Ciclo reflexivo de Smyth

Ibarra Arreguín Osiris Angélica

07//02//2017

Pido la palabra “Mi día con las marcas”

¿Cuáles son las dificultades que presentan los estudiantes de tercero de secundaria al expresarse oralmente en la clase de español?

Llevé a cabo esta experiencia en la escuela secundaria “Julián Martínez Isáis” con los estudiantes del 3 año grupo “F”, durante  la sesión 1 del proyecto que lleva la práctica social del lenguaje “Analizar el efecto de los mensajes publicitarios a través de encuestas” perteneciente al bloque I, mismo que corresponde al ámbito de participación ciudadana y tiene por producto final presentar un informe de la encuesta sobre el efecto de los mensajes publicitarios para compartir con la comunidad escolar. (ANEXO 1)

Realicé una actividad que incluía la intervención de manera oral con la firme intención  de  valorar los conocimientos que los estudiantes poseían sobre el impacto de los mensajes publicitarios que conocía. El propósito se centro en que el alumno manifestará las relaciones que mantenía diariamente con distintos productos y marcas. Se comenzó con un escrito titulado “Mi día con las marcas” que consistió en relatar toda la jornada de un estudiante mencionando aquellas marcas que más influían en su vida cotidiana

En dicho trabajo se logró socializar mediante una discusión grupal donde pude observar como algunos estudiantes se mostraban serios, poco participativos e inclusive no se integraban a la dinámica de la clase. No obstante otros parecían estar atentos a la producción que se iba desarrollando.

Cabe mencionar que casi la totalidad de los alumnos realizan las actividades en tiempo y forma poniendo énfasis en trabajos donde realicen producciones escritas o tengan que relación con la lectura. Pero la dificultad se presenta al momento de externar o dialogar sobre el tema tratado. (Anexo 2)

Durante la socialización de su día con las marcas únicamente dos alumnos levantaron la mano para participar, mientras el resto del grupo permanecía en silencio. Ante tales actitudes  opté por ceder la palabra y que ellos designarán los siguientes participantes, haciéndoles saber qué no se limitarán al compartir con la clase lo que habían escrito. Esta táctica mejoró el resultado pues en consecuencia, otros estudiantes comenzaron a relatar de una manera más relajada, inclusive sorpresiva la cantidad de productos y marcas que utilizaban durante un día. Por otra parte, detecté que hay un obstáculo general cuando corrigen a una persona sea de manera escrito u oral  y algunos compañeros realizan comentarios en tono de burla.

 Ante tales evidencias del poco trabajo con el habla, establecí una charla con la maestra titular sobre tal inquietud de lo que rescato lo siguiente:

DF- Docente en formación  MT: Maestra titular

DF: Maestra veo que los jóvenes en este grupo son muy callados, y casi no participan pero lo que llama mi atención es que no son desordenados o que propicien desorden en el aula.

MT: Es muy raro. Yo con ellos no había tenido la oportunidad de trabajar, es la primera vez que les doy clases pero tienes razón, no se prestan para el diálogo y no encuentro una manera para que participen. Como vez son contados quienes lo hacen.  

La maestra menciona a Jonathan, Daniela y Miguel como los más activos al momento de participar de forma oral.

DF: SÍ a ellos ya los ubico más por lo mismo pero debe haber un equilibrio. Creo que tendré que trabajar algunas estrategias para ver si de esta forma cambian la actitud.  Maestra y ¿No ha preguntado con algún profesor que haya trabajado con ellos el por qué son así?

MT: Fíjate que son un grupo tranquilo, y por comentarios de la maestra Chayito y lo que yo observé, tenían muy pocos maestros en segundo año, sobre todo por el ausentismo y falta de esto. Así que yo supongo que casi no trabajaron  esa parte de confianza. Si observas atentamente en la clase hay posturas como de temor y expectativas negativas si de hablar se trata.

DF: SÍ lo he notado. Pues al menos hoy vi actitudes más positivas a comparación cuando estuve en la semana de observación. Igual veamos qué resultados se van dando durante las otras clases.

A partir del registro de observación y el diálogo establecido con la maestra titular puedo ubicar las siguientes dificultades: la inseguridad que produce hablar frente a un público, la falta de espacios y momentos de la clase para el fomento de la expresión oral y, la baja motivación por los alumnos en cuanto a la mejora y utilización de esta habilidad.

Como docentes debemos ser conscientes que nuestros estudiantes presentan dificultades al momento de expresar sus ideas, contestar preguntas, explicar frente a sus compañeros aspectos tan mínimos de un tema así como, la técnica de exposición; estas carencias limitan una adecuada expresión oral que en palabras de (Reyzábal, 1993) el alumno debe saber que la expresión oral no es hablar por hablar sino, tener la conciencia de lo que se esta hablando.

Cabe señalar, que a partir de los resultados de las actividades propuestas, mi intervención docente y el cuestionario aplicado se evidencia  que un tercio del grupo se siente incómodo al momento de expresarse oralmente, mientras que cerca de la mitad se siente inseguro y ridículo en cuanto a su participación. Hay una discordancia pues los mismo alumnos saben y que uno de los objetivos de la expresión oral es comunicar, hecho que no se logra percibir en algunos jóvenes.

Parafraseando el principio que maneja (Tapia, 1999)ante la falta de motivación e intereses propiciada por alumnos que prestan nula atención, trabajan poco y son distractores de sus compañeros durante la clase, nos orienta a nosotros como expertos de la enseñanza a cumplir una serie de metas donde los alumnos mejoren las habilidades y actitudes durante el proceso de enseñanza, en mi caso desde el área del español especificamente la oralidad, tratando de centrar el interés en espacios durante la clase y, considerar el auteoestima para evitar situaciones que afecten de manera indirecta a los estudiantes y por último, la autonomía ante el trabajo dentro del aula.

En ambas intervenciones decidí variar la estrategia de participación oral, evité la imposición ya que consideró no propicia el desarrollo de la destreza oral. En este caso traté de que las actividades fueran las que llamarán la atención desde el punto de vista innovador, pues realizar preguntas exploratorias resulta por comentario de los estudiantes monótono e inclusive predecible, por lo que al manejar un escrito tienen mayor seguridad de exponerlo ante sus compañeros, valiéndose de la idea que ninguna participación es incorrecta y todos poseen la capacidad de mejorar  

Ante la panorámica general de la clase, así como el desenvolvimiento y algunas dificultades observadas desde la línea de la expresión oral, propongo crear espacios partiendo desde el enfoque “comunicativo y funcional de la lengua”, valiéndome de estrategias, actividades y situaciones donde el alumno pueda obtener una conducta comunicativa que tenga sentido en el uso. Entendiendo el aula y  como un sitio donde las palabras tengan un saber y un hacer que proporcione ir mejorando la destreza a través de proyectos, prácticas sociales del lenguaje, la interacción maestro alumno y el medio social.

ANEXO 1

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