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Chiclayo - Fundacion


Enviado por   •  16 de Diciembre de 2013  •  2.123 Palabras (9 Páginas)  •  279 Visitas

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La fundación e historia de Chiclayo

La Orden Franciscana y su participación en la construcción de la Iglesia y el Convento de Santa María de Chiclayo en el siglo XVI.

Por: Nivardo Córdova Salinas (nivardo.cordova@gmail.com), periodista.

La gestación de Chiclayo como urbe está muy ligada a la presencia de los primeros misioneros franciscanos que llegaron al Perú en 1532 y especialmente a los habitantes de los antiguos señoríos de Cinto y Collique. Fueron los caciques de estos reinos quienes regalaron el terreno para la edificación de un convento franciscano, donación que fue aprobada mediante Real cédula el 17 de septiembre de 1585. Bajo la advocación de «Santa María de la Concepción del valle de Chiclayo» y la dirección del Padre Fray Antonio de la Concepción, se levantaron la Iglesia Matriz y el Convento Franciscano para evangelizar a los numerosos nativos del lugar. Alrededor de estas edificaciones, de construcción religiosa española, creció Chiclayo hacia finales del siglo XVI.

En el Archivo Histórico del Convento de San Francisco de Lima –que dirige con esmero fray Abel Pacheco Sánchez OFM- existen documentos originales que informan sobre el origen de Chiclayo y a la vez son una prueba del proceso de mestizaje cultural peruano cuatro siglos después de ese encuentro. La conciencia de conservación del patrimonio cultural va tomando fuerza en el Perú, aunque lamentablemente todavía se destruyen valiosos testimonios, acaso más por ignorancia que por mala intención.

Prueba de ello fue la demolición en 1960 de la Iglesia y Convento de Nuestra Señora de Santa María de los Valles de Chiclayo –conocida como “Iglesia Matriz”-, ordenada por las autoridades municipales de entonces presididas por el alcalde Carlos Castañeda Iparraguirre, con el ambiguo argumento de dar paso a la modernidad. Las preguntas que surgen son: ¿Acaso se puede mirar al futuro sin comprender el pasado? ¿Por qué se desdeñó el valor obra de arquitectura religiosa? Lo que sí sabe es que la población en su mayoría no estuvo de acuerdo en esta demolición.

LA “CAPILLA BAUTISMAL DE CHICLAYO”

En su libro “Historia de Chiclayo, siglos XVI, XVII, XVIII y XIX” (Imprenta Minerva, Lima, 1995), el historiador Jorge Zevallos Quiñones afirma que el Convento de Nuestra Señora de Santa María, era “la capilla bautismal” de Chiclayo y destacaba lo que era su mejor logro arquitectónico: su imponente arquería filomudéjar. En la actualidad, a simple vista se evidencian los escombros del templo en la calle San José en el Parque Principal de Chiclayo.

Zevallos (autor de otros estudios como “Lambayeque en el siglo XVII”, “Historia de Saña”, “Huacas y huaqueros en Trujillo”, “Toponimia Chimú”, etc.) incluso viajó hasta el Archivo de Indias en España para indagar sobre la historia virreinal de Chiclayo. Su libro no ha sido superado en minuciosidad y visión histórica del Chiclayo desde el Virreinato hasta la República.

Hay testimonios fotográficos de lo que fue esta iglesia e incluso imágenes de las maquinarias en pleno proceso de demolición de las paredes. Se sabe que este local fue sede del colegio San José durante un tiempo. Respecto a las obras religiosos que existían se dispersaron o posiblemente estén en colecciones privadas.

La desaparición de esta iglesia y convento, se suma a una serie de acciones que cometen las municipalidades, las empresas o los ciudadanos en vestigios de arquitectura virreinal o zonas arqueológicas. En Lima por ejemplo –aunque están más de 300 “huacas” en pie, el avance urbano es vertiginoso- . De modo que lo sucedido en Chiclayo es uno de los síntomas de esta enfermedad que se caracteriza por un desprecio a todo lo antiguo y una falsa visión del progreso.

BUSCANDO LA VERDAD

En los últimos tiempos hay preocupación por desentrañar el “misterio” de la demolición de la Iglesia Matriz. En el semanario “Expresión” (Edición Nº 527, Chiclayo, del 13 al 22 de agosto del 2007, http://www.semanarioexpresion.com/noti_ver.php?codigo=74M67V052Z) se consignan estas declaraciones del sacerdote franciscano Nelson Chanta Romero: «Hasta ahora no entiendo por qué ni para qué se destruyó la Iglesia Matriz que era nuestra y no se buscó otro terreno. Chiclayo desapareció su propia historia. Lamentable, muy lamentable». A la vez, el fraile anuncia la realización de una campaña para recuperar las obras de arte (lienzos, esculturas, fragmentos) de incalculable valor religioso, cultural, histórico y artístico que están en poder de algunas personas. ¿Se sabe quiénes son?

«Este patrimonio no ha sido devuelto y es urgente recuperarlo. Se teme por su conservación porque quizá no lo saben cuidar. Una imagen tenerla en casa es individualismo porque la fe es común, igualitaria sin distingo, en suma comunitaria», recalcó.

LOS FRANCISCANOS EN EL PERÚ

La presencia franciscana en Chiclayo –así como en otras ciudades de la costa, sierra y selva del Perú- es una historia apasionante. No en vano el año pasado el gobierno otorgó la Orden del Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz a la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú, en mérito a sus 400 años de labor evangelizadora y su presencia en la cultura nacional.

Pioneros iniciales son el padre Marco de Niza, primer prelado y comisario que llegó conjuntamente con los frailes Juan de Monzón, Francisco de los Ángeles, Francisco de la Cruz, Francisco de Santa Ana, Pedro Portugués, Alonso de Escarcena y los hermanos legos fraile Mateo de Jumilla y Alonso de Alcañices. Probablemente también estuvieron en Chiclayo los padres Francisco de Marchena y Francisco de Aragón, a quienes con toda justicia se les puede llamar: "los fundadores de Chiclayo”.

Según el citado artículo de Expresión, “en los primeros años de la conquista, los encomenderos de Cinto y Collique Lope de Ayala, Luis de Atienza, Martín de Olarte, Diego de Vega y los herederos de Juan de Barbarán le propusieron al P. Escarcena en 1551 que si traía cuatro frailes ellos les proporcionarían convento y todo lo necesario para la subsistencia para que pudieran dedicarse a tiempo completo a la evangelización de la zona. La propuesta fue alcanzada al Provincial, Fr. Francisco Morales quien hace la petición ante el virrey D. Hurtado de Mendoza, el cual da la provisión al corregidor de Trujillo para que cumpla con lo mandado por el Rey en la cédula de 1555”.

¿HUBO UN TESORO EN LA IGLESIA MATRIZ DE CHICLAYO?

Al

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