman que la formación cívica y ética es una responsabilidad colectiva.

De este modo el proyecto escolar y las sesiones del colectivo docente constituyen espacios para la definición de criterios que orienten la intervención en el ambiente escolar.

Un ambiente escolar que favorece el aprendizaje académico y es acorde con los propósitos planteados para el PIFCyE es resultado de una serie de decisiones del colectivo docente y el director para consolidar condiciones favorables para la convivencia democrática. Entre tales condiciones pueden mencionarse: el respeto a la dignidad de las personas; la resolución de conflictos y la negociación de intereses personales y comunitarios; la equidad, la inclusión y la integración educativa; la participación y la existencia de normas claras y construidas de manera democrática.

Es importante considerar que las condiciones anteriores pueden servir de base para que el colectivo docente analice las características de su ambiente escolar y de ellas derive otras que atiendan a las necesidades particulares de su escuela.

El respeto a la dignidad de las personas

El respeto a la dignidad humana implica reconocer el valor de cada persona como única e irrepetible. Como condición favorable para la formación cívica y ética de los alumnos consiste en promover que niñas y niños aprecien sus cualidades, capacidades y potencialidades y se reconozcan como personas con derechos.

En la escuela, esta característica se expresa cuando los alumnos reciben el mismo trato, sin importar su sexo, color de piel, apariencia física, condición social o de salud, forma de ser, pertenencia a alguna religión o grupo étnico.

El respeto a la dignidad personal cobra presencia, además, cuando en la escuela cada niña y cada niño encuentran un espacio para su desarrollo y aprendizaje; cuando se posibilita la convivencia entre personas de diversas religiones, cuando la participación de niñas y niños que pertenecen a comunidades indígenas permite la expresión de sus saberes; cuando la diferencia de género es considerada una riqueza y por ello se atiende de manera igual a su formación y sociabilidad convocándolos por igual al aprendizaje, a la participación grupal, a las actividades recreativas y de desarrollo; cuando se estimula su creatividad, dejando espacios de libertad en el cumplimiento de las tareas escolares y se permite la divergencia respetando la forma en que los alumnos expresan su alegría, exponen lo que viven en su cotidianidad, celebran las fiestas comunitarias y familiares.

En la escuela deben existir espacios para que las niñas y los niños expresen su individualidad al tomar la palabra y cuenten con la escucha activa de los adultos y de sus compañeros para atender inconformidades relacionadas con el daño a su dignidad.

Para este propósito son útiles las asambleas escolares y de grupo en las que pueden hablar y exponer situaciones problemáticas de la propia escuela para buscar –junto con los docentes, directivos e incluso padres y madres de familia– soluciones a las mismas.

Es importante que los docentes brinden oportunidades equivalentes para el aprendizaje, la socialización y la formación de niñas y niños sin que intervengan prejuicios ni discriminación de algún tipo. Es decir, que generen un ambiente de confianza y respeto en el aula al llamar a cada persona por su nombre y convocar a la reflexión sobre las burlas y los sobrenombres que lesionan la dignidad y estima de las personas.

El respeto a la dignidad de

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